- 6 tazas de leche
- 2 cucharadas de mantequilla
- 2 cucharadas de aceite de oliva
- 1 taza de harina de trigo
- 2 cucharadas de almidón de maíz
- Queso Tetilla
- Sobrasada
- Rebozado Gipsy 1: un puñado grande de perejil, 2 ajos, 3 o 4 guindillas y pan rallado
- Rebozado Gipsy 2: maíz frito, copos de maíz y pimienta blanca
- Harina
- Huevos
- Miel
- Pimienta negra
- Sal
| - Pon 6 tazas de leche entera a calentar en una olla
- En otra olla y a fuego muy bajo, derrite dos cucharadas de mantequilla y dos cucharadas de aceite de oliva. Una vez derretidas, añade una taza de harina de trigo. Remueve. Si ves que te queda muy seca, vierte un poquito más de aceite
- Después de unos 5 minutos removiendo a fuego lento habrás conseguido una textura cremosa y homogénea: la harina ya está prácticamente cocinada. Salpimenta y deja enfriar (paso importante para que no se formen grumos)
- Añade un par de cucharadas de almidón de maíz y mezcla bien
- Sin dejar de remover con unas barillas, incorpora poco a poco la leche. Te aconsejamos que pidas ayuda en este paso ;)
- Vuelve a colocar la olla en el fuego y remueve durante 20 minutos a muy poca potencia
- Cuando la masa se despegue de las paredes de la olla, retírala del fuego. Añade el power, es decir, queso Tetilla cortado en cuadraditos chiquitos y sobrasada troceada con las manos. Remueve sin mezclar demasiado, porque cuando comas la croqueta querrás encontrar trozos distinguibles de cada ingrediente
- Pon la masa en un recipiente, cúbrela con papel film y enfría en la nevera hasta que tenga una consistencia firme pero manejable, mullida y esponjosa pero que no se pegue a las manos (más o menos media hora)
- Para rebozar podrías utilizar pan rallado de toda la vida, pero te proponemos dos alternativas Gipsy style: para la primera, tritura un puñado grande de perejil, dos ajos cortados al medio, 3 o 4 guindillas y unas cuantas cucharadas de pan rallado. Para la segunda, tritura maíz frito, copos de maíz y pimienta blanca
- ¡A freír! Coge una bola de masa del tamaño de una nuez, pásala por harina, trabájala un poco en la mano y dale la forma que quieras; pásala otra vez por harina. Pasa la (futura) croqueta por huevo batido con un buen chorro de miel y, finalmente, por pan rallado o alguno de los rebozados Gipsy. Si quieres asegurar el tiro, vuelve a pasarla primero por el huevo y después por el rebozado
- Fríe en aceite muy caliente, dejando caer la croqueta bien cerca del aceite para no quemarte. ¡Y a disfrutar!
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