- Una dorada grande sin escamas
- Mantequilla
- Pimienta negra
- Hinojo
- Sal gruesa
- Manojo de menta
- Manojo de perejil
- Ají molido (opcional)
- 1 pimiento rojo
- Huevos
- Mostaza
- Vinagre
- 1 naranja
- Piñones
- Alcaparras
- Rabanitos
- Cebolla tierna
- Aceite de oliva
- Sal
| - Quita las escamas de tu pescado o pídele al pescadero que las quite
- Rellena el pescado con nueces grandes de mantequilla, pimienta negra y unos cuantos trozos de hinojo
- Coloca la sal gruesa en un bol grande, pica la menta y el perejil e incorpóralos a la sal. Añade ají molido, pimienta negra, un pimiento rojo picado finito y una clara de huevo por cada kilo y medio de sal que hayas usado
- Sobre una bandeja de horno, forma una capa fina de sal (de poco menos de un dedo de grosor) y coloca la dorada encima. Pega al pescado la sal que haya sobrado por los lados. Cúbrelo con más sal, empezando por la cola y sin dejar huecos, hasta cubrirlo por completo
- Hornea a 200ºC unos 25 minutos por cada kg de pescado crudo
- En un bote de cristal, añade un chorro de mostaza y otro de vinagre, el zumo de media naranja, un toque de sal, un gran chorro de aceite de oliva virgen extra, un puñado de piñones y otro de alcaparras y unos rabanillos cortados en trozo bastos. Cierra el bote y mézclalo bien: ya tienes la ensalada lista
- Saca la dorada del horno. Con un cuchillo grande, pega unos golpecitos por los costados de la costra hasta poder levantar la parte superior, como si de una tapa se tratara. Retira la piel del pescado, córtalo en lomos y colócalos en platos. Sirve con tiras finas de cebolla tierna, la ensalada y un toque de pimienta negra
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