Las riadas que arrasaron buena parte de la provincia de Valencia el pasado 29 de octubre dañaron también varias pruebas judiciales del incendio de un edificio de viviendas del barrio valenciano de Campanar, del que está a punto de cumplirse un año.
Las inundaciones destruyeron el motor compresor del frigorífico en el que, según los análisis periciales, se iniciaron las llamas, así como fragmentos metálicos de los paneles que recubrían la fachada del edificio, que han tenido que ser destruidos.
Así consta en una diligencia de ordenación del Juzgado de Instrucción número 9 de Valencia, que investiga el incendio ocurrido el 22 de febrero de 2024, que se saldó con diez víctimas mortales que residían en el edificio de la calle Rafael Alberti del barrio de Campanar.
También restos de sustancia sólida sometidos al efecto del calor del fuego, recogidos en un bote de cristal, encontrados adheridos en una de las chapas metálicas desprendidas de la fachada, según consta en el escrito.
Material almacenado en un depósito
Todas estas pruebas se encontraban almacenadas en el depósito de piezas de convicción, una instalación propiedad de la Conselleria de Hacienda ubicada en Ribarroja del Turia.
El pasado 6 de diciembre la Generalitat Valenciana informó de que este complejo, propiedad de la Conselleria de Economía y Hacienda, alberga espacios cedidos a la Conselleria de Justicia, entre ellos el depósito de la Unidad Administrativa de Apoyo a los Archivos Judiciales de la Comunitat Valenciana y el equipo de piezas de convicción del Servicio Común Procesal de Asuntos Generales (SCAG) de Valencia.
La inundación afectó tanto a las infraestructuras como al material almacenado, informa la Generalitat. De las 30.000 piezas que custodia actualmente el SCAG en el depósito de Riba-roja se vieron afectadas las piezas que se encontraban en los primeros estantes correspondientes al Partido Judicial de Valencia y de la Audiencia Provincial de Valencia.
El pasado diciembre se informó de que aproximadamente el 15% del material estaba dañado, si bien no se concretó el estado y la posibilidad de conservación de las piezas.