Las nominaciones a los Goya 2022 han devuelto a la actualidad una de las películas más premiadas (y nominadas) del cine español: Los días contados (1994). La cinta de Imanol Uribe, que RTVE Play ha recuperado e incorporado a su catálogo en Somos Cine, ostentaba el récord de nominaciones en la historia de los Goya, hasta que el pasado 29 de noviembre El buen patrón (2021), de Fernando León de Aranoa le arrebató el puesto.
El filme, que cuenta con uno de los repartos más brillantes del celuide patrio -Javier Bardem, Carmelo Gómez, Karra Elejalde o Candela Peña, entre otros- fue nominado en 19 categorías, de las cuales se hizo con ocho. Uribe fue premiado en los Goya como mejor director, el protagonista de la película Carmelo Gómez como mejor actor, Javier Bardem mejor actor secundario (premio que también recibiría en el Festival de San Sebastián) y Ruth Gabriel que da vida a Charo obtuvo el Goya a la mejor actriz revelación.
Ruth Gabriel y Candela Peña en 'Los días contados' (1994)
Un thriller pasional
Los días contados es una historia de amor imposible, llena de personajes al límite, adaptación de la novela homónima de Juan Madrid. Antonio (Carmelo Gómez) es un etarra que trabaja, como tapadera, de fotógrafo de prensa. En el edificio conoce a Charo, su vecina, una joven drogadicta que coquetea con la prostitución y de la que Antonio se enamora.
Mucho antes de que Icíar Bollaín se plantease abrir nuevas miradas ante quienes formaron parte de la banda terrorista con Maixabel (2021), Los días contados de Uribe ya trató de plasmar en la pantalla una realidad parecida. Aunque en 1994 la realidad era diferente, la banda terrorista ETA seguía matando en aquellos años y la película, a pesar de obtener un gran número de premios, fue despreciada por una parte de la crítica, que no entendió la humanización del terrorista al que daba vida Carmelo Gómez.
Pepón Nieto y Javier Bardem en 'Los días contados' (1994)
Una trama que, de hecho, no aparece en el libro, pero que Uribe -cuyo cine está indisolublemente unido al País Vasco, la tierra de sus padres- decidió incorporar en la película. Según declaraciones de Uribe en varias entrevistas de la época, la película no habla de ETA, sino de un personaje que pertenece a ETA y dos seres opuestos que comparten una situación de marginados de la sociedad, que viven al límite, que tienen sus "días contados".
“Cada uno tiene sus propios fantasmas y los míos van un poco por ahí, por la realidad de Euskadi y me gusta reflejarla en mi cine”, explicaba en una entrevista al Diario Vasco, años después. Un trazo que ya se vió en suss tres primeros filmes, los cuales no dejaban lugar a dudas sobre sus preferencias: El proceso de Burgos (1979), La fuga de Segovia (1981) y La muerte de Mikel (1984).
Un, siempre, brillante Javier Bardem
Los días contados también supone un reconocimiento más en la carrera de Javier Bardem, que, tras sus éxitos de la mano de Bigas Luna, gana en San Sebastián la Concha de Plata a la mejor interpretación masculina por su papel. Bardem se mete aquí en la piel de Lisandro, un yonqui capaz de vender a su madre por un chute de heronía. Un papel que se alejaba de los clichés de hombre atractivo y seductor en los que vemos una lograda transformación.
'Los días contados', (1994), Imanol Uribe
Imanol Uribe nos sumerge en Los días contados en una tragedia urbana que merece la pena ser revisitada. Acción, sexo y costumbrismo barriobajero para disfrutar en hora y media. No te la pierdas, ya disponible en RTVE Play. La mayor plataforma de cine español en abierto y sin suscripciones.