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Elecciones 28M

Sánchez y Feijóo se encaran en una dura campaña con aire de generales

MARÍA MENÉNDEZ
9 min.

Las elecciones del 28M no son generales, pero a ratos lo parecen. Sobre todo por la frenética actividad de los líderes nacionales y candidatos a La Moncloa, que se han echado a la espalda la campaña y en quince días recorrerán todo el país para conseguir el mayor número de comunidades y municipios. En ninguna papeleta del domingo 28 de mayo pondrá ni Pedro Sánchez (PSOE) ni Alberto Núñez Feijóo (PP), pero ambos saben que de los resultados de esa noche depende en parte su triunfo en los comicios generales que serán en diciembre, previsiblemente, y en los que, ahí sí, el duelo será total.

En los primeros mítines de campaña ambos han demostrado que van a ir a por todas y no van a escatimar en críticas el uno al otro. Estos comicios son los primeros en los que ambos se enfrentan de verdad. El propio Feijóo ha dicho que se hace "corresponsable" de los resultados que arroje el 28M y el PP ha querido convertir estos comicios en un plebiscito contra el presidente.

En este contexto de lucha política, se verán además las caras el próximo martes en el Senado donde ya han mantenido varios duelos de alta tensión -en el último, ya en precampaña, hubo descalificaciones que rozaban lo personal- y que evidencian que este 2023 cada enfrentamiento entre ambos será a cara de perro. Este nuevo encuentro, en medio de la campaña electoral y con el ambiente caldeado a cuenta de la inclusión en las listas electorales de EH Bildu de condenados por pertenencia a ETA, se espera muy duro entre ambos y puede marcar el devenir de la próxima semana de campaña.

Las listas de Bildu marcan los primeros compases de la campaña

El PP se ha lanzado en tromba contra el PSOE en el arranque porque creen que los socialistas critican estas listas con la "boca pequeña" y le exigen a Sánchez que "rompa sus pactos con Bildu". Sacan el tema en cada mitin y están basando los primeros compases de la campaña en cargar contra el Gobierno y afear los pactos parlamentarios del PSOE con EH Bildu. Creen que desde Ferraz son tibios con el tema.

El presidente solo se ha referido a este asunto, de momento, desde Washington este pasado viernes, para decir que aunque esas listas sean "legales" no son "decentes". "Lo único que pueden aportar estas personas es un mensaje de perdón, reparación y arrepentimiento", añadió Sánchez. Antes que él varios ministros ya habían dicho que esas listas son "innecesarias", "absolutamente incomprensibles" y "rechazables".

Los 'populares' van a seguir exprimiendo la polémica y desde Génova recuerdan a Sánchez que puede actuar a través de la Abogacía del Estado o de la Fiscalía medienta la Ley de Partidos ante las listas de Bildu, según afirman fuentes del PP a TVE. "De Bildu nadie espera nada, pero del Gobierno sí", añaden, para insistir en que deben ser los 'barones' socialistas los que se retraten y exijan a su líder que "rompa" con Bildu. Ya lo ha hecho el presidente de Aragón y candidato a la reelección, Javier Lambán, y el presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, que este domingo, en un mitin con el propio Sánchez, ha lanzado: "Con los asesinos de ETA, ni a la vuelta de la esquina".

La estrategia del PP pasa por el desgaste de los 'barones' en cada punto de España y de paso, del propio Sánchez y cada día dan un paso más en las críticas. El coordinador general, Elías Bendodo, ha afirmado este domingo en un mitin: "No seré yo el que diga que las papeletas del PSOE están manchadas de sangre".

Por su parte, desde los territorios del PSOE, creen que este asunto no les afectará en las urnas y que en el ámbito regional "no hay tema" con las listas de Bildu y que están a sus cuestiones autonómicas, según apuntan fuentes socialistas a TVE. Lo ven ya amortizado. Están convencidos de que el PP "va a seguir agitando" a su electorado porque "no tienen ni argumentos ni programa" y creen que este asunto "distrae" de las "propuestas de verdad". Reconocen, eso sí, que el PSOE estaba marcando los temas en la precampaña, pero que el arranque ha quedado copado por las listas de Bildu.

Sánchez y Feijóo tratan de imponer su relato en campaña

El presidente del Gobierno trató de marcar la agenda en los días previos a la campaña con una multitud de anuncios para paliar los problemas del acceso a la vivienda de los jóvenes o el drama de la sequía con un plan de ayudas a los sectores más afectados, mientras que el líder de la oposición acusa al Ejecutivo de hacer anuncios por "puro electoralismo" y en algunos casos de "copiar sus planes".

