El Tribunal Supremo ha rechazado suspender cautelarmente el nombramiento de Rafael Mozo como presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) en sustitución de Carlos Lesmes, que dimitió en octubre debido a la falta de renovación de un órgano que va a cumplir cuatro años en funciones. El vocal del CGPJ que recurrió su nombramiento, Wenceslao Olea, ha desistido en su recurso y ha pedido por escrito al Alto Tribunal que acuerde la terminación del mismo.
Fuentes jurídicas han informado de que la Sala de lo Contencioso Administrativo ha desestimado las medidas cautelares solicitadas por Olea y el secretario general del CGPJ, José Luis de Benito, que recurrieron el acuerdo que designó a Mozo presidente suplente del órgano de gobierno de los jueces.
Antes de debatir sobre la situación de Mozo, el Tribunal Supremo ha rechazado que el magistrado José Manuel Bandrés se abstuviese de votar sobre las medidas cautelares respecto al presidente del CGPJ. Y es que Bandrés, el candidato del Supremo elegido por el sector progresista del Poder Judicial para ser nombrado magistrado del Tribunal Constitucional, planteó a sus compañeros de sección abstenerse.
La Sección Sexta de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del TS ya rechazó las medidas cautelarísimas solicitadas por Olea y Benito en sus respectivos recursos contra la entronización de Mozo.
Mozo fue nombrado por el Pleno del CGPJ "presidente suplente" en su condición de vocal más antiguo por 16 votos a favor y solo uno en contra, el de Wenceslao Olea.
Olea argumentaba que no puede existir una "bicefalia" en el CGPJ y el TS
El propio Olea recurrió ante el Supremo bajo el argumento de que solo puede existir un único presidente del Supremo y del CGPJ, por lo que "no pueden existir bicefalias en el actual sistema legal", en alusión a que actualmente Mozo preside el Consejo y el magistrado Francisco Marín Castán el TS.
De esta forma, Olea fue el único vocal que respaldó formalmente el informe encargado por Lesmes, que planteaba que su sustituto en ambas instituciones debería ser el presidente de Sala más antiguo del Supremo, Marín Castán, de quien los vocales no cuestionaban su legitimidad para presidir el alto tribunal, pero sí el CGPJ.
Se da la circunstancia de que el mismo día que el Supremo debe decidir sobre Rafael Mozo, los interlocutores del bloque progresista y conservador del CGPJ se reúnen para seguir discutiendo sobre los nombramientos al TC, condicionados en las últimas semanas al fallo del alto tribunal.
Esto es así porque los vocales conservadores del CGPJ entendían que, si nombraban antes de que el Supremo resolviera la cautelar y, después, se diera el caso de que se suspendiera el nombramiento de Mozo, entonces todos los acuerdos adoptados desde su elección serían nulos, incluidos los nombramientos del Constitucional.
Un día después, el 24 de noviembre, el Consejo celebra su pleno ordinario. Según fuentes del órgano consultadas por Efe, los vocales debatirán sobre las negociaciones para renovar a dos jueces del TC, si bien otras fuentes rechazan que se acuerde ningún nombramiento y se remiten, en todo caso, al siguiente pleno de diciembre.