El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, ha asegurado que, tras la reforma pactada con el Gobierno del delito de sedición, "ahora toca abrir otra batalla en el ámbito de la utilización perversa de la malversación", por lo que ha asegurado que esta cuestión deberá abordarse en el Congreso durante la tramitación de la ley del Ejecutivo. El Gobierno, por su parte, ya ha dicho que estudiará "en profundidad" una reforma de la malversación si algún grupo lo plantea como enmienda en el Congreso y hay mayoría.
En una entrevista en Rac1, Aragonès ha explicado que en próximos días se deberá seguir negociando y "batallando las cosas, que no caen del cielo". "Nos dejaremos la piel, como hemos hecho siempre", ha avisado el coordinador nacional de ERC.
En ese sentido, tras la reforma de la sedición, ha apostado por "luchar" ahora contra la "utilización perversa" de la malversación, delito por el que, junto con el de sedición, fueron condenados los principales líderes del 'procès'. Eso sí, ha matizado en todo caso que "la corrupción se debe seguir persiguiendo con fuerza, evidentemente".
"Es una cuestión que tenemos abierta y que debemos abordar ahora en la tramitación de la proposición de ley (sobre la sedición) en el Congreso y el Senado", ha señalado Aragonès, que ha recordado que la malversación se modificó en 2015 por parte del PP para "permitir que cosas que no eran delito pasaran a ser delito" tras la consulta del 9N de 2014.
"Ahora", ha proseguido, "lo que debemos intentar es revertir esa situación. No es sencillo, pero debemos abordarlo y estamos convencidos de que podremos generar mayorías para hacerlo".
Y es que, para el 'president', "votar no es delito, organizar un referéndum no es delito, estar comprometido con la independencia no es delito", por lo que "de la misma manera que hemos eliminado la sedición, lo que hace falta ahora es reformar la malversación".
El mandatario ha considerado una "señal positiva" el hecho de que "no haya un no por respuesta" por parte de la Moncloa. "Es una carpeta que sigue abierta y es muy importante", ha afirmado el presidente catalán.
La reforma de la sedición "reduce el margen de arbitrariedad" de los jueces
Aragonès ha defendido la reforma del delito de sedición pactada entre Gobierno y Generalitat, y ha asegurado que con el nuevo delito de desórdenes públicos agravados "se reduce el margen de arbitrariedad" y "discrecionalidad" de los jueces, como también "el alcance del delito y de las penas".
"Nadie empeorará su situación", ha dejado claro, admitiendo que no se ha reducido al 100% el margen, ya que "no se tata de una amnistía"; y ha apuntado que el Govern "no ha negociado en nombre de nadie ni para un caso concreto", al ser preguntado sobre Carles Puigdemont, y negando que sea una reforma a medida de Marta Rovira.
Preguntado por quienes interpretan que el nuevo delito podría perjudicar a protestas del independentismo, Aragonès ha negado la mayor y ha sugerido que "si nos ponemos las gafas de fiscal más facha o retrógado que pueda haber", con el código penal actual "la persecución puede ser de alcance mucho más grande" que con la futura modificación, que "reduce las penas" incluso en una interpretación "dura".
Aún así, ha afirmado que el Govern "seguirá batallando para una ley de amnistía"; y aunque no ha cerrado la puerta a "analizar" y estudiar posibles enmiendas que se presenten para mejorar aspectos el nuevo delito de desórdenes públicos agravados, ha recordado que ya existe un acuerdo al que "no ha sido fácil llegar".
Por otro lado, respecto a los presupuestos de la Generalitat, ha insistido en que su objetivo es acordarlos con Junts, comunes y CUP. Lo ha hecho un día después de que el líder de ERC, Oriol Junqueras, pusiera como condición al PSC la reforma del delito de malversación para negociar con ellos los presupuestos.
Aragonès, en cambio, ha negado que los presupuestos catalanes, barceloneses y del Estado vayan "ligados"; y ha apostado por "acabar" la legislatura, porque a Cataluña "no le convienen elecciones y una parálisis de medio año".