Hemos llegado al ecuador de Maestros de la Costura y la cosa está que arde en el taller más exigente de la televisión. Nos hemos despedido de Fermín, y hemos recuperado a Ancor, que se marchó por la ya famosa prueba de la moda trap.
Ya vamos por la mitad de concurso y las relaciones entre aprendices van quedando en evidencia. Sobretodo las malas,que todas tienen un protagonista en común: Lluís. Es cierto que en la última gala, como aprendiz fue perfecto, se salió tanto en la prueba individual como en la prueba exterior, demostrando dotes de liderazgo y demostrándole a los jueces su máximo nivel hasta la fecha. Fue el mejor de ambas pruebas y así se lo reconoció Caprile, que se quedó más que satisfecho con él y con todos los concursantes. Pero Lluís no supo saborear la victoria como se debe, y sacó a relucir su peor faceta, y por primera vez en en Maestros de la Costura, Raquel Sánchez Silva le tuvo que poner en su sitio.
Lluís nos enseña su lado oscuro
Gabriel estuvo todo el rato en el punto de mira de Lluís y aunque parecía que habían hecho las paces en programas anteriores, las diferencias entre ambos aprendices volvieron a surgir en la prueba de exteriores.
Como Lluís fue el mejor puntuado en el primer reto, tuvo su recompensa después. Le dieron a elegir entre contar con un aprendiz más en su equipo o la elección el traje a confeccionar. Se quedó con Javier y Laura aunque se acordó bastante de Gabriel, pero a malas: “A Gabriel no lo quiero en el equipo, somos personas muy distintas. Tiene una manera de ser que no puedo…”.
Gabriel no dudó en reprocharle sus palabras: “Somos compatibles completamente, pero que hable tan mal y que me insulte tanto no va conmigo para nada. Él es intransigente, su palabra es ley y si no puede defenderla va a insultar o gritar”. Empezaba el primer ‘round’ entre ambos.
El segundo ‘round’ se desarrolló en la prueba de eliminación. Desde la barandilla, Lluís gozaba de su segundo ‘bonus’ de la noche por ser el mejor jefe de taller. Los jueces le concedieron la oportunidad de elegir las prendas con las que trabajarían los aprendices que se jugaban la expulsión. Fue benévolo con Fermín, Mily y Yelimar, eligiendo prendas largas para que pudieran reconvertirlas, pero fue malo con Gabriel. Le dio la prenda de látex, la más pequeña de todas y la más compleja para trabajar.
Lluís vuelve a enfrentar a Gabriel a la pesadilla del látex
Raquel Sánchez Silva pone a Lluís en su sitio
La expulsión de Fermín pilló por sorpresa a Lluís, porque esperaba y deseaba que se marchara Gabriel, y al ver que se quedaba, soltó la bomba en tono desafiante: “Quizás me lo pueda replantear e irme con Fermín. Lo siento mucho pero la convivencia con Gabriel me es imposible”.
Lluís, a punto de abandonar el taller
Antes de que siguiera con su discurso provocador, Raquel le paró los pies para decirle lo que a más de uno le hubiera gustado: “Quiero pensar que es impulsivo, te estás dejando llegar por el ahora, y no es justo ni con el programa, ni con los compañeros, ni con los jueces… ni siquiera conmigo". La cara del aprendiz era todo un poema, pero ya le vamos conociendo y siguió en su linea: “No me voy porque se vaya Fermín, es por no seguir viendo a Gabriel. Imagínate hasta qué punto hemos llegado para que yo diga ‘stop’”.
Por supuesto, Caprile también le advirtió por sus palabras precipatadas: “Es un concurso de costura, no de convivencia”. Pero aquí no acababa la cosa porque el aprendiz seguía en sus trece para sacar la faceta más seria de Raquel: “Ni estás acertando, ni es el momento, ni es el lugar… No lo hagas, no tengas una pataleta. No aquí. No ahora…”
Un discurso para enmarcar que dejó a Lluís sin palabras y se ha llevado el aplauso de los seguidores en redes sociales. Una vez pusieron fin al innecesario berrinche de Lluís, despidieron a Fermín como de verdad se merece.