El coronavirus rompió el año pasado todos nuestros esquemas. La pandemia nos ha puesto contra las cuerdas y nos ha obligado a reinventarnos en todos los ámbitos de nuestra vida. El amor en tiempos de coronavirus parecía imposible y, cuando ya lo dábamos todo por perdido, la magia de las redes sacó a la luz las historias más románticas del 2020 y las convirtió en virales para que el mundo fuera testigo de ellas. En el mes del amor por excelencia, recordamos las más inolvidables.
Stefano y su acordeón
El pasado mes de noviembre se viralizó la imagen de un anciano tocando su acordeón justo en frente del hospital de la localidad italiana de Castel San Giovani. El protagonista de la historia era Stefano Bozzini. Su esposa, Carla Sacchi, había ingresado por coronavirus. Esto no frenó a Stefano, que quiso acompañar a su amada en la distancia a través de su música.
Stefano y Carla no se habían separado nunca en sus cuarenta y siete años de matrimonio. Poco después de que la imagen se viralizara, la alcaldesa de la localidad comunicaba la peor de las noticias. "Hoy, la enfermedad ha roto su abrazo y me gustaría dirigir un pensamiento especial a ambos, en la emoción de toda la comunidad de Piacenza", escribió confirmando su fallecimiento. El desenlace nos rompió el corazón, pero, a pesar de que no fue el final que todos deseábamos, el gesto de Stefano recorrió el mundo y nos regaló una de las historias más emotivas de la pandemia.
La chica de la azotea de Jeremy Cohen
Encontrar el amor en pleno confinamiento parece tarea imposible. No para Jeremy Cohen, un joven fotógrafo de Brooklyn que decidió ocupar su tiempo libre tomando imágenes de sus vecinos, hasta que una chica que estaba bailando en la azotea llamó su atención. Era Tori Cignarella. Él la saludó en la distancia y ella le devolvió el saludo. Ninguno era consciente en aquel momento de que acababa de empezar su historia de amor.
Jeremy tiró de originalidad y recursos y le mandó su número de teléfono a través de un dron. Tori le mandó un mensaje y concertaron su primera cita: una cena romántica por videollamada. En su segundo encuentro el fotógrafó se las ideó para poder verla cumpliendo todas las medidas de seguridad y se enfundó en una burbuja de plástico para pasear junto a ella por las calles de Nueva York.
"Estoy disfrutando de haber conocido a una persona increíble. Normalmente no tomo estos riesgos, pero estar encerrado en una caja me inspiró, me puso creativo y me hizo conectar con alguien más", confesó el protagonista a través de sus redes sociales.
Joseph y Eve Loreth
215 días estuvieron separados Joseph y Eve Loreth. Esta entrañable pareja de octogenarios llevaba siete meses sin poder abrazarse por las restricciones del coronavirus. Imposible no emocionarse con su reencuentro.
"Te he echado de menos", "te quiero", se decían mientras lloraban emocionados. Joseph Loreth ingresó en el hospital en marzo por una enfermedad por la que tuvieron que amputarle una pierna. Por esa razón pasó varios meses en rehabilitación, un período en el que su esposa Eve no pudo ir a visitarlo. La pareja, casada desde hace sesenta años, se mantuvo en contacto por vía telefónica y a través de una pequeña ventana desde la que se podían ver de vez en cuando a distancia. Después de un tiempo, ella ingresó en la misma residencia donde se encontraba él.
El amor no tiene edad
Ni el coronavirus ni la distancia frenaron a Karsten Tuechsen Hansen, alemán de 89 años, ni a la danesa Inga Rasmussen, de 85. Los dos viudos iniciaron un romance que han decidido mantener pesa a las adversidades. El cierre de fronteras entre Dinamarca y Alemania complicó sus encuentros, pero no impidió que pudieran verse.
Todos los días ella conducía desde Gallehus (Dinamarca), donde reside, hasta la frontera de Aventoft. Él, residente en Süderlügum (Alemania), recorría el camino en bicicleta eléctrica hasta llegar a su encuentro. "No hay duda, el amor continúa... Es muy bonito poder vernos una vez al día. No podemos abrazarnos ni besarnos, pero ella está aquí y podemos contarnos las novedades", aseguró Karsten a los medios que acudieron allí asombrados por su bonita e inspiradora historia.
La propuesta del EPI
El protagonista de esta historia es Giuseppe Pungente, un enfermero italiano que ha vivido la pandemia trabajando en primera línea. Ya lo dicen, al mal tiempo, buena cara. Eso fue lo que debió pensar Giuseppe cuando decidió pedirle matrimonio a su novia en medio de todo el caos.
"Carmeli, ¿te quieres casar conmigo?", se puede leer escrito en negro en la parte de atrás del su EPI. Él mismo publicó la fotografía en sus redes sociales sin saber que acabaría siendo viral. Por suerte, ella contestó que sí y su historia terminó con final feliz.
La Vecina Rubia y su Duque
Miguel Ángel Silvestre se ha propuesto conquistar a La Vecina Rubia y no va a parar hasta conseguirlo. Eso sí, parece que va por buen camino porque ¡el chat del grupo de amigas está que arde!
El amor virtual entre el actor y la popular influencer anónima ha acaparado la atención de las redes y millones de usuarios han sido testigos de su tonteo durante los últimos meses. Después de intercambiar muchos mensajes, Miguel Ángel Silvestre le pidió una cita públicamente a través de un vídeo en su cuenta de Instagram.
"Situación sentimental: hiperventilando viendo las historias de Miguel Ángel Silvestre y deseando que nos tomemos ese café. Gracias por tanto cariño en tus palabras, Duque y un abrazo para mi suegri", contestaba ella.
¿Habrá encuentro próximamente? ¡Lo estamos deseando! De momento sabemos que ha habido intercambio de números de teléfono. Mientras tanto, seguiremos haciéndonos ilusiones, que seguro nos quedarán preciosas.