El inicio de contactos de la Comunidad de Madrid con los proveedores de la vacuna rusa Sputnik V y de la Comunidad Valenciana con las farmacéuticas Janssen y AstraZeneca ha generado una intensa polémica a nivel nacional que afecta directamente a la estrategia de vacunación contra la COVID-19, ya que este tipo de decisiones podrían perjudicar al consenso alcanzado a través del Consejo Interterritorial de Salud, en el que están representadas todas las comunidades y ciudades autónomas.
Durante los últimos días, se han repetido muchas preguntas al respecto: ¿Hasta dónde pueden llegar las comunidades en la compra de vacunas?, ¿Está dentro de sus competencias, por ejemplo, negociar unilateralmente con Moscú la adquisición de Sputnik V, al margen del sistema de compras conjuntas diseñado por la Unión Europea?, ¿Permite la legislación española a las comunidades autónomas la compra unilateral de vacunas, dentro sus competencias en sanidad?
La UE da libertad a los Estados miembros para que adquieran las vacunas que no tenga en su cartera. Bruselas pide a los países que no negocien por su cuenta con estos laboratorios, para no debilitar la posición negociadora conjunta. Del mismo modo, las regiones que integran esos países pueden comprar vacunas que no forman parte de la estrategia comunitaria de inmunización, aunque este proceso siempre se hará en función del entramado institucional de cada Estado miembro. Es el caso del estado alemán de Baviera, que ha anunciado esta semana que firmará un preacuerpo para comprar 2,5 millones de dosis de la vacuna rusa Sputnik V, condicionado a que las autoridades europeas aprueben su uso.
Así, la estrategia de vacunación europea establece que es la Comisión Europea la que negocia con las farmacéuticas, y luego distribuye las vacunas entre los distintos países, que pueden adquirir como máximo un cupo proporcional a su población. Pero una vez que los estados reciben las vacunas, ellos mismos se encargan de repartirlas a nivel interno. En el caso de España, la distribución se lleva a cabo por comunidades autónomas, que son las que tienen transferidas las competencias sanitarias.
Legalmente, las comunidades pueden comprar vacunas
El órgano de coordinación en el que se diseña este reparto es el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, donde están representadas todas las comunidades y ciudades autónomas, y cada medida necesita ser aprobada por mayoría. Así, desde el punto de vista legal, no existe ninguna limitación expresa a la hora de comprar vacunas por parte de las comunidades, más allá de la petición de la UE citada anteriormente, pero hacerlo al margen del Consejo Interterritorial de Salud supone romper el consenso alcanzado a nivel nacional.
Preguntado por la decisión de Madrid de explorar la posible compra de la vacuna rusa, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha pedido esta semana "responsabilidad, lealtad, solidaridad y seriedad" a "todos los gobiernos", y ha recordado que este fármaco se encuentra aún en proceso de validación por parte de la Agencia Europea de Medicamentos.
Este viernes desde Senegal, una vez más, el presidente ha recalcado la necesidad de actuar "interna y externamente" de manera centralizada a la hora de comprar la Sputnik V cuando reciba la homologación de la Agencia Europea del Medicamenteo (EMA).
En la misma línea, la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha considerado "ridículo" que una comunidad autónoma decida negociar "unilateralmente" asuntos relacionados con las vacunas cuando la propia Unión Europea defiende que los estados miembros no lo hagan "por su cuenta".
Calvo ha recordado que todo lo relacionado con el proceso de vacunación "corresponde" al Consejo Interterritorial. "Nuestro país es una combinatoria de igualdad y diversidad bien trabadas, y en relación a la igualdad las decisiones de qué vacunas, o qué criterio sanitario, qué criterio de tramos de población se vacuna o qué calendario, eso corresponde al Consejo Interterritorial y está decidido, no le corresponde a ninguna comunidad autónoma a su manera de entender o a su fórmula política de confrontar", ha mantenido.
Reuniones también de la Comunidad Valenciana
Pero no solo Madrid se ha reunido en las últimas semanas con representantes de los laboratorios productores de vacunas. Representantes de la Comunidad Valenciana también han tenido acercamientos con las farmacéuticas Janssen y AstraZeneca. El president de la Generalitat Valenciana, Ximo Puig, niega que haya "malestar" en el Ejecutivo central por estas reuniones, mientras defiende que actúa "desde la máxima lealtad" con el Gobierno y con las comunidades autónomas.
"Hay cuestiones que no tienen equiparación posible", declaraba Puig este viernes en el programa Las cosas claras de TVE, en clara alusión a Madrid. "Hemos tenido reuniones con AstraZeneca y Janssen para conocer la situación de las vacunas y su desarrollo en nuestro territorio. Es nuestra responsabilidad, pero eso no tiene nada que ver con negociar con un intermediario para comprar una vacuna que no esta aprobada por la EMA. Nosotros no negociamos para comprar; dialogamos sobre proyectos de investigación y saber cómo nos van a llevar las vacunas que ha comprado Europa y que nos distribuye el ministerio", ha recalcado.
Consenso entre las comunidades autónomas
A nivel autonómico, existe también consenso a la hora de pedir que se evite que cada comunidad vaya por libre en la adquisición de vacunas contra la COVID-19. En Castilla y León, que esta semana suspendió la administración de dosis de AstraZeneca hasta conocer la resolución de la Agencia Europea de Medicamentos, la consejera Verónica Casado ha defendido la compra centralizada para evitar que la situación se convierta en "la selva".
En Galicia, el presidente Núñez Feijóo también ha descartado la posibilidad de comprar vacunas al margen de la UE, ya que se trata de una "decisión de enorme calado" que tendría que ser evaluada en el Consejo Interterritorial de Salud. Aunque ha dicho que entiende a los presidentes autonómicos que puedan tener esta tentación ante las "incertezas y contradicciones" del Gobierno, también ha pedido "ser muy reflexivos" antes de ir "cada uno por su lado".
El vicepresidente de la Junta de Andalucía, Juan Marín, considera un "error" el "abrir ese mercadeo" de vacunas y ha pedido al Gobierno de España que lo evite. "Que no lo haga cada uno por su cuenta", ha insistido, porque "estaríamos entrando en una competencia totalmente desleal". Aunque también añade que "si otras comunidades autónomas lo hacen, lógicamente Andalucía no se puede quedar cruzada de brazos; tendremos que entrar en ese mercadeo al que no queremos ir".
Asimismo, el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page ha solicitado a las comunidades autónomas que hagan un "esfuerzo de lealtad con Gobierno central". "Hay que portarse con él como si el presidente siguiera siendo Rajoy", ha pedido, puntualizando que ni esta crisis ni la vacunación son ideológicas.
"Si alguien piensa que por ser rusa no las queremos, se equivoca. No se pueden convertir las vacunas en el mismo galimatías que fue el mercado de recursos que tuvimos al principio, hoy tiene que ser ordenado", ha dicho el presidente castellanomanchego, que ha pedido para toda España un mensaje y un criterio de "unidad".