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Premios Oscar 2022

Premios Oscar 2022: Cuando Gijón se coló en Hollywood, 40 años de la película que cambió el cine español

'Volver a empezar' (1983) ganó el primer Oscar a la Mejor película de habla no inglesa de España
RTVE.es
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Desde el paseo marítimo de la playa del San Lorenzo al estadio El Molinón. Hace 40 años que la película Volver a empezar (1983), de José Luis Garci, convirtió Gijón en una ciudad de cine. El transitar de su protagonista, el escritor Antonio Albajara al que dio vida Antonio Ferrandis, capturó las calles y plazas más emblemáticas de la ciudad asturiana y de localidades como Deva, Cudillero o Covadonga. Unas imágenes que viajaron en rollo de celuloide hasta la meca del cine y conquistaron el corazón de Hollywood cuando la película ganó el primer Oscar a la Mejor película de habla no inglesa de nuestro cine.

En el deambular con el que Albajara visitaba sus rincones, Garci mostró la ciudad como nadie. Paseos con los que el protagonista se reencontraba con la ciudad natal de la que tuvo que despedirse mucho tiempo atrás. La cinta, estrenada un 11 de marzo de 1983, narra la historia de un hombre que, tras recibir el Nobel de Literatura, decide regresar al lugar donde nació para recupera sus recuerdos de juventud. El teatro de Jovellanos, el Hotel Gijón, un partido del Sporting en El Molinón o los viejos cines Robledo se convierten en escenario de ese viaje al pasado. Lugares muy reconocibles de la localidad asturiana que se proyectaron en medio mundo gracias a Volver a empezar y colocaron a Gijón en un punto de mira nacional e internacional.

Antonio Ferrandis y Encarna Paso protagonizan 'Volver a empezar' (1983)

Antonio Ferrandis y Encarna Paso protagonizan 'Volver a empezar' (1983)

La película también sirvió para demostrar que fuera de Madrid y de las grandes capitales urbanas, existían otros muchos lugares que capturaban la realidad de aquel país en Transición. El director ha contado en más de una ocasión que la cinta era un homenaje a aquella generación interrumpida que vivieron de jóvenes el estallido de la Guerra Civil y el comienzo, ya en el crepúsculo de sus días, de una nueva etapa democrática. Del coraje, al miedo, de la represión a la esperanza, la experiencia de tantos españoles que, como los personajes de Volver a empezar, vivieron en aquellos primeros años 80 un renacer tardío.

Una historia con un simbolismo poderoso que saltó el charco para competir en los premios de la Academia de Cine de Los Ángeles casi por sorpresa. La cinta de Garci, de hecho, no era la favorita para representar aquel año a España. Volver a empezar se impuso a grandes títulos como La Colmena, de Mario Camus, -al juicio del propio Garci la mejor de entre todas- y Demonios en el jardín, de Manuel Gutiérrez Aragón. Pero como la votación era múltiple, los partidarios de La Colmena, para no votar a Demonios en el jardín, votaron Volver a empezar y al revés. Nadie contaba, por tanto, con que Volver a empezar fuese seleccionada. Pero venció y por partida doble.

Fútbol, paisaje, amistades y amor

Gran aficionado al fútbol, Garci no perdió la oportunidad para plasmar aquí su pasión deportiva. El estadio de la ciudad o la El Mareo, la escuela de fútbol de Gijón, aparecen recurrentemente en la cinta. Tampoco faltó un partido entre los dos equipos de los que era seguidor, el Atlético de Madrid y el Sporting. Un ambiente que ayudaba a situarnos en aquella España de 1981, año en el que se ambienta la película, en el que la efervescencia deportiva por el Mundial del 82 que se celebraría un año después era parte del sentir de la sociedad del momento.

Historia de nuestro cine - Volver a empezar (Presentación)

En Volver a empezar el relato es sereno, luminoso y esperanzador. Una historia de amor entre un hombre y una mujer que empiezan de cero una nueva vida, pero también de amor entre amigos, de fraternidad y de amor al paisaje y la tierra (a Asturias y a un país entero) de la que muchos tuvieron que huir sin quererlo.

El cineasta se alejó de aquellas miradas oscuras de películas anteriores como Solos en la madrugada (1978), Asignatura pendiente (1977) o su aclamadísima El crack (1981), considerada por algunos la mejor película española de todos los tiempos y con la que Garci parecía estar abriendo las puertas al universo hollywoodiense, y se adentró, sin dejar su firma de autor, en una película personal que estaba, al mismo tiempo, pensada para el publico general.

Su victoria en la ceremonia de los Oscar de 1984 abrió las puertas de nuestro cine a la mirada internacional e hizo que, por fin, el foco de la Academia se posara en la nueva generación de cineastas y productores españoles como Fernando Trueba, Alejandro Amenábar y Pedro Almodóvar, los otros tres directores españoles que, años después, también lograron la deseada estatuilla de oro.

Historia de nuestro cine - Volver a empezar