Carey Mulligan es una actriz bellísima, elegante y, hasta ahora, discreta. Pero, como Promising young woman, la película por la que esta noche estaba nominada al Oscar, 2021 ha sido el año en el que decidía romper el silencio. Estatuilla o no, su entrada en la alfombra roja se ha convertido en un clásico instantáneo: de mano de la firma Valentino, realizado en organdí y terminado con una cascada de lentejuelas doradas, su vestido es toda una declaración de intenciones. 'Bañada en oro', como el premio más famoso, llegaba a la alfombra vestida para ganar.
Carey Mulligan, espectacular sobre la alfombra roja AK PM DC DA RA LB CV
Y no ganó en premios, pero sí en estilo. Lo suyo siempre ha sido la moda con mayúsculas, con grandes firmas y piezas especiales, alejada de estridencias y de tendencias rabiosas. Y su apuesta por la firma que ahora dirige Pierpaolo Piccioli parece reflejar su propia historia: con un pasado conservador, este año se ha puesto las pilas para incorporarse en una narrativa que hable al presente y mire hacia el futuro. Y, como ha sucedido con Valentino, parecía que nadie iba a quedarse contento: para unos Promising young woman, un grito propio de la era del #MeToo, es demasiado explícita y radical; para otras, llega demasiado tarde. Pero, igual que su protagonista, la película ha entrado en los Premios Oscar por la puerta grande ganando el premio a mejor guion original. Hace preguntas, da que hablar, y su actriz protagonista hace un papel impresionante.
Carey Mulligan en la alfombra roja de los Oscar 2021
Carey Mulligan, de la plata al oro ganador
Carey Mulligan nos enamoró a todos con su Daisy Buchannan de El gran Gatsby, vestida de Prada, y de Prada la hemos visto en estos meses de festejos virtuales. En la gala de los Premio SAG y en la alfombra roja de los Globos de oro llevaba diseños de la firma italiana, y ahora para los Oscar ha apostado por el oro: ha cambiado Prada por este 'vestidazo' de la casa Valentino, que también ha vestido en esta ocasión a Laura Pausini.
Carey Mulligan, impresionante en un vestido de Prada
Carey Mulligan y el músico inglés Marcus Mumford. aFP
La pasada década fue suya: la vimos en An Education, en El Gran Gatsby, en Drive, en Shame, parecía que una película no era película sin el rostro de Carey Mulligan, que se dio a conocer en un discreto episodio de la serie Doctor Who que, sin saberlo, la catapultó al éxito. Ha seguido trabajando sin descanso y, ahora, Promising young woman la ha vuelto a poner en el objetivo. Y, en lo que a seguir viéndola lucirse respecta, a nosotros nos encanta.
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