Pasan los años y el caso de Marisol Casado, presidenta saliente de la federación internacional de triatlón, sigue siendo prácticamente la excepción a la regla en el masculinizado mundo de las instituciones deportivas.
En plena transición en la dirección de World Triathlon --uno de los tres únicos deportes olímpicos que hasta ahora tenían a una mujer en la presidencia--, la gestora española repasa en una entrevista con RTVE su trayectoria y los avances y desafíos en materia de igualdad.
"¿Por qué llegué yo a esta presidencia?", se pregunta la propia Casado en una conversación con la periodista Virtudes Fernández. "Porque no he tenido prácticamente obstáculos para educar a mi hija (...) Pero soy consciente de que siguen existiendo" esas dificultades, sobre todo para conciliar, responde la también miembro del Comité Olímpico Internacional (COI).
Con esa cierta sensación de afortunada, María de la Soledad Casado Estupiñán (Madrid, 1956) recuerda sus inicios en el mundo federativo quitándose importancia. Muy implicada desde la adolescencia el movimiento scout (guidismo), en 1978 fue una de las participantes de la primera Maratón Popular de Madrid (Mapoma) y de ahí pasó al triatlón también como pionera, según una biografía suya publicada en la revista científica Citius, Altius, Fortius (Centro de Estudios Olímpicos, Universidad Autónoma de Madrid). Las mujeres "ya no solo estábamos dentro de los estadios, sino también en la calle y compitiendo”, rememora.
"Entonces un grupo de amigos nos implicamos porque buscábamos sobre todo regulación por motivos de seguridad", añade. Y según su versión, la eligieron como primera secretaria general de la Federación Española de Triatlón simplemente "porque sabía más inglés que los demás".
Licenciada en Filosofía y Letras, Casado cursó entonces un máster en Dirección y Gestión Deportiva y entró "de lleno" en la gestión deportiva con el "respeto" como bandera. "Me dejo asesorar, porque no soy especialista en nada", asegura la que desde 2008 es también presidenta de World Triathlon.
Pero de políticas de igualdad en el deporte, Casado sí que es una referencia mundial tras haber sido cofundadora y presidenta de la Comisión de Deporte y Mujer del COI y haber participado en sus principales políticas, empezando por la denominada Agenda 2020.
Presidentas: 3 de 37
Este programa ha tenido como hito París 2024, que han sido los primeros Juegos con paridad entre hombres y mujeres en número de participantes. Y desde este punto, analiza con realismo y optimismo los retos pendientes.
"Hay una fuente para que estas deportistas quieran dar el paso a ser gestoras, que es lo que más necesitamos. Para la igualdad en el deporte lo que más necesitamos son lideresas y técnicas. El número de entrenadoras es bajísimo en este momento, pero tengo esperanza en esa vía, porque el número de mujeres deportistas ha subido muchísimo", comenta Casado, en un mensaje apuntalado por unos datos abrumadores.
Según el último informe [en inglés] de Sport Integrity Global Alliance's --y que recoge ONU Mujeres--, solo 24 de los 206 comités olímpicos tienen al mando a una presidenta y no llega al 29% la proporción de mujeres en los máximos órganos de las federaciones deportivas internacionales.
De hecho, de entre las federaciones de deportes olímpicos (30 de verano y siete de invierno), además de la de triatlón, solo las de golf y tenis de mesa están presididas por mujeres: Annika Sorenstan y Petra Sorling, respectivamente; ambas suecas y no por casualidad.
Y es que según un estudio del Parlamento Europeo del año pasado [PDF en inglés], el caso del país nórdico es --como Casado--, una excepción. En Suecia, el 51% de los puestos directivos en el deporte está ocupado por mujeres, mientras que ningún otro país llega al 40%. En el caso de España está en el 31% (y la media de los Veintisiete en el 22%).
En cuanto a las entrenadoras, la presencia femenina en la media continental se queda justo también en el 31%, según el mismo documento (aunque con datos de 2019 para este capítulo).
Sin citarlo expresamente, Marisol Casado apunta también a otro factor clave para recortar la desigualdad: la visibilidad. En cuanto al triatlón, la española se muestra particularmente satisfecha de haber logrado más repercusión, en particular con la extensión de las competiciones de máximo nivel, las Series Mundiales. Y en lo que respecta a la parcela ejecutiva, ella ha hecho propaganda por el hecho.
El 21 de abril dará el relevo en el organismo rector del triatlón a nivel internacional a Antonio Fernández Arimany, hasta ahora su mano derecha, y se mantendrá en el COI como miembro honorario. "No me iré del todo", concluye.
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