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Zahara y sus intentos de suicidio en 'Suicidio, el dolor invisible': "No quería seguir sufriendo"

RAQUEL ELICES
5 min.

Cuando tenia 16 años, Zahara pensó que suicidarse era la única vía que podía frenar su dolor. "No es que no quisiera vivir, es que no quería seguir sufriendo. Intenté varias cosas, pero obviamente no pasó nada". La artista de Úbeda confiesa su historia en Suicidio, el dolor invisible, la serie documental, ahora convertida en película, producida por RTVE Play que aborda en primera persona una realidad que aún sigue cargando con un enorme estigma social. En su caso, las ideas suicidas surgieron tras haber sufrido años de acoso escolar o bullying, hoy considerada por la OMS la primera causa de suicidio entre jóvenes de todo el mundo.

Durante décadas, el silencio se convirtió en la norma para enfrentar estos casos. Los medios de comunicación no abordaban el suicidio porque se creía que hacerlo podría provocar un efecto contagio. "Es muy duro, porque nadie te lo explica. Yo no pude hablar con nadie y me hace mucha gracia eso de que hablar del suicidio incita al suicidio", explica Zahara en el primer capítulo titulado La chica de las cicatrices. "Si yo hubiese tenido referentes que hablaban de esto, hubiera entendido lo qué me pasaba y habría entendido que esa llamada de atención que yo buscaba hacer podía haberla sustituido por algo menos agresivo. Una terapeuta que me hubiese guiado para sacar eso que tenía sin tener que pasar por esa violencia, que para mi era la única solución".

Zahara habla sobre su intento de suicido en 'Suicidio, el dolor invisible'

"Quería ver de qué manera morir que no me doliese"

Como explica Sergio Tubío Rey, bombero de la Unidad de Intervención en Tentativa Suicida de Madrid, el sufrimiento que tienen les hace ver la muerte como una opción de escape y resolución de sus problemas, pero eso no significa que no sepan que tienen cosas buenas en la vida. "Cuando recuerdo esa época, sé que yo quiero seguir viva, quiero seguir con mi familia y seguir haciendo las cosas que me gustan, pero veo que no es posible porque cada mañana cuando voy al colegio tengo un ataque de ansiedad y prefiero ponerme enferma a ir", explica Zahara.

Fue entonces cuando empezó a prestar atención a noticias y conversaciones sobre el suicidio. "Noticias sobre un médico que dice que tal medicación no e puede juntar con tal otra, y pienso, tengo que buscar esa medicación para que me pase eso a mi. Quería ver de qué manera podía morirme que no me doliese, que no me enterase, que no fuese un sufrimiento", confiesa.

Zahara en el videoclip de 'Taylor' de su disco 'Puta' (2021)

Colocar el dolor, encontrar el lenguaje

Afortunadamente, las tentativas de Zahara no dieron resultado. La música se convirtió en el vehículo de expresión y comunicación de aquel dolor, un sitio seguro, un nuevo lenguaje en el que comenzó a dar salida a todas aquellas emociones que no era capaz de contar a los demás. Primero como letras de canciones, después a viva voz. "Sentí que si ya lo había hecho canción, por fin lo iba a poder contar, no necesitaba intentar suicidarme. A veces no tienes las palabras para expresar algo como quiero suicidarme y si tu no sabes decir eso o están abusando de mi, me están haciendo la vida imposible en el colegio, no quiero vivir la vida que estoy viviendo, tienes que encontrar otro leguaje. A veces es la pintura, la escritura o la música", admite.

La catarsis: de las primeras canciones a Puta

Aquel fue el comienzo de una liberación de su dolor que continuó trabajando durante años. Con su último disco Puta (2021), Zahara parece haber conquistado la libertad total para romper con todos los silencios que arrastraba. "Una noche, que estaba relajada en casa, me puse música, estaba medio bailando y cogí el ordenador y me puse a escribir. Tras semanas encerrada, fui transformando esos textos en canciones, a veces con metáforas mas o menos claras y directas. Hay un bruto salvaje de lo que luego fueron las canciones de Puta. A medida que las canciones eran más explicitas, hablando de violencia, abusos, maltrato... una parte de mí se sentía mejor, pero otra parte se iba hundiendo al ver que lo que he vivido era real".

"Para mi, haber tenido la música como una vía de escape donde expresar mi dolor es una fortuna. Es un escondite que permite ser yo misma en un sitio", explica. Por eso, cuando le preguntan que siente en el escenario, Zahara siempre responde lo mismo: "Me multiplico por mi misma. Es el lugar donde puedo ser todas las Zaharas que he reprimido en mi vida. El lugar donde dejarme ir y dejarme ser", concluye. Aquí tienes el episodio completo:

Suicidio. El dolor invisible - Episodio 1: La chica de las cicatrices - Ver ahora

Dónde ver Suicidio, el dolor invisible

La serie documental y la película, originales de RTVE Play, están dirigidas y escritas por Conchi Cejudo. La serie consta de cuatro capítulos que ya puede verse en la plataforma gratuita de RTVE. Suicidio, el dolor invisible es un proyecto 360 realizado en colaboración con The Story Lab para RTVE Play, que cuenta con otras dos piezas transmedia para el canal Playz y un podcast de tres capítulos para RTVE Audio.

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