"La incertidumbre es lo que nos hace volar", dice el cineasta Manuel Martín Cuenca, el nuevo invitado de Días de Cine. Hace ya bastante tiempo que grabamos con él. Allá por junio. Las agendas de uno y otros son las que son y a veces pasa un buen tiempo desde que grabamos hasta que podemos emitir el resultado. Además “La hija” se ha retrasado en su estreno un par de veces, por lo que, si veis a Manuel Martín Cuenca en estos días, en manga corta, ya sabéis la razón.
Ahora os digo que en la Sala Azcona de Cineteca estaba además el aire acondicionado a tope y que no hacía calor precisamente. Con “La hija” en salas ya, la charla con su director puede sonar extraña, pues habla tanto del rodaje inmediatamente pasado, como del estreno en el “próximo otoño”.
Brutal suspense psicológico
Aprovecho para aconsejar ver la película, de una rara y delicada precisión formal, como por otro lado, todas las películas de este cineasta atípico, fuera de norma. Durante nuestra charla, de casi una hora, que podéis ver integra aquí, charlamos de su película, claro, y de sus anteriores trabajos, La flaqueza del bolchevique, el documental El juego de cuba, Caníbal, El autor o La mitad de oscar, la película que para Manuel Martín Cuenca supuso un antes y un después, pues tras decidir convertirse en su propio productor, todo cambió.
Lo más revelador de la charla no es nada concreto sobre sus películas, que es por otro lado tremendamente interesante, sino todas las disquisiciones sobre el cine, el estilo, el lenguaje, la forma… todo eso que ha llenado libros y libros de teoría del cine durante décadas. Debo decir que, durante la charla, en muchos momentos las respuestas de Manuel Martín Cuenca me recordaban a las que John Ford daba a Peter Bogdanovitch: lacónicas (bueno, en esto no se parece a Ford) y desmitificadoras sobre esas cosas tan importantes que llenan desde hace décadas los libros de teoría del cine: el estilo, el lenguaje, “la forma”.
Tráiler La hija
"Todo eso que llamamos lenguaje, son convenciones"
Siendo como es un cineasta con signos evidentes de esas cosas, estilo, lenguaje y forma, Manuel Martín Cuenca viene a negarlo, no sin cierta sorna, casi todo, pero muy bien argumentado, por lo que aconsejo de nuevo ver, y escuchar, la charla que mantuvimos. Y con todo, en la negación está al mismo tiempo la afirmación. Y no estoy haciendo un juego de palabras. Igualmente, revelador es oírle hablar de sus trabajos documentales y como le han servido para su trabajo en ficción. Podéis ver La hija (2021) en salas.
No es sol una estupenda película sobre la condición humana y sobre las cosas que hacen personas que aparentemente y en principio son eso que llamamos “normales”, sino que, además de tener a dos excelentes actores como Javier Gutiérrez y Patricia López Arnaiz como protagonistas, está realizada con tiralíneas, y rodada en un espectacular paisaje de la serranía de Jaén