Toda los medios se hace eco hoy de la decisión que han tomado Harry y Meghan respeto a la prensa inglesa. En una carta enviada a los diaros The Sun, The Mirror, The Mail y The Express les comunican que no volverán a tener relación con ellos y que no responderán al teléfono ni a los correos electrónicos.
"El duque y la duquesa de Sussex no se involucrarán con su publicación", dicen en la carta. "A medida que el duque y la duquesa de Sussex han comenzado una nueva etapa de sus vidas y ya no reciben ningún apoyo financiado con fondos públicos, pedimos establecer una nueva política de relaciones con los medios. Esta decisión no trata de evitar las críticas ni las informaciones de caracter público, ni de censurar documentos. Los medios tienen todo el derecho de informar y, de hecho, tienen una opinión sobre el duque y la duquesa de Sussex, ya buena o mala. Pero la información no puede basarse en una mentira".
Las reacciones no se han hecho esperar. Las primeras, las de Ian Murray, director ejecutivo de la Sociedad de Editores del Reino Unido: "Creo que es falso decir que hay documentos que dicen mentiras. En algunas ocasiones han tenido que corregir alguna información, pero han sido pocas veces. Lamentablemente, lo que tenemos aquí es una pareja rica, poderosa e importante a la que no le gustan las críticas".
Otros apuntan a una estrategia ya que este viernes 24 de abril comienza en Londres el juicio de los duques de Sussex contra la prensa británica, para el que aportan todos los mensajes que el príncipe escribió a su suegro poco antes de la boda de la pareja, y se dice que la pareja podría recibir un duro golpe. "La carta es completamente ridícula porque saben que de todos modos esta informción va a salir", añade Murray.
Los hechos se remontan a febrero de 2019, cuando los tabloides sensacionalistas hablaron de la presunta 'tensa' relación entre Meghan y su padre, Thomas Markle, publicando una carta personal para intentar decirle cómo se sentía tras no poder contactar con él y enterarse por la prensa de que le había dado un infarto.
"Me has roto el corazón en un millón de pedazos. No solo te he querido, protegido y defendido, ofreciéndote todo el apoyo financiero que he podido, preocupándome por tu salud y siempre preguntándote cómo podía ayudarte. Así que la semana de la boda fue horrible enterarme a través de un tabloide que te había dado un infarto. Te llamé y te mandé mensajes. Te rogué que aceptaras ayuda, mandamos incluso a alguien a tu casa. Y en lugar de hablar conmigo o aceptar esto o cualquier otro tipo de ayuda, dejaste de contestar al teléfono y preferiste hablar solo con los tabloides", decía en la carta que se publicó.
Hoy Meghan y Harry se dirigen a esos cuatro tabloides para retirar el canal de comunicación profesional pero dejan abierta la colaboración con otros medios. "Esto no es de ninguna manera una política general para todos los medios. El duque y la duquesa de Sussex están ansiosos por trabajar con periodistas y organizaciones de medios de todo el mundo, interactuando con los medios de base, los medios regionales y locales, y los periodistas jóvenes y prometedores, para destacar los problemas y las causas que tanto necesitan ser reconocidas".
Los duques están en Estados Unidos por varios motivos y entre ellos están los problemas con la prensa. Harry no quiere que su mujer y su hijo Archie vivan el calvario que pasó Diana de Gales y también él y su hermano. "Los duques de Sussex han observado que la vida de gente que ellos conocen, así como de gente desconocida, ha quedado destrozada sin ninguna razón, por chismes salaces para mejorar los ingresos por publicidad", dicen también en la carta. Se dice que la primera obligación del periodismo es la verdad. El duque y la duquesa de Sussex están totalmente de acuerdo. ¡Esperamos que nuestra decisión se escuche y respete!", dicen para teminar la carta.
Del anonimato a la noticia y del silencio a la entrevista. Meghan Markle y Harry acaban de instalarse en Los Ángeles y lejos de tener una vida alejada de las cámaras y la popularidad se están convirtiendo en foco de atención, aunque por causas muy nobles. Nada qué ver con los cuchicheos de las crónicas sociales y las revistas del corazón.
Este lunes Meghan ha sido la invitada del programa Good Morning America, de la cadena ABC, presentado por Robin Roberts, George Stephanopoulos y Michael Strahan, para hablar de elefantes. Sí, elefantes. La actriz, famosa en el mundo entero por su personaje de Rachel Zane, en la serie Suits, ha colaborado en el documental titulado Elephant prestando su voz. El documental acompaña a la elefante Shani y a su hijo Jojo en un viaje de miles de kilómetros a través del desierto del Kalahari, como hace lustros hacían sus ancestros.
Fragmentos del documental y entrevista con Meghan Markle.
Ella es la narradora, humizando a los elefantes para poner el foco de atención en los peligros que corren, y aceptó el trabajo con una sola condición: que la productora hiciera una donación a la ONG Elefantes Sin Fronteras. Todo surgió durante el viaje que los duques de Sussex hicieron en 2017 a Botsuana. Allí conocieron los problemas a los que se enfrentan estos animales y con el trabajo de la ONGs que luchan para defenderlos de los cazadores y cuidarlos.
Una de ellas fue Elephants Without Border con la que colaboran los directores del documental, Vanessa Berlowitz y Mark Linfield. Ellos fueron, según contaron más tarde, los que convencieron a Meghan y Harry de la importancia de su ayuda, dada su fama e influencia. El documental se estrena ahora en el Reino Unido pero la actriz no puede estar con ellos y por eso ha aceptado a estar en el famoso programa de televisión y apoyar así el lanzamiento.
Del silencio a la entrevista y del anonimato a la noticia. Meghan y Harry han sido grabados hace unos día a gente necesitada y personal que trabaja con esta asociación. Una cámara recogió su llegada con guantes y mascarilla y volvió a grabarlos tres días después, porque repitieron la experiencia."Ese día continuaron entregando comidas y lo hicieron de forma discreta", dijo el director.