El Gobierno de Estados Unidos y la Unión Europea han condenado este lunes las ejecuciones por motivos políticos de cuatro activistas prodemocracia en Birmania y han exigido la liberación de todos los presos políticos. Se trata de las primeras ejecuciones en ese país en más de 30 años.
Entre los ejecutados se encuentran el antiguo parlamentario de la Liga Nacional para la Democracia Phyo Zeya Thaw y el activista Ko Jimmy, acusados por cargos de terrorismo a raíz de sus actividades contra la Junta.
Birmania también ha acabado con la vida de Hla