El 31 de enero de 2020, España confirmaba su primer caso de COVID-19 en un turista alemán en La Gomera. Lo que se percibió desde un primer momento como una situación aislada, pronto transformó la vida de millones de personas. Los sistemas sanitarios, económicos y sociales de todo el mundo se pusieron al límite por un virus que se expandió con una rapidez vertiginosa.
El 3 de marzo se confirmó el primer fallecido y 11 días después, con cerca de 6.000 positivos y 136 muertos, el Gobierno decretó el estado de alarma e impuso un confinamiento inédito en la historia de España. En las jornadas La ciencia frente al Covid-19, cinco años después de Radio 5, respondemos a algunos interrogantes que todavía rodean a la pandemia, como las teorías sobre su origen, la importancia de las vacunas y las secuelas psicológicas.
Los primeros días de la emergencia
La ministra de Ciencia, Innovación y Universidades, Diana Morant, nos cuenta cómo fue gestionar esta emergencia como alcaldesa de su ciudad, Gandía. "Tomar la decisión de sacar a la gente de las calles para protegerse fue una decisión compleja de explicar, fueron momentos de mucho miedo". Después del terror inicial de los primeros días, Morant explica que la pandemia se convirtió en la experiencia más importante de divulgación científica, porque todos nos sentábamos frente a la televisión para conocer la evolución del covid. "En aquel momento, la ciencia de calle le ganó a la negación de la ciencia", subraya la ministra.
Morant es optimista ante el futuro de la ciencia en España y considera que, frente a futuras emergencias, estamos más preparados que nunca. "En España no fabricábamos mascarillas ni vacunas humanas, pero llegamos a diseñar y fabricar una propia". La ministra insiste en que la ciudadanía se ha convertido en una gran defensora de la ciencia, "porque descubrimos el gran valor que tiene" y se atreve a aventurar que, dentro de 5 años, "estaremos mejor que ahora".
La desinformación sobre su origen
Los expertos coinciden en que todo apunta a que el origen proviene de la transmisión del murciélago a otros animales del mercado de Wuhan. “Se han podido ver las homologías de este virus con los detectados en animales que estaban presentes en el mercado”, explica Víctor Briones, catedrático de Sanidad Animal de la Universidad Complutense de Madrid y experto en zoonosis.
Amós García Rojas, expresidente de la Sociedad Española de Inmunología, coincide en que la teoría de que el virus se escapó de un laboratorio no tiene ninguna evidencia ni soporte sólido. “Lo único que contribuye esa idea es a crear más desconcierto, más caos a una situación ya de por sí bastante caótica".
Sonia Vázquez, investigadora del Centro Nacional de Microbiología, apunta que lo más plausible es que sea una zoonosis, pero explica que los coronavirus suelen tener un intermediario: “No van del murciélago al humano. En el mercado de Wuhan se detectaron varias especies portadoras del virus y no se sabe concretar, pero todo apunta a que el reservorio natural sería el murciélago”.
La vacunación de Araceli cambió la percepción de la pandemia
La pandemia nos recordó que somos vulnerables. Frente a esa vulnerabilidad se vacunó Araceli Hidalgo, la primera persona que recibió la dosis contra la COVID-19 en España. "Supuso el punto de inflexión más importante. Hay un antes y después en la evolución de la pandemia. Tras la oscuridad vino la luz", sostiene García Rojas. "Ojalá hubiera llegado antes, porque hay que ser consciente de que esas vacunas llegaron pronto, pero había una base y estudios sobre la aplicación del ARN mensajero".
Sonia Vázquez apunta a que todos se unieron para intentar ayudar a la sociedad, aunque reconoce que hubo momentos críticos y de falta de reactivos, "pero es verdad que salimos adelante". El catedrático Víctor Briones se pregunta cómo puede haber todavía gente manifestándose en contra de las vacunas e insiste en que salvan vidas. "Con algunas vacunas se ha conseguido erradicar enfermedades que antes eran mortales, como la viruela", argumenta.
“No sé cómo puede haber gente manifestándose en contra de las vacunas, teniendo en cuenta que salvan vidas y han conseguido erradicar enfermedades que antes eran mortales“
García Rojas ha puesto de manifiesto que, si dejamos de vacunar, puede volver a resurgir el sarampión, "como sucede en Estados Unidos". "Me acuerdo de que en las redes salía que nos íbamos a morir a los tres meses de ser vacunados. Como no ha pasado nada, lo ampliaron al año. Y todavía sigue viva Araceli con más de un siglo". Ahora el discurso ha cambiado y "si una persona se muere de un infarto, se dice que es porque estaba vacunada".
El impacto en la salud mental
La percepción del riesgo cambió en cuestión de semanas. Para Marifé Bravo, jefa de unidad de Psiquiatría del Hospital La Paz de Madrid, la crisis del ébola les preparó para ser conscientes de la importancia de reaccionar y responder ante las emergencias. Sin embargo, no se pudo evitar: durante la pandemia también se agudizaron los problemas de salud mental.
Bravo asegura que vacunarse fue un punto de inflexión para que la gente se sintiera más protegida, pero el efecto en la salud mental es importante. "La OMS ya hablaba de la cuarta ola de problemas de salud mental. Se ha visto en las poblaciones a nivel mundial". A pesar de eso, la jefa de unidad de psiquiatría explica que se ha incrementado la resiliencia de las personas: "Hay un temor, pero ha habido un aprendizaje".
¿Qué es el concepto ‘One Health’?
Briones apunta que es un error "entender la salud como enfermos y no como enfermedades". "En enfermedades transmisibles, solo se puede sentir en términos de poblaciones”. El experto añade que las epidemias, en particular las zoonosis, tienen una asociación clara con la pobreza y la falta de acceso a un nivel sociosanitario adecuado. De hecho, para García Rojas, los países desarrollados perdieron un tiempo valiosísimo en prepararse para el covid por reaccionar "con cierta prepotencia".
“"Los países desarrollados perdieron un tiempo valiosísimo en prepararse para el covid por reaccionar con cierta prepotencia"“
Briones admite que una de las cosas positivas que ha traído la pandemia es que ahora tenemos "un enfoque distinto" y nos habla de One Health. El concepto data de los años 40 y 50, pero realmente el término comienza a usarse a finales de los 90. Los profesionales sanitarios han descubierto la imbricación que hay entre las distintas profesiones: “En la salud tiene que haber implicados climatólogos, matemáticos, epidemiólogos, biólogos… Era muy necesario, porque si no cada uno jugaba en su parcela sin interaccionar".