El presidente del Banco Central Europeo (BCE), el italiano Mario Draghi, ha afirmado en Londres que el organismo está dispuesto a todo para defender el euro.
Draghi apunta que las elevadas primas de riesgo de la deuda soberana de determinados países impide la transmisión de las señales de política monetaria que manda el BCE. "El BCE hará todo lo que sea necesario para mantener el euro y créanme, esto será suficiente", ha dicho Draghi en una conferencia con inversores retransmitida por la cadena Bloomberg.
“El BCE hará todo lo que sea necesario para mantener el euro y esto será suficiente“
La declaración coincide con una sesión en la que la presión de los inversores volvía sus ojos hacia Italia cuya prima de riesgo se situaba por encima de los 520 puntos básicos, aunque tras las palabras de Draghi se relajaba hasta 506, su mínimo intradía.
El Tesoro Italiano ha colocado en esta sesión 2.500 millones de euros en bonos a dos años pero se ha visto obligado a subir el interés.
El euro y el abejorro
El efecto de la afirmación del responsable del BCE también se dejaba sentir en la prima de riesgo española que bajaba de los 600 puntos y en todas las Bolsas europeas que volvían a las ganancias. En concreto, el Ibex-35 superaba el soporte de las 6.100 unidades tras haber estado toda la mañana por debajo de los 6.000 y Milán avanzaba un 2,23%, la más alcista del Viejo continente.
“El euro es un abejorro pero debe transformarse en una abeja real“
Las palabras de Draghi también provocaron cambios en las primas de riesgo de otros países de la zona del euro, como los rescatados Irlanda, Portugal y Grecia, donde se situaron en los 498, 1.016 y 2.619 puntos básicos, respectivamente.
Durante su intervención, Draghi insistió en que el BCE considera al euro como una moneda "irreversible" y la comparó con un "abejorro, que no debe volar, pero lo hace". "El euro -dijo- tiene que transformarse en una abeja real y lo hará".
El ministro de finanzas japones, Jun Azumi, ha alabado este compromiso para proteger el euro, pero ha advertido que persisten "problemas como la incapacidad del BCE para ofrecer financiación directa a los bancos, principalmente españoles".