"Sigo siendo la misma niña que era hace 10 años o más. Me viene a la cabeza todo el esfuerzo, todo el sufrimiento, pero ha merecido la pena". Así se expresa la ovetense Judith Obaya, quien compagina su faceta de policía local con la de deportista, pero no una deportista cualquiera: deportista extrema con la lucha por la igualdad como objetivo. La asturiana cambia las medallas por visibilizar la lucha por la igualdad y ser un referente para otras mujeres, pero advierte que en el deporte "aún queda trabajo por hacer".
"Siempre he sido motera, eso siempre ha estado ahí y es mi esencia". Empezó en 2013 haciendo la ruta denominada "los 20 mares", que son los que bordean Europa, completándola en 50 días. En 2016 logró su primer hito al convertirse en la primera mujer en atravesar el Sahara en moto sin asistencia: 3.200 km en 10 días. Aunque no empezaría ahí su cruzada por la igualdad. Primero fue la ascensión al Mulhacén corriendo en 2017 y ese mismo año volvió al Sahara, pero esta vez en bicicleta.
El desafío, que bautizó "Con2ruedas", consistía en recorrer 1.768 km en 18 etapas por el desierto y un vehículo de asistencia detrás. Ahí ya contaba con el apoyo del Principado de Asturias y un eslogan: "No más violencia hacia las mujeres". "Era un tema que estaba muy candente y nos movimos mucho por ello", comenta a RTVE. "Yo creo que igualdad en el deporte siempre tiene que haber y, de hecho, se está trabajando mucho. Se han conseguido muchas cosas, pero queda trabajo", añade Obaya.
Judith Obaya, una atleta extrema en 'Zona Mixta'
En moto, luego en bici y faltaba recorrerlo a pie, otros 1.800 km corriendo. Lo tenía preparado en 2018 y llegó a promocionarlo con nosotros en una entrevista en el Canal 24 Horas, pero faltaron apoyos. "Es un proyecto que se quedó ahí hace algunos años, pero que seguimos en él. No está olvidado ni abandonado, solo que cuesta un poco llevarlo a efecto. Lo estamos retomando de una forma diferente para poder hacerlo lo antes que podamos", confiesa a RTVE consciente a la vez de su dureza: "Es muy dura. Maravillosa en cuanto a paisaje y en cuanto a vivencia, pero sí es verdad que es muy dura".
Y también es duro encontrar patrocinios para llevar a cabo esos proyectos, como nos reconoce: "La verdad que cuesta un poquito más que antes. El tema de la edad, sobre todo ahora, frena mucho a muchas marcas", dice a sus 56 años. "Yo pienso que ha dado todo un cambio grande después de la pandemia, que se enfocan en otras cosas. Me está tocando buscar debajo de las piedras y me está tocando salirme de España". Incluso, como anticipa por alguno de sus proyectos futuros, en países como Arabia Saudí donde la igualdad de la mujer es una asignatura pendiente: "No tenemos un sitio concreto, sino que nos movemos alrededor de todo el mundo. Lo que hacemos es enfocarnos en el tema deportivo, en principio no queremos levantar ese esa alfombra (feminismo) fuera de aquí, porque no llevaría nada".
"Me dolería dejar proyectos por hacer"
La decepción por no correr el Sahara no la frenó, y de hecho sigue en mente como hemos visto. Ese mismo año se montó en bicicleta para hacerse la ruta Madrid-Oviedo sin descanso, 534 km, o la ruta remando 200 km en piragua por el Canal de Castilla. La clave es no parar: "De hecho, ahora hay tres proyectos sobre la mesa, uno en Sudamérica, otro en Arabia y en Marruecos el de correr. El que primero salga se hace. Todo está preparado, en todos se está trabajando al mismo tiempo. En realidad son 25 proyectos los que tengo estudiados y preparados. En cuanto salga uno, se añade otro. No hay una fecha, sino que encajen todas las piezas y pueda hacerse lo antes posible uno, no importa cuál".
Ante este aluvión de retos y la cuestión de la edad surge el interrogante: ¿y si Judith Obaya se ve obligada a parar en algún momento? "Me dolería dejar cosas por hacer. Una de las cosas que me sigue levantando cada mañana es tener los proyectos, seguir un pasito más, poco a poco. Por mí los haría todos, uno detrás de otro. No me faltan ganas ni me faltan fuerzas. Han pasado los años y no corro a la misma velocidad que antes ni remo a la misma velocidad que antes, pero la resistencia está ahí. Si los puedo hacer todos, pues todos. Y si no, lo poco que pueda hacer lo haré con mucha gana y mucho gusto", reconoce a RTVE.
Pero no pierde la esperanza: "Hay mucho más en la chistera, pero de eso vamos a ir poco a poco. Vamos a centrarnos ahora en estos tres. Se ha sumado gente muy buena que está luchando mucho por ello. Ahora sí que ya veo un poco la luz al final del túnel". "Estoy superencantada del trabajo que hice y que sigo haciendo. Y sobre todo me siento muy orgullosa de no haber cedido, de no haber dado el brazo a torcer y de seguir intentándolo día a día", añade Obaya.
Y a modo de colofón, la atleta extrema lanza un mensaje a otras mujeres y niñas, quiere ser un referente: "Ser un referente sirve de mucho; el referente de quien me quiera escuchar, de esas mujeres que quieren empezar a hacer deporte o de esas niñas que quieren saber si podrían, dar un poco de ánimo a quien tiene dudas y que siga adelante. Que las niñas vean que si quieren, pueden; es lo que les quiero transmitir. No importa la edad, lo mismo si eres muy joven que si eres mayor. Si quieres, puedes. Eso es lo que hay que hacer".
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