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España cierra un capítulo de la memoria histórica con la exhumación de Franco del Valle de los Caídos

  • Después de 44 años, los restos del dictador han sido reinhumados en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio

  • Ver Los dos entierros de Franco, un especial interactivo

JESSICA MARTÍN
6 min.

Cuarenta y cuatro años después de que Francisco Franco fuese enterrado en el Valle de los Caídos, los restos del dictador han sido exhumados del mausoleo de Cuelgamuros y reinhumados en el cementerio de El Pardo-Mingorrubio, en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, lo que convierte al 24 de octubre de 2019 en un día histórico que pone punto y final a una tensa batalla judicial entre el Gobierno de Pedro Sánchez y la familia Franco.

[Especial: Exhumación de Franco]

Todas las labores de exhumación y reinhumación se han desarrollado en la intimidad y a puerta cerrada, aunque la información técnica aportada por el Ejecutivo en los días anteriores a la fecha y la cobertura de decenas de periodistas de unos 17 países que se han desplazado hasta las puertas de ambas localizaciones han permitido a los ciudadanos conocer desde primera hora cómo avanzaba la operación.

La soledad de los familiares del dictador y la ausencia de honores de Estado durante esta jornada histórica contrasta con lo que se vivió aquel 23 de noviembre de 1975, fecha en la que se dio sepultura por primera vez a Franco en un acto solemne al que acudieron cien mil personas para exaltar su figura y el régimen que instauró.

A puerta cerrada y sin cámaras

Por contra, a la basílica del Valle solo han podido acceder este jueves los operarios contratados, un forense, la ministra de Justicia, Dolores Delgado, como notaria mayor del Reino, y los 22 familiares de Franco que habían manifestado su voluntad de asistir.

Ninguna cámara ha podido entrar al templo y en la explanada únicamente han estado presentes los profesionales de TVE, que han ofrecido señal en directo desde las 9:00 horas, así como los fotógrafos de la Agencia EFE.

Con el fin de evitar que se pudieran tomar imágenes o capturar sonido, todas las personas que han entrado en la basílica han tenido que pasar por un detector de metales para evitar que pasaran al templo con cualquier dispositivo de grabación. Como medida adicional, se ha levantado una carpa alrededor de la tumba.

A las 09:00 horas ha llegado a Cuelgamuros la ministra de Justicia y media hora después lo han hecho los familiares del dictador, quienes han mostrado durante meses su fuerte resistencia a una exhumación que ha comenzado poco antes de las 11:00 horas -una media hora más tarde de lo estipulado- y que ha involucrado a distintos cuerpos de seguridad.

En el exterior del recinto, ubicado en el municipio madrileño de San Lorenzo de El Escorial, apenas una decena de personas se han congregado para reivindicar que “El Valle no se toca y Franco tampoco”.

La simbología ha corrido a cargo de la familia, que ha llevado una corona con la bandera de España y lazos en la solapa de sus trajes. Además, Francis Franco, que horas antes había colgado en el balcón de su oficina una bandera preconstitucional, ha portado en el Valle esa misma bandera franquista, como muestra de rechazo hacia un procedimiento que fue planteado en junio de 2018 como la medida estrella del Ejecutivo de Pedro Sánchez y que se ha prolongado durante más de un año.

Francis Franco coloca la bandera preconstitucional de España en su oficina antes de la exhumación

El féretro sale a hombros de los familiares

Los operarios han podido levantar con ayuda de una grúa y sin inconvenientes la lápida de 1.500 kilos de peso que cubría el féretro, que presentaba algunos daños a causa del paso del tiempo. A pesar del deterioro, la familia ha decidido conservar ese ataúd original para su traslado al panteón familiar del cementerio de Mingorrubio, el lugar decidido por el Ejecutivo para reinhumar los restos del dictador.

El féretro -tapado con una tela de color marrón- ha salido de la basílica a hombros de los familiares, entre ellos sus nietos Francis, Jaime y Cristóbal y su bisnieto Luis Alfonso de Borbón, y posteriormente ha sido introducido en el coche fúnebre mientras que el prior del Valle de los Caídos lo bendecía, por expreso deseo de la familia, y los nietos y bisnietos del dictador gritaban "¡Viva España!" y "¡Viva Franco!".

Como las condiciones meteorológicas lo han permitido, el traslado hasta el cementerio de Mingorrubio se ha realizado por vía aérea en un helicóptero Superpuma de las Fuerzas Armadas que a las 13:40 despegaba desde el Valle de los Caídos con el féretro del dictador dentro. En el aparato han viajado los dos pilotos, la ministra de Justicia, y otros altos cargos del Gobierno; el abogado de la familia Luis Felipe Utrera; y el nieto mayor del dictador Francis Franco.

Los restos de Franco son trasladados en helicóptero al cementerio de Mingorrubio

Traslado en helicóptero

El vuelo ha durado poco más de 15 minutos y ha tomado tierra en un antiguo helipuerto de la Guardia Civil ubicado muy cerca del cementerio de Mingorrubio mientras que el resto de familiares y autoridades se desplazaban hasta el lugar por carretera.

En los alrededores del camposanto, centenares de manifestantes de extrema derecha han protestado durante horas por la exhumación, pero la Policía ha impedido que pudieran sobrepasar el cordón policial y llegar al cementerio en el que finalmente ha sido reinhumado el dictador. El panteón en el que ahora reposan sus restos acoge desde 1988 los de su mujer, Carmen Franco, y es propiedad de Patrimonio del Estado.

Reinhumación en Mingorrubio

El entierro se ha realizado también en la más estricta intimidad y, por petición de la familia, se ha celebrado un oficio religioso a cargo del prior del Valle de los Caídos y el sacerdote Ramón Tejero, hijo de Antonio Tejero, el guardia civil condenado por el intento de golpe de Estado del 23F, quien se ha acercado a las inmediaciones del cementerio y ha sido recibido con aplausos y vítores por los franquistas que se habían concentrado para dar su último adiós a Franco.

Tejero llega al cementerio de Mingorrubio entre momentos de tensión

Hasta el pequeño cementerio situado a las afueras de El Pardo han ido llegando también algunas coronas de flores adornadas con banderas españolas.

Después de abandonar el panteón,  la familia Martínez-Bordiú Franco ha protestado contra lo que considera "un grave atropello"de sus derechos fundamentales y ha acusado al Gobierno de haber "consumado la profanación" del sepulcro de su abuelo, quien ha sido enterrado, según ha revelado uno de los nietos, con la misma bandera con la que fue inhumado tras su muerte en 1975.

Por su parte, Pedro Sánchez ha hecho una declaración institucional para destacar que en este día se ha puesto fin a lo que era un "agravio" para la democracia: "España cumple consigo misma. Se pone fin a una afrenta moral como es la exaltación de un dictador en un espacio público", ha subrayado el presidente el Gobierno en funciones.

Está estimado que el Valle de los Caídos pueda ser reabierto al público el próximo martes, una vez acabados los trabajos para reacondicionar el espacio donde se encontraba la tumba de Franco. Queda la duda de qué ocurrirá con el polémico monumento, ahora que el dictador no reposa bajo su gran cruz.

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