Vivir entre dos fuegos. Este ha sido el gran reto al que ha tenido que hacer frente los últimos meses el pequeño pueblo de Raihorodok, situado tan solo a 5 kilómetros de la línea del frente de Limán.
A un lado de la calle, las tropas rusas intentaban avanzar, mientras que al otro resistían las tropas ucranianas. En medio, las calles quedaban destrozadas con cada nuevo ataque y las casas se derrumbaban bajo las bombas. Tras semanas de duros combates, Ucrania proclamó su victoria y Moscú se retiró de Limán en lo que han sido una de las grandes derrotas de Rusia en esta guerra.
Ahora los pocos vecinos que aún residen en la localidad, como es el caso de Larissa, que se encarga del reparto de ayuda, saludan a los soldados ucranianos que cruzan las calles. "Estoy contenta de que por fin haya tranquilidad, de que no haya más disparos", ha relatado a TVE.
Los vecinos vuelven para restaurar sus casas
Alexander, otro de los vecinos, dejó su casa hace varias semanas para evitar las bombas y ahora ha vuelto con su hijo. En su jardín ha descubierto un misil y señala con el dedo las pocas casas de los alrededores que aún están habitadas. "Allí hay una y allí otra, pero todo lo demás son casas vacías", asegura mirando al horizonte.
Durante semanas los vecinos de esta pequeña localidad han estado sin luz, agua ni teléfono. Ahora han comenzado a repararse los daños en las infraestructuras, pero los daños aún son muy elevados. Hay casas enteras que se han venido abajo y varios vecinos perdieron la vida.
"Tamara, Rikova y su padre Vladimir ...", enumera una mujer, sobre algunos de los habitantes del pueblo que han fallecido. Esta familia vivía en una casa de la que solo quedan escombros debido al impacto de un misil. Con el tiempo pocos recordarán sus nombres y como ellos hay una larga de más de 6.000 civiles muertos desde el inicio de la invasión.
La pérdida de Limán, un duro revés para las tropas rusas
La retirada rusa de Limán fue un duro revés para el presidente ruso, Vladimir Putin. La ciudad es un bastión importante en el este del país -en Donetsk-, una ciudad que Moscú utilizaba como centro logístico y de transporte para sus operaciones en el norte de la región.
Durante días fue rodeada por las tropas ucranianas, siendo "liberada" por completo el pasado 2 de octubre, según anunció el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Esta fue la segunda gran derrota militar para las fuerzas de Moscú después de la de Járkov.