Los mercados han reaccionado muy mal a la falta de concreción del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, sobre las medidas para atajar la crisis de la eurozona, lo que ha provocado que el interés de la deuda española vuelva a superar el 7% y que las bolsas hayan sufrido un súbito desplome y la de Madrid ha cerrado con una bajada del 5,2%.
A pesar de que los analistas habían avisado que era muy probable que el BCE mostrara su intención de intervenir en el mercado de deuda, pero no especificara cómo ni cuándo, los inversores esperaban mucho más de la reunión del organismo emisor europeo y su decepción inicial ha quedado patente en los mercados.
Poco después del comienzo de la rueda de prensa de Draghi en Fráncfort, la Bolsa de Madrid ha comenzado a perder posiciones. A las 14,30 horas, justo antes de la comparecencia del presidente del BCE, el Ibex 35 ganaba casi un 2%, pero apenas media hora después bajaba más del 5%: un movimiento de 500 puntos básicos. Al cierre, ha caído un 5,16%, la segunda mayor bajada del año, hasta los 6.373,40 puntos.
La evolución ha sido similar en las Bolsas de Francia e Italia, que han cambiado de signo de forma inmediata. La reacción en los mercados bursátiles alemán y británico ha tardado algo más, pero los selectivos de ambos han acabado cayendo. Al cierre, el FTSE-100 de Londres ha cedido un 0,88%; el Dax de Fráncfort ha perdido un 2,2%; el Cac 40 de París, un 2,7%; y el FTSE Mib de Milán, un 4,6%.
La prima sube 80 puntos en la sesión
La decepción de los inversores se ha apreciado también en el mercado secundario de deuda.
Al cierre, los bonos españoles a diez años pagaban una rentabilidad del 7,16%. Durante la sesión había llegado a bajar hasta el 6,61%, una décima por debajo del cierre del miércoles.
Ese aumento de la rentabilidad de los bonos, unido a la bajada del interés de los títulos alemanes del mismo plazo (hasta el 1,2%), ha provocado una fuerte alza de la prima de riesgo, que es la diferencia entre ambos rendimientos, y ha vuelto a superar momentáneamente los 600 puntos básicos (centesimales). Al final se ha quedado en 594, aunque durante la mañana había llegado a caer hasta 519.
De esta forma, la rentabilidad de la deuda ha vuelto casi al nivel al que estaban justo antes de las declaraciones de Draghi de la semana pasada que levantaron tantas expectativas sobre la reunión de este jueves. Hace siete días, el bono español estaba en el 7,4%, tras haber marcado la víspera el máximo histórico en la era euro por encima del 7,6%.