El sector del transporte de mercancías ha comenzado este lunes los paros indefinidos convocados por la Plataforma para la Defensa del Sector del Transporte. Entre sus demandas, esta plataforma minoritaria de transportistas denuncia que el Ministerio de Transportes no ha controlado que se cumpla la nueva ley que prohíbe que estos profesionales trabajen a pérdidas.
No obstante, la normativa arroja luces y sombras y para Fernando, un conductor autónomo, las cosas han mejorado desde que esta legislación entró en vigor. Asegura que, sin ella, "pagaría más de costes y combustibles, pero se queda corto", explica a RTVE.
Entonces, ¿han percibido un beneficio real con la entrada en vigor de esta norma? ¿Qué aspectos faltan por mejorar? Un equipo de RTVE acompaña a estos profesionales durante su jornada.
Conducir un camión, antes y después de la ley
La situación del pequeño transportista antes de que se convocaran los paros el pasado mes de marzo era complicada e "insostenible", tal y como denunciaba el sector entonces, que criticaba el encarecimiento del diésel y la gasolina y aseguraba que sus costes superaban a sus ingresos. Estas son cuestiones que la plataforma convocante sigue criticando.
Ahora, tras la aprobación en agosto de la ley de costes y la normativa de carga y descarga, su situación ha cambiado. Se impide que sean los conductores quienes realicen labores de carga y descarga, una de las peticiones principales de los transportistas. Antes, muchos conductores tenían que bajar y trasladar los palés de sus camiones, algo que ha dejado de ocurrir en muchos de sus destinos.
"Con las empresas grandes no hay problema, ha cambiado la situación", asegura Fernando, que reconoce, por otra parte, que en otros lugares más pequeños sigue ocurriendo lo mismo.
Aseguran que puede haber "represalias" si denuncian
Por otro lado, la nueva ley trata de impedir que cobren por debajo de sus costes y que, por tanto, no trabajen a pérdidas y se garantice la rentabilidad de su actividad. "El precio que un cargador para al intermediario no lo sabemos", señala.
La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, ha pedido a lo largo de la semana que estos profesionales denuncien las irregularidades que perciban y afecten a su actividad. Sin embargo, Fernando explica a RTVE que eso "no lo ve viable" porque "si denuncias, automáticamente van a tomar represalias" como no volver a llamarles para contratar sus servicios.
Este ministerio mantiene dos vías para denunciar estas situaciones: una denuncia formal donde ambas partes quedan claramente identificadas y los hechos constatados, y una denuncia anónima en un buzón. Según el Gobierno, en los dos meses de recorrido de la norma no se ha producido ninguna denuncia formal y apenas algo más de 80 quejas anónimas. En esta línea, tal y como ha adelantado Transportes, se está trabajando en un nuevo Plan de Inspección para 2023 que presentarán este mes de noviembre.