"Es como si no se hubiera aprendido nada de todo lo ocurrido en el pasado", explica el abogado de las familias de siete de los diez fallecidos hace un año en el incendio del edificio del barrio de Campanar. Todos los expertos coinciden en señalar las similitudes de este fuego con el de la Torre Grenfell de Londres donde hace siete años murieron 72 personas.
El origen de las llamas fue accidental en ambos inmuebles y comenzó en una nevera: en una fuga de gas refrigerante, en Valencia, y en un fallo eléctrico, en Londres. Lo que nadie esperaba en Campanar es que se propagara por la fachada con tanta rapidez hasta afectar, en menos de una hora, a casi todo el edificio.
Las huellas del incendio, origen y dinámica
El director general de la Oficina Técnica de Ingeniería Forense, Óscar Herrera, es uno de los peritos que estuvo en el edificio de Campanar para investigar lo ocurrido. Advierte a RTVE.es que en fuegos como este existen cuatro cuestiones importantes: dónde se origina —la cocina, en este caso—, la causa o fuente de ignición —el gas refrigerante de la nevera—, la propagación o dinámica de las llamas, y la gestión del siniestro, en el que se aborda la actuación de los bomberos.
Óscar Herrera, uno de los peritos que ha investigado el incendio de Campanar. SILVIA QUÍLEZ
El primer paso de los investigadores es recabar testimonios y buscar las huellas del incendio, indicadores de la propagación y cómo se han visto afectados los materiales. En este caso el lugar acotado era la cocina de la vivienda 86 —en la octava planta— y más en concreto un frigorífico, por lo que el siguiente punto era revisar las tomas de corriente y el propio aparato.
La Policía Científica retiró los restos de la nevera que fueron analizados en la comisaría general de Madrid. Herrera fue también uno de los peritos que analizó lo que quedó del electrodoméstico, y recogió muestras de la fachada que fueron enviadas al laboratorio. Estas evidencias volvieron después a Valencia y en un giro dramático en la concatenación de desastres fueron destruidas por la dana. Un año después, siguen pendientes de recibir el informe con los resultados que podrían explicar cómo se produjo la dinámica de las llamas.
¿Es normal una propagación así?
Lo habitual en un incendio es que afecte a una habitación, más o menos una vivienda o como mucho a otra, pero que se pueda controlar dentro de ese espacio confinado. "No es normal que haya una propagación como la que hubo aquí", afirma Herrera de forma tajante sobre el incendio de Campanar.
El arquitecto experto en patologías y perito, portavoz del Colegio de Arquitectos, Gabriel Ibor, coincide. El fuego se propagó a una velocidad más allá de lo habitual e intervino un factor fundamental que fue el viento, que ayudó a que se propagara en todas direcciones cuando el foco se había producido en una de las viviendas.
Se da la circunstancia de que en este mismo edificio ya se registró otro incendio en 2012 en la primera planta, pero en ese caso las llamas se quedaron en esa vivienda.
El fuego es un elemento dinámico que se puede ver influenciado por el escenario donde se produce y por las condiciones meteorológicas. Si comienzan en una fachada y hace esquina, como en el caso de Campanar, son cuatro veces más veloces. La vivienda 86 donde se originó este fuego cumplía los dos requisitos: estaba en una esquina y había viento de poniente con rachas superiores a 60 km/h.
¿La fachada cumplía la normativa?
Vicente Pons, ingeniero industrial y arquitecto experto de la Oficina Técnica de Ingeniería Forense, es uno de los peritos que ha participado en la investigación. Explica a RTVE.es que aunque la normativa actual busca que las fachadas sean seguras, no especifica cómo se deben construir.
Incendio Valencia: Fachadas con material combustible, ¿son legales?
La ley fija los materiales que pueden utilizarse, pero las exigencias en cuanto al fuego no son iguales en el interior que en el exterior. La fachada de Campanar cumplía la normativa en vigor porque tuvo el visto bueno del colegio de arquitectos.
"Puede resultar sorprendente, pero a día de hoy se sigue permitiendo hacer fachadas con material combustible y, mientras eso siga así, se darán fenómenos parecidos", explica Vicent Pons y Frigola.
Existe un "riesgo latente" en edificios con un sistema constructivo similar, una fachada de tipo ventilado como esta. Unos doscientos inmuebles en Valencia y su área metropolitana también tienen esa estructura, avisa Gabriel Ibor.
¿Cuándo se empezaron a usar más las fachadas ventiladas?
La fachada ventilada es un tipo de construcción que se empezó a instalar más a partir de la década de 1970, señala Pons. Este momento coincide con la aprobación de las normas tecnológicas, cuando se empezó a exigir que hubiera aislamiento, y que las viviendas funcionaran energéticamente bien.
SILVIA QUÍLEZ
Al principio lo que se hacía era reducir el tamaño de las viviendas incorporando ese aislamiento en la cámara, pero las administraciones decidieron que el aislamiento exterior no computaba volumétricamente. Así fue como se vio impulsada la fachada ventilada como hoja exterior que protege y que hace que la vivienda funcione bien energéticamente, además de permitir muchas configuraciones estéticas, en cuanto color, forma y tamaño.
Uno de los factores más importantes para prevenir es el de compartimentar las fachadas ventiladas, cosa que no estaba contemplada en normativa. Esto hubiera previsto que el fuego no se extendiera, es decir, hubiera aminorado la rapidez con la que se extendió el fuego.
¿Pudo favorecer el material de la fachada la propagación del fuego?
El revestimiento del edificio incendiado en Campanar era de placas de un tipo de aluminio con núcleo de polietileno, un material cuya estabilidad y resistencia al fuego, probada en el laboratorio, no ha coincido con el comportamiento real, pese a que se le había asignado una clasificación M1, lo que quiere decir que es combustible, pero no inflamable, explica el arquitecto experto en patologías de edificios Gabriel Ibor.
Un factor de seguridad importante en estas fachadas es el de poner compartimentos, una medida no contemplada en la normativa, pero que habría impedido que el fuego no se extendiera, o que al menos podría haber aminorado su expansión.
Cuando en 2017 se quemó la torre Grenfell las instituciones revisaron sus normativas y en 2019 se modificó el código técnico de edificación en España, pero aun así se permite este tipo de material. En la parte posterior del edificio hay unas placas que no se han consumido porque se cambiaron un año antes del incendio por otras que cumplen la normativa en vigor. “No es que estén intactas, pero no se han consumido”, señala Pons.
El abogado que representa a la Asociación de Residentes Afectados en el Incendio de Campanar (ARDIC) en el proceso judicial, José Miguel Penadès, ha explicado que solicitaron al juez la declaración de la empresa que cambió varias placas de aluminio del revestimiento solo unos meses antes del incendio. También han pedido aportar el expediente donde el Ayuntamiento exigía a la comunidad reparar el desprendimiento de varias placas, pero el magistrado y el Ministerio Fiscal lo rechazaron.
Lo han recurrido ante la Audiencia Provincial, y esperan que el próximo 13 de marzo decida si obliga al juzgado de instrucción a practicar esas diligencias de investigación.
¿Qué es el efecto chimenea?
Los expertos han explicado que en este caso se produjo un fenómeno peligroso: el denominado efecto chimenea. Una fachada ventilada no deja de ser una cámara de aire que recorre el edificio de arriba abajo. Si el fuego sale del interior al exterior, como en Campanar, esa fachada va a actuar como una chimenea y al mismo tiempo va a favorecer el efecto Coanda, el mismo por el que los aviones vuelan, que hace que el fuego se pegue a la pared siguiendo su forma hasta que sale al exterior.
En esa cámara el calor no se disipa, y si hay un material combustible, como el polietileno, ese calentamiento va a hacer que luego prenda con más facilidad.
En el Reino Unido, lo que hizo el Gobierno tras el incendio de la Torre Grenfell, fue establecer que, las comunidades de vecinos cuyos edificios tuvieran material combustible, no pudieran vender ninguna vivienda mientras no modificaran la fachada. De esta forma, y mediante subvenciones, han obligado a que se cambien.
"La tormenta perfecta"
Los videos de los momentos iniciales en el incendio de Campanar muestran cómo al principio el incendio parece acotado a la ventana por la que va saliendo y después empieza a extenderse en horizontal, por el efecto de la fachada ventilada y porque la hoja exterior del revestimiento era un elemento combustible. El fuego, en lugar de seguir hacia arriba, empieza a consumir el material, que va realimentándolo.
Al mismo tiempo, el viento incidía en dirección a la fachada por lo que si el fuego estaba tratando de salir, lo que hacía era rodear el edificio. En el incendio anterior en el mismo inmueble no ocurrió esto porque no había ese viento y no incidía de esa forma. “Una serie de circunstancias desencadenaron la tormenta perfecta”, afirma Óscar Herrera.
El proyecto de reconstrucción del edificio
El arquitecto responsable del proyecto de reconstrucción del bloque de Campanar, Batiste Boronat, del despacho Arqueha, ha explicado a RTVE.es cómo va a ser el futuro edificio, que encontraron devastado en un 90% por las llamas. Solo algunas viviendas y zonas concretas estaban menos afectadas que el resto.
Una imagen del proyecto de rehabilitación del edificio de Campanar. APROICAM/ Arqueha
Boronat ha explicado que las casas que se calcinaron estaban separadas entre ellas por un triple tabique de pladur, con tres placas de yeso dobles, algo permitido y recomendable cuando se trata de frenar el avance de las llamas. Si en las divisorias de las viviendas hubieran tenido ladrillo, tal y como recoge un informe de la Asociación Española de Fabricantes de Ladrillos y Tejas de Arcilla Cocida (Hispalyt), el fuego no se hubiera expandido a esa velocidad.
La primera fase de la reconstrucción ha consistido en desescombrar y limpiar el edificio. Se ha realizado un informe, vivienda a vivienda, de las patologías detectadas. Se han evaluado las acciones necesarias para reparar la estructura, algo que en este caso será algo más "complejo" de lo habitual.
A partir de ahí se llevará a cabo la rehabilitación del edificio para cuya fachada se ha elegido el material cerámico, clasificado como M0, ignífugo y no combustible.
La "cultura de la prevención", asignatura pendiente
La "cultura de la prevención" tiene muchas caras, una de ellas es la de la formación. El experto en ingeniería forense Vicente Pons plantea la siguiente reflexión: "¿Verdad que nadie tiene una olla toda la noche cociendo algo, por qué hay personas que se dejan el móvil o el patinete cargando todo ese tiempo?".
"No hay cultura de prevención, de simulacros", advierte, y la mayoría de las personas no se leen las recomendaciones de uso de las regletas. Muchos de los siniestros a los que acuden, según explica, los provocan móviles, patinetes, "cada vez hay más electrónica y se conectan más cosas".
Las compañías aseguradoras tienen en este aspecto un papel importante a la hora de exigir por ejemplo que en las instalaciones industriales se incorporen ciertas medidas de prevención. Con las fachadas ventiladas como la de Campanar va a empezar a ocurrir lo mismo, vaticina el perito experto en ingeniería Óscar Herrera.
Edificio incendio en el barrio de Campanar de Valencia. EFE
El analista de patologías de edificaciones Gabriel Ibor explica que el Colegio de Arquitectos de Valencia tiene previsto un censo de los edificios con un sistema constructivo similar al de Campanar. Desde este órgano piden a la Administración que exija con más energía un análisis de las condiciones de todos los edificios porque realmente "hay un riesgo latente". Sobre todo es necesario que las vías de evacuación que garantizan que las personas puedan salvarse sean "exigibles al máximo".
El abogado que representa en el proceso judicial a la familia de dos de las diez personas que murieron en el incendio de Campanar, Manuel Mata, se pregunta por qué ninguna de las personas que se encontraban en el edificio utilizó los extintores que se encontraban en buen estado y habían pasado todos los controles de mantenimiento.
La prioridad es saber la verdad de lo que ocurrió, "eso es lo que de verdad tranquiliza a la gente", reflexiona el letrado en conversación con RTVE.es, y si lo que ha pasado supone la "responsabilidad mínima de alguien pues llegaremos hasta el final". Lamentablemente la vida no se puede devolver, pero "si hay un responsable" con una actitud imprudente o negligente, que asuma su responsabilidad.