Moscú considera que la retórica nuclear del presidente francés, Emmanuel Macron, es "una amenaza para Rusia". Así lo han catalogado este jueves el ministro de Asuntos Exteriores ruso, Sergei Lavrov, y el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, después de que desde París plantera ampliar su paraguas nuclear para proteger a sus aliados comunitarios. "El futuro de Europa no lo decidirá ni Washington ni Moscú", sostuvo el miércoles el mandatario francés en un discurso a la nación.
Un día después, Peskov ha considerado que los comentarios de Macron eran una indicación de que su país estaba buscando prolongar la guerra en Ucrania. "El discurso extremadamente confrontacional. Difícilmente puede percibirse como un discurso de un jefe de Estado que piensa en la paz", ha denunciado el portavoz del Kremlin ante los periodistas. Además, según sus palabras, el francés había omitido hechos importantes sin mencionar "preocupaciones y temores legítimos" de Moscú sobre la expansión de la OTAN hacia el este, cerca de las propias fronteras rusas, algo que para el Kremlin sería "inaceptable".
En respuesta, Macron ha acusado Rusia de ser una potencia "imperialista revisionista" y a su presidente, Vladímir Putin, de incumplir acuerdos de paz, después de que Moscú haya comparado al mandatario galo con Napoléon por su oferta de extender su paraguas nuclear a sus aliados europeos.
"Es un contrasentido histórico: Napoleón hacía conquistas y la única potencia imperial que veo ahora en Europa se llama Rusia. Es un imperialista revisionista de la historia e identidad de los pueblos", ha dicho Macron, quien ha insistido en que la voluntad de Francia es "ser una potencia de paz y equilibrio" y ha instado a Putin a "volver a esa visión".
Macron ha afirmado, no obstante, que está "listo para hablar con Putin" cuando junto con el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, y sus socios europeos hayan considerado que "es el buen momento".
Moscú no permitirá el despliegue de tropas europeas en Ucrania
Por su parte, Lavrov ha ratificado que su país "no puede permitir que esto ocurra". "Estamos categóricamente en contra de tales acciones, ya que significarán la participación oficial de las fuerzas de la OTAN en la guerra contra Rusia", ha señalado el jefe de la diplomacia rusa en una rueda de prensa conjunta con su homólogo de Zimbabue. Ha asegurado que si las fuerzas de paz europeas entran en Ucrania, su país consideraría que estas pasarían a estar oficialmente implicadas en la guerra.
Las declaraciones de Lavrov se producen después de que varios líderes europeos hayan planteado en el último mes la idea de enviar un contingente de mantenimiento de la paz a Ucrania que sucedería después de que ambas partes alcancen un hipotético proceso de paz. El primero en ofrecer sus tropas fue el primer ministro británico, Keir Starmer, y poco después se fueron uniendo diferentes líderes europeos. Rusia ha sostenido que no permitirá el despliegue de tropas europeas en Ucrania.
Bajo el mandato de Macron, Francia ha suministrado armas a Ucrania y ha dicho que está dispuesta a considerar el envío de tropas allí para ayudar a garantizar la aplicación de cualquier acuerdo de paz. En el mismo discurso del miércoles, el francés se refirió al "cambio de actitud" en la política estadounidense con respecto a Ucrania y defendió que, aunque quiere creer que Washington seguirá apoyando a Europa, el Viejo Continente debe prepararse "por si no lo hace".