El presidente estadounidense, Donald Trump, recibe este viernes a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, en la Casa Blanca para sellar un acuerdo por el que Kiev compartirá parte de la explotación de sus recursos naturales, incluidas las conocidas como tierras raras, con Estados Unidos. Washington busca así cobrarse el apoyo brindado a Kiev desde el comienzo de la invasión rusa, mientras que el líder ucraniano aspira incluir en el texto final el compromiso por escrito de que EE.UU. seguirá dando garantías de seguridad a su país.
"Es importante para mí y para todo el mundo que la ayuda de Estados Unidos no se detenga", dijo el miércoles el líder ucraniano, que insistió en que su país necesita "garantías de seguridad" por parte de Occidente para "evitar que Rusia destruya las vidas de otras naciones". El texto que han finalizado ambas partes "es preliminar", según Zelenski, y no incluye el compromiso que el presidente de Ucrania espera poder incorporar al acuerdo tras su encuentro con Trump.
Según el acuerdo, Kiev entregaría parte de los ingresos de sus recursos minerales a un fondo controlado de forma conjunta con Estados Unidos. Según Reuters y fuentes presidenciales ucranianas citadas por Kyiv Independent, el texto habla de la cesión de un 50% de los beneficios de la explotación, aunque Zelenski afirmó el miércoles que las cantidades exactas y las inversiones se detallarían en un acuerdo posterior.
Tal y como recoge Efe, que cita el inventario de Reservas Minerales de Ucrania, Kiev cuenta con 10.000 yacimientos con 95 tipos de minerales distintos con valor comercial y, en total, incluyendo los que no se explotan, posee el 5% de los recursos minerales del mundo. En concreto, Trump está especialmente interesado en las conocidas como tierras raras, un grupo de 17 elementos químicos que son imprescindibles para el desarrollo de tecnología moderna como teléfonos móviles, televisiones, coches eléctricos o energías renovables.
La visita del líder ucraniano llega en un momento complicado para las relaciones entre Ucrania y Estados Unidos, condicionado por el inicio de las conversaciones entre Moscú y Washington —sin contar con Kiev— y el reciente intercambio de insultos entre los líderes de ambos países.
"La relación con Zelenski se puso un poco tensa", reconocía el jueves Trump, que llamó "dictador" a su homólogo ucraniano —pese a que no se atreve a decir lo mismo de Vladímir Putin— y este acusó al presidente republicano de vivir en una burbuja de "desinformación" procedente de Rusia.
Un día antes de su encuentro, Trump se desdijo de su acusación al líder ucraniano al ser interpelado por ello: "¿Dije yo eso? No puedo creer que haya dicho eso. Siguiente pregunta". El presidente también ha afirmado ahora que tiene una buena relación con Zelenski.
El mandatario estadounidense también ha insistido en que la adhesión de Ucrania a la OTAN "no va a suceder", algo que ha sido motivo de disputas en las últimas semanas.
Las garantías de seguridad, en el aire
El presidente de Ucrania valoró "muy positivamente" la propuesta final del acuerdo negociada con Washington y se mostró conforme con que el texto acordado por ambas partes no hiciera referencia a ninguna deuda hacia Estados Unidos. "Lo principal para mí es que no somos deudores. No hay una deuda de 500.000 millones de dólares —cifra a la que asciende la ayuda prestada a Kiev por parte de EE.UU.— en el acuerdo, ni de 350.000 millones, ni de 100.000 millones, porque eso sería injusto", sostuvo el mandatario.
Trump, sin embargo, insiste en interpretarlo como un cobro a la inversión depositada en Ucrania. "Les dije que quiero el equivalente a 500.000 millones de dólares en tierras raras y han accedido a hacerlo para que al menos no nos sintamos estúpidos", afirmó Trump a la cadena Fox hace ya dos semanas, aunque, hasta hace unos días, ese acuerdo se había mantenido en el aire. "Tendremos nuestro dinero de vuelta", insistió Trump el miércoles, tras confirmar que Zelenski le visitaría para sellar lo que definió como "un gran acuerdo".
Además, pese a la solicitud lanzada por Zelenski, el líder republicano no ha enviado ningún mensaje esperanzador. "No voy a ofrecer garantías de seguridad que vayan más allá de... mucho. Vamos a dejar que Europa lo haga", sentenció el mandatario, sin dar más detalles. El jueves aseguró, por otra parte, que "sin duda" intentaría recuperar "la mayor cantidad de terreno para Ucrania".
Una copia del acuerdo a la que ha tenido acceso Reuters, fechada el 25 de febrero, no detallaba garantías concretas, aunque sí menciona que el Gobierno de EE.UU. "apoya" los "esfuerzos de Ucrania" por obtenerlas.
"Tierras raras y otras cosas", lo que Trump busca de Ucrania
El miércoles, Trump anunciaba que el acuerdo sobre "tierras raras y otras cosas" se firmaría este viernes. "Necesitamos las tierras raras", repitió el jueves. El presidente estadounidense ha encontrado en territorio ucraniano una nueva vía para hacerle competencia a China, que posee los principales yacimientos mundiales de estos elementos. De hecho, hace apenas un mes, Pekín descubrió un enorme depósito de tierras raras de absorción iónica en la provincia meridional de Yunnan, en la frontera con Vietnam, Laos y Birmania.
Ucrania, por su parte, cuenta con el 5% de las reservas mundiales de lo que la UE denomina "materias primas críticas" y dispone de los mayores yacimientos de titanio de todo el Viejo Continente, así como de importantes vetas de grafito, litio, o hierro, aunque algunas de ellas están en territorios controlados por Rusia.
El interés de Trump en estos minerales, "hay que interpretarlo dentro de la alta competición global tecnológica que hay por las materias primas, sobre todo entre Estados Unidos y China, en el que la Unión Europea también intenta participar", explicó a RNE el investigador sénior en el área de Geopolítica Global y Seguridad de CIDOB, Víctor Burguete. Esta medida entra dentro de la estrategia de Washington para "contener el crecimiento económico y tecnológico" de Pekín, de igual manera que hace con los aranceles.
Además, con este acuerdo Kiev ha visto una posibilidad para "intentar enganchar a Estados Unidos en el compromiso de la defensa de Ucrania", aunque está por ver hasta qué punto va a ver cumplido su objetivo.