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Ciudadanos chinos a la espera de regresar a Wuhan: "Es muy duro estar lejos de casa durante meses sin saber qué pasará"

PILAR BAYÓN
4 min.

Ming y Fang - nombres ficticios, ya que solicitan no revelar su identidad- están viviendo por segunda vez en tres meses las consecuencias del coronavirus. “Hace más de 60 días que debíamos haber vuelto a casa, pero nos ha sido imposible. El coronavirus primero golpeó a China y ahora también a España, es una pesadilla”, señalan a RTVE.es desde su habitación en Cataluña, donde se encuentran confinados desde que el Gobierno decretó el estado de alarma.

Este matrimonio chino, que había viajado de vacaciones a España semanas antes de la propagación del coronavirus en su país, vio como justo cuando se disponían a volver se cancelaban sus vuelos hacia China ante la incidencia de la enfermedad. Se reducían, así, al mínimo sus posibilidades de regresar a su hogar, situado a menos de 45 minutos de Wuhan, epicentro de la enfermedad y en cuarentena desde finales de enero.

“Intentamos coger otros vuelos, hablar con la embajada, pero no había manera de regresar ante el peligro de contagiarnos. Incluso consiguiendo un vuelo hasta el país, era dificil coger un transporte local que nos acercara a casa”, explican, resaltando la poca disponibilidad de billetes o, en otros casos, sus altos precios. Por ello, afirman que entienden la desesperación de los españoles bloqueados en otros países: “Damos gracias de estar al menos con salud y a salvo en España, pero también es muy duro estar lejos de casa durante meses sin saber qué pasará, sin saber el idioma y dejando tu trabajo y amigos”, añaden.

Wuhan reabrirá el 8 de abril

Desde entonces, la pareja leía cada día las noticias y las dramáticas cifras de contagiados y fallecidos en China, que ya superan los 80.000 casos y las 3.000 muertes. Aseguran que sentían mucha “impotencia” y “miedo” y temían el impacto que iba a tener tanto en la salud de la población, como en la economía del país. “El impacto del virus ha sido fuerte”, afirman, aunque ahora comienzan a verse atisbos de mejoría en el país asiático, ya que según China, el número de pacientes en estado grave ha descendido de 1.000.

Wuhan, por su parte, reporta ya desde hace una semana menos de diez muertes diarias con el virus. Un hecho que ha determinado al Gobierno chino a abrir de nuevo la ciudad el próximo 8 de abril, dando lugar a que algunos de sus nacionales que se mantienen en el exterior, especialmente desde los millones de desplazamientos que produjo el Año Nuevo Chino en enero, puedan regresar progresivamente y atendiendo a las medidas de seguridad, como cuarentenas de 14 días, para evitar rebrotes por casos importados.

Para Ming y Fang, sin embargo, todavía va a ser difícil volver debido al fuerte brote del virus en España, donde ya hay más de 5.000 personas fallecidas con la enfermedad, superando a China, y más de 65.000 contagios; y a la escasa movilidad de los viajeros que deben hacer escala en otros países europeos o asiáticos que han cancelado las conexiones con China o España. "Es como una carrera de obstáculos", asegura Fang. Para los extranjeros que no realicen actividades diplomáticas, comerciales, científicas y humanitarias esenciales, de momento, también será complicado, ya que el Gobierno chino ha anunciado el cierre de fronteras al país desde este sábado.

"Solo se puede parar al coronavirus unidos"

La pareja reconoce que la situación en España “es dramática” y que “nunca” imaginaron que “afectaría a otras naciones y menos de esta manera”. “Es muy triste”, lamentan y ven con buenos ojos que expertos chinos puedan asesorar o proveer de sanitario adecuado a otros países para superar la enfermedad. Según Ming, “no es el momento de buscar culpables”, sino de "dejar las diferencias" y “de ayudarnos para salir de esta pesadilla todos juntos”.

En cuanto a la pregunta de cuando creen que podrán volver a casa, Fang suspira. “No lo sabemos, lo intentaremos de nuevo en abril. Seguiremos en contacto con las autoridades, pero en caso de no ser posible, nos quedaremos en casa mientras tanto. Es la única manera de ayudar tanto a España como a China”, asegura.

“Solo se puede parar al coronavirus unidos”, reitera, por su parte, Ming que aspira a que tanto sus vecinos, amigos y compañeros en China y España estén bien y pueda verlos “sanos dentro de poco”.

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