El presidente de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart, ha negado en el juicio del 'procés' que desde la sociedad civil se usara la violencia como medio para conseguir la independencia de Cataluña, ha acusado a la Fiscalía de usar el "hecho menor" de los coches para hablar de rebelión y ha enmarcado las protestas frente a la Consellería de Economía y Hacienda el 20 de septiembre de 2017 y las concentraciones en los centros de votación el día del referéndum del 1-O en un ejercicio de desobediencia civil comparable a las protestas contra los desahucios que se han podido ver la semana pasada en Madrid o a la lucha de Rosa Parks por los derechos de la población negra en Estados Unidos a mediados del siglo XX.
Jordi Cuixart, que se enfrenta a una petición de 17 años de cárcel por rebelión por parte de Fiscalía y que se ha definido como "preso político", ha llegado a decir que el referéndum del 1 de octubre fue "el ejercicio de desobediencia civil más grande que ha habido en Europa" ante la decisión "ilegítima e injusta" del Tribunal Constitucional de suspender la consulta y ha añadido que los españoles deberían sentirse "orgullosos".
"En ningún caso el comportamiento de la gente el 20-S y el 1-O fue violento. No hubo violencia", ha resumido Cuixart en la misma línea que ya hizo la semana pasada el expresidente de la ANC Jordi Sànchez. La "única violencia" que hubo en el proceso soberanista, ha añadido, es "la que ejercieron la Policía Nacional y la Guardia Civil" para tratar de impedir la celebración del referéndum por orden de sus superiores.
Jordi Cuixart, que ha asegurado que su objetivo ya no es salir de prisión sino que haya una "resolución del conflicto entre Cataluña y España y la recuperación de derechos fundamentales", ha negado que usaran las manifestaciones para "doblegar" al Estado como sostiene la Fiscalía y que llamaran a la población a ocupar los centros de votación el 1-O para "enfrentarse" a la policía. No obstante, sí ha reconocido que "cuanta más gente había, más se visualizaba" ante la comunidad internacional que hubo una "violencia desproporcionada" por parte de los agentes.
Cuixart niega la violencia el 20S ante la Consellería de Economía
Gran parte del interrogatorio del fiscal Jaime Moreno ha girado entorno a la protesta ante la Consellería de Economía y Hacienda contra las detenciones y registros ordenados ese día por el Juzgado de Instrucción número 13 de Barcelona que investigaba en ese momento la organización del referéndum. Cuixart ha defendido el derecho a manifestarse contra lo que ha calificado de "suspensión de la autonomía financiera de Cataluña" y ha advertido de que "va a pasar lo mismo si aplican más 155".
Cuixart ha lamentado los daños que se produjeron en varios vehículos de la Guardia Civil durante esa protesta porque "no responde a la actitud" del movimiento soberanista. Supuso, en su opinión, "una ruptura de la disciplina no violenta que ha caracterizado al movimiento soberanista" que él condena.
El presidente de Òmnium ha lamentado también estos destrozos porque "con el paso de los días se utilizó" para acusarles de rebelión. Ha señalado que los daños fueron "anecdóticos", un "hecho menor" que sirvió en su opinión para ocultar lo que esos días estaba pasando en Cataluña con "750 alcaldes imputados". "Todo esto ha quedado ocultado por unos vehículos que, sí, es muy lamentable pero que por más que lo repitamos ni serán más coches ni más daños", ha subrayado Cuixart.
El líder de Òmnium ha declarado en cualquier caso que él no fue consciente de los daños hasta pasada la medianoche y que no vio motivo para desconvocar la protesta antes de la noche porque la comisión judicial, ha asegurado, pudo realizar su trabajo. Si la secretaria judicial salió finalmente por el tejado saltando "un muro de un metro" para pasar al edificio colindante, ha sostenido, es porque no quiso usar el pasillo que ellos habían mantenido durante todo el día.
Su abogada Marina Roig ha aprovechado su interrogatorio para poner dos vídeos de la protesta del 20S. En el primero se ve a Cuixart pidiendo a los concentrados que "aislen" y "desenmascaren" a aquellas personas que pudieran actuar de forma violenta porque habían detectado -ha dicho el acusado- grupos "más alterados". "Quizá a alguno le hubiera gustado que hubiera incidentes", ha añadido. En el segundo, se ve a Cuixart pidiendo a un grupo de jóvenes que se querían quedar porque todavía estaba dentro la comitiva judicial que se fueran porque ya se había desconvocado la protesta.
Cuixart enmarca el 1-O en la "desobediencia civil"
Otra gran parte del interrogatorio ha girado en torno al referéndum del 1-O. Cuixart ha negado, como sostiene la Fiscalía, que llamaran a la gente a votar para buscar el enfrentamiento con la Policía y la Guardia Civil. "¿Usted se cree que nosotros podríamos imaginar que hubiera una milésima parte de la violencia que hubo? [por parte de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado] El dolor que sentimos aún nosotros va a durar generaciones", ha señalado.
Ha argumentado que animaron a la gente a ir a votar porque ante la "disyuntiva" de respetar las resoluciones del Tribunal Constitucional, que había suspendido la consulta, y ejercer derechos fundamentales eligieron los segundo como, ha añadido, seguirán haciendo en el futuro. Cuixart, que ha señalado que "la democracia está por encima del Estado de Derecho", ha defendido que no cometieron ninguna ilegalidad porque ningún tribunal se había dirigido a la ciudadanía para advertirles de que no podían ir a votar.
En este sentido, ha defendido que fue un "ejercicio de desobediencia civil ante una suspensión ilegítima e injusta" -el mayor que se ha registrado nunca en Europa, ha asegurado- y ha añadido que esta desobediencia civil se ejerce "bajo un principio que es prioritario, el de la no violencia". "El derecho de votar en Cataluña se gana votando. Lo que hicimos el 1-O es un ejercicio de dignidad colectiva", ha añadido Cuixart.
Preguntado por el fiscal sobre si sabía que los ciudadanos lanzaron vallas y otros objetos a los agentes, ha asegurado que si algún ciudadano rompió la disciplina de voto pudo deberse a la "frustración" de ver que había cargas policiales. "Estaban pegando a la población", ha señalado.
Cuixart, que también ha asegurado que desconoce el documento de Enfocats, ha defendido que la autodeterminación es un derecho "inalienable" de Cataluña y ha destacado que él es hijo de una murciana y por lo tanto "medio español" y ha segurado que los pueblos de España "son pueblos hermanos".