El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha segurado este viernes que la vacuna de la COVID-19 de la farmacéutica Moderna ha sido aprobada, a pesar de que el ente regulador, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés), no ha confirmado por ahora ese extremo.
"La vacuna de Moderna ha sido aprobada de forma abrumadora. La distribución empezará inmediatamente", ha escrito Trump en Twitter.
Por su parte, el vicepresidente, Mike Pence, ha dicho poco después en un acto en la Casa Blanca que espera que la vacuna de Moderna quede aprobada "más tarde en la jornada de hoy", lo que implica que todavía no hay una luz verde formal.
El Comité Asesor de Vacunas y Productos Biológicos de la FDA recomendó este jueves la autorización de emergencia del preparado de Moderna, pero aún no se ha confirmado que la propia agencia le haya dado luz verde.
La vacuna de Moderna sería la segunda contra la COVID-19 aprobada en EE.UU. , que ya dio su visto bueno la semana pasada a la de Pfizer, que empezó a suministrarse en el país este lunes.
En cuanto apruebe la vacuna de Moderna, el Gobierno empezará a distribuir al menos 5,9 millones de dosis de ese preparado, además de repartir otras 2 millones de unidades de la de Pfizer la próxima semana.
El titular de Salud del Gobierno de Trump, Alex Azar, dijo esta semana que el país planea tener al menos 900 millones de dosis de la vacuna hasta el año que viene y podría aumentar esa cifra hasta 3.000 millones, lo que le garantiza notables "excedentes" que planea compartir con sus aliados en el mundo.
Pence se pone en público la vacuna de Pfizer y BioNtech
Mientras, el vicepresidente, Mike Pence, se ha convertido en el responsable gubernamental de mayor rango que recibe la vacuna de la COVID-19 de Pfizer, mientras el Donald Trump sigue sin aclarar si se la pondrá y cuándo. La portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, dijo este martes que Trump está "abierto" a ponerse la vacuna, pero cree que "la gente vulnerable debe tener acceso antes" que él.
"No he sentido nada. Bien hecho", ha dicho Pence en un acto en la Casa Blanca, donde le han puesto la primera dosis de la vacuna a él, a su esposa Karen y al director general de salud pública del Gobierno, Jerome Adams.
Pence ha dejado que las cámaras de televisión grabaran mientras los doctores le ponían la vacuna, en un intento de generar confianza en la eficacia y seguridad del preparado desarrollado por Pfizer y su socio alemán BioNtech.
El presidente electo, Joe Biden, también planea ponerse la primera dosis de la vacuna la semana que viene en un acto público, y el principal epidemiólogo del Gobierno, Anthony Fauci, ha prometido hacerlo pronto y ante las cámaras. Los líderes del Congreso recibirán asimismo la vacuna en los próximos días, y los expresidentes Barack Obama (2009-2017), George W. Bush (2001-2009) y Bill Clinton (1993-2001) planean igualmente vacunarse ante las cámaras.
El recelo de los estadounidenses a la hora de ponerse la vacuna está disminuyendo: el 71% está dispuesto a recibirla, según una encuesta de esta semana de la Kaiser Family Foundation, mientras que otro sondeo de Pew indicó a principios de diciembre que un 60% planeaba ponérsela.