Este fin de semana, Sánchez ha tratado de cambiar la conversación electoral con nuevos anuncios: el sábado anunció que se garantizará a partir de junio el olvido oncológico para evitar la discriminación y este domingo ha avanzado que en el próximo Consejo de Ministros se aprobará una bonificación para que los mayores de 65 años vayan al cine todos los martes por dos euros.

Ya en campaña y con cada líder pidiendo el voto para su partido en cada pueblo y ciudad, tanto Sánchez como Feijóo tratan de imponer su relato: Sánchez, el de que la izquierda debe mantenerse en el Gobierno porque de no ser así, la alternativa es una "derecha frustrada" que quiere "desmantelar todo" y "acabar con los avances sociales conseguidos" con recetas plagadas de "recortes y precariedad".

Y Feijóo repite cada día en cada acto el que ya es su principal lema de esta campaña: "Vamos a derogar el 'sanchismo'". La idea se la lanzó al propio Sánchez en su último encuentro en el Senado. El PP busca así, según dice el líder 'popular' "derogar las malas políticas" que han impactado en la vida de la gente, y han dejado "empobrecido" al país, "dividido" a la sociedad o "desprestigiado" las instituciones.

Continuismo o cambio de ciclo. No hay opciones, según las encuestas, de que otro candidato que no sea Sánchez o Feijóo lidere el Gobierno central salido de las urnas a final de año. O Sánchez se queda en La Moncloa o sale para que entre Feijóo. Y para ello es probable que ambos tengan que mirar uno a su izquierda y otro a su derecha para pactar. A juicio del PP, Sánchez pactará con los "populistas de extrema izquierda e independentistas" y a juicio del PSOE, el PP está dispuesto a "unir su futuro a la extrema derecha de Vox".

Con la muerte que pronostican las encuestas de Ciudadanos, al PP no le queda otra que pactar con el partido de Santiago Abascal allá donde lo necesiten; y el PSOE asiste con preocupación a la negociación entre Podemos y Sumar- congelada ahora durante la campaña del 28M, y de la que saldrá o una candidata, Yolanda Díaz, como líder de todo el espacio a la izquierda del PSOE, o dos, con otro candidato de Podemos, en lo que sería, según reconoce toda la izquierda, un tiro en el pie.

Pero hasta llegar a La Moncloa antes hay que configurar más de 8.000 ayuntamientos y doce comunidades autónomas y salvo en la Comunidad de Madrid, con Isabel Díaz Ayuso (PP) y en Castilla- La Mancha, con Emiliano García-Page (PSOE), hablar de mayorías absolutas es una quimera, según apunta el promedio de encuestas elaborado por RTVE.es. Los pactos serán claves en este 28M.

Sánchez y Feijóo saben que, salvo en contadas excepciones, quien gana las elecciones municipales, se hace posteriormente con el triunfo en las generales, así que Sánchez quiere repetir la gesta de 2019, cuando hizo que once años después el PSOE le ganase unas elecciones municipales al PP, para ganar posteriormente las generales; y Feijóo quiere emular a Mariano Rajoy, que logró para el PP en 2011 y en 2015 sendos triunfos en las municipales, para luego ganar también las generales.

Por eso ambos líderes no pararán esta campaña con hasta dos actos al día de lunes a domingo, prácticamente. De hecho este mismo domingo Feijóo hace triplete con tres mítines durante el día, en Zaragoza, Pamplona y Vitoria.

Los dos han dejado para el fin de semana que viene sus mítines centrales y no es casualidad que se hayan decantado por Valencia para ese gran mitin, con el que pretenden consolidar esa plaza. El PSOE quiere reeditar el pacto del Botánic y el PP, reconquistar el que fuera un feudo 'popular'. Las últimas encuestas apuntan a que el PSOE conservará esa comunidad, pero el PP va a luchar por ella hasta el final.

Si Sánchez mantiene la mayoría de sus plazas autonómicas y se hace con el Ayuntamiento de Barcelona- para el que tiene opciones- venderá la noche como un triunfo; si Feijóo le arrebata alguna comunidad importante al PSOE y mantiene sus principales territorios- no hay duda, según las encuestas, de que tiene asegurada la Comunidad de Madrid y la Región de Murcia- el PP hablará de fin de ciclo y de ola de cambio.

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