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EE.UU. marca un nuevo récord diario de contagios mientras el coronavirus se expande por el sur y el oeste del país

DANIEL FLORES
6 min.

La expansión del coronavirus, que este jueves marcaba un nuevo récord diario de contagios con casi 40.000 infectados y que ve como la Covid-19, tras asolar la costa este en primavera, se extiende ahora hacia el sur y el oeste hasta desbordar a estados como Texas, California, Florida, Nevada y Arizona, frenando la retirada de las medidas de desconfinamiento que propugna el presidente del país, Donald Trump.

Estados Unidos acumula ya uno de cada cuatro casos de Covid-19 del mundo, con más de 2,4 millones de contagios confirmados, según los datos recabados por la Universidad Johns Hopkins, mientras que las muertes con coronavirus ascienden ya a 124.410, muy por encima ya de la cota más baja que estimaba la Casa Blanca en marzo, cuando calculaba que habría entre 100.000 y 240.000 fallecimientos por la epidemia.

Y, si en mayo parecía que las curvas de contagios y de muertes marcaban ya una tendencia descendente, los datos de la última semana han disparado las alarmas: salvo el pasado domingo, cuando hubo algo más de 26.000 contagios, todos los días se han registrado más de 30.000 infecciones, hasta alcanzar este jueves el máximo desde que se desató la pandemia, con 39.972 casos nuevos, superando la marca establecida el pasado 24 de abril.

Trump minimiza el problema

El epidemiólogo jefe de la Casa Blanca, Anthony Fauci, reconocía el martes que las cifras son "preocupantes" y advertía que "las dos próximas semanas serán críticas" en la lucha contra el coronavirus, según recoge AFP. Sin embargo, ni Fauci ni el resto de expertos que componen el equipo de respuesta contra el SARS-CoV-2 que la administración Trump creó para coordinar ese combate gozan ya de la confianza del presidente, que sigue minimizando la crisis.

Las muertes por coronavirus están descendiendo. La tasa de mortalidad es una de las más bajas en el mundo

"Las muertes por coronavirus están descendiendo. La tasa de mortalidad es una de las más bajas en el mundo", tuiteaba durante la madrugada del jueves al viernes el presidente, en un mensaje en el que asegura que "nuestra economía está remontando y NO la cerraremos. ¡Las 'ascuas' o rebrotes se apagarán, si es necesario!”.

Trump, que en noviembre se jugará la reelección en las elecciones presidenciales, ha priorizado eliminar las medidas de confinamiento para desatascar la actividad económica, su gran baza electoral, a pesar de las advertencias de su propio equipo de expertos, al que amenazó con desmantelar y que lleva casi dos meses sin reunirse, aunque este viernes tiene previsto hacerlo y comparecer de nuevo ante la prensa para evaluar la situación.

Texas frena la desescalada

Porque la realidad desmiente los deseos del presidente: este jueves, según los datos de la Johns Hopkins, los fallecimientos diarios volvieron a repuntar hasta contabilizarse 2.425, la cifra más elevada desde el 29 de abril, después de dos semanas en que no rebasaban el millar. Estados Unidos no solo es el país con más fallecidos del mundo, sino que es el séptimo en muertes por cada 100.000 habitantes, y la subida de los casos hace presagiar un repunte también en el número de fallecimientos, toda vez que la curva de muertes replica a la de contagios con unos diez días de retraso.

Incluso uno de sus más estrechos aliados, el gobernador de Texas, Greg Abbott, se ha visto obligado a frenar la desescalada que el estado inició el 1 de mayo, tras notificar 5.996 casos este jueves, un nuevo récord. Texas, además, ha registrado máximos de hospitalizaciones de pacientes con Covid-19 durante los últimos 13 días y se han suspendido las cirugías menores en las áreas de Houston, Dallas, Austin y San Antonio, con el fin de liberar camas de hospital.

"Esta pausa temporal ayudará a nuestro estado a frenar la expansión hasta que podemos entrar con seguridad en la siguiente fase de reapetura para los negocios", ha justificado Abbott en un comunicado, en el que asegura que "lo último que queremos es volver atrás y cerrar los comercios". Otros estados, como Nevada, Oregón y Utah, también han frenado o ralentizado la desescalada.

El virus se extiende por el sur y el oeste

Al igual que Texas, los estados de Alabama, Arizona, California, Florida, Idaho, Misisipi, Misuri, Nevada, Oklahoma, Carolina del Sur y Wyoming han marcado esta semana récords de casos diarios, según Reuters, que señala que, aunque los incrementos también se deben a que cada vez se realizan más test, el porcentaje de positivos en las pruebas es creciente.

La situación es especialmente preocupante en California, Florida, Texas y Arizona, que suman entre los cuatro cerca de la mitad de contagios de todo el país, según Efe. California, en concreto, es el segundo estado con más casos confirmados, solo por detrás de Nueva York, con 197.589 infectados.

De esta forma, aunque Nueva York sigue siendo el estado con más muertes, 31.301 según el balance de este jueves -solo por debajo de Brasil, Reino Unido e Italia- , el foco de la pandemia en Estados Unidos parece desplazarse desde la costa este, la zona más castigada hasta la fecha, hacia el sur y el oeste del país, alcanzando a regiones menos densamente pobladas y dispersando los contagios por todo el Medio Oeste.

Estados de EE.UU. imponen cuarentenas a viajeros

Lo peor puede estar aún por llegar

De hecho, los estados de Nueva York, Nueva Jersey y Connecticut impusieron este miércoles una cuarentena de 14 días para quienes entren desde otros ocho estados de la unión, la mayoría sureños (Alabama, Arkansas, Arizona, Florida, Carolina del Norte y del Sur, Washington, Utah y Texas), para impedir un rebrote del coronavirus justo cuando parecen haber superado lo peor.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, destacaba el jueves que el número de hospitalizados por Covid-19 en el estado era de 996 personas, por primera vez inferior al millar desde el 18 de marzo. Cuomo, demócrata, aprovechaba además para cargar contra Trump y los republicanos: "Habéis jugado a hacer política con este virus y habéis perdido", advertía.

Porque, para el conjunto del país, lo peor puede estar aún por llegar: los expertos de la Casa Blanca creen, según recoge Reuters, que el número de estadounidenses que habrían sido contagiados por el SARS-CoV-2 asciende a 20 millones, diez veces más que el recuento oficial, lo que apunta a un gran número de asintomáticos, es decir, posibles transmisores sigilosos de la enfermedad. Y, según Efe, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que Estados Unidos llegará al mes de octubre con unos 180.000 muertos, cerca ya de los peores augurios de la administración Trump.

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