La sentencia de la pieza política del ‘caso de los ERE’ señala al expresidente andaluz José Antonio Griñán –condenado a seis años de cárcel y a 15 de inhabilitación- como una de las figuras clave en el mantenimiento del "sistema fraudulento" de ayudas a empresas en crisis. Su cargo de Consejero de Economía y Hacienda, ostentado entre el 2004 y 2009, es el que ha aumentado su pena, ya que desde ese departamento se realizaron los presupuestos en los que se encontraba la partida malversada.
El socialista que relevó a Manuel Chaves en la Presidencia y tuvo las riendas de la Junta de Andalucía entre el 2009 y el 2013 ha tenido que enfrentarse este martes a una condena que contradice la declaración que hizo durante el juicio y mancha de forma definitiva su pasado político.
"Plenamente consciente de la palmaria ilegalidad"
La Audiencia de Sevilla, en el reparto de responsabilidades penales y en sus argumentos, considera que Griñán fue "plenamente consciente de la palmaria ilegalidad de los actos en los que participó" al conceder las subvenciones de los ERE a través de las transferencias de financiación y que, además, asumió "la eventualidad de que los fondos vinculados al programa" fueran "objeto de disposición con fines ajenos al fin público al que estaban destinados".
Además, detalla que en los anteproyectos de presupuestos en los que Griñán participó como consejero, se incluyó el uso de la transferencia de financiación al ente público IFA-IDEA, de la Consejería de Trabajo, dentro del programa 31L para pagar subvenciones, como se decía en las memorias de los presupuestos.
Griñán aprobó que figuraran como ingresos las cantidades recibidas vía transferencia de financiación del programa 31L, y que se incluyeran dentro del apartado "otros gastos de explotación", para equilibrar las cuentas.
Seis años de cárcel por un delito de malversación
El tribunal considera que el exdirigente del PSOE era consciente del riesgo de que los fondos públicos no se destinaran a su objetivo encomendado, razón por la que ha sido condenado a seis años y dos días de cárcel por malversación.
Asimismo, el expresidente ha sido condenado a 15 años y dos días de inhabilitación absoluta por haber cometido otro delito de prevaricación, al conocer la irregularidad del sistema.
Mientras que en su interrogatorio como acusado durante el juicio, Griñán aseguró que desconocía el programa de ayudas de los ERE y que "jamás" fue alertado de las irregularidades que la Intervención General de la Junta de Andalucía detalló hasta en quince informes, la Audiencia de Sevilla cree que Griñán sí estaba al tanto de esos informes.
“Resulta contrario a la lógica y al desempeño mínimamente diligente de la alta función pública, que la viceconsejera no informara de ello al consejero. Máxime, cuando las citadas ayudas formaban parte de los acuerdos de concertación social, por lo que la decisión de dar estas ayudas no partía de la Consejería de Empleo, sino que era una decisión del gobierno en su conjunto”, añade la sentencia, que tiene más de 1.800 páginas.
Trayectoria política
Griñán es, junto con Chaves, uno de los 19 ex altos cargos condenadostuvo dentro de la Junta de Andalucía.
En abril de 2009, accedió al cargo de presidente andaluz y casi tres años después los electores dieron por primera vez la victoria al PP, aunque sin mayoría absoluta, razón por la que pudo seguir gobernando gracias a un pacto con IU.
Un año después de que Chaves le pasara el "testigo", Griñán le relevó también como secretario general del PSOE-A, una tarea que desempeñó desde febrero de 2012 hasta julio de 2014.
Su primer cargo fue el de viceconsejero de Trabajo de la Junta en 1982, aunque su carrera política se consolidó con la llegada de su antecesor a la Presidencia de la Junta en 1990, cuando le nombró consejero de Salud y, sobre todo, a partir de 1994 cuando regresó a la política andaluza como consejero de Economía.
Dos años después de que comenzara la instrucción del ‘caso de los ERE’, concretamente el 27 de agosto de 2013, Griñán anunció su dimisión como presidente de la Junta de Andalucía tras 15 meses de legislatura para preservar al gobierno autonómico de la "erosión" por el caso.
Justificó su marcha en que pretendía quitar a su partido "la presión" que conllevaba el proceso por el caso de los ERE, especialmente después de que Ciudadanos condicionara su apoyo a la investidura de su sucesora en el cargo, Susana Díaz, a su renuncia y la de Chaves.
Griñán abandonó la Junta para situar con unas primarias a Díaz en el cargo, la primera mujer presidenta en Andalucía y también la primera en una comunidad autónoma socialista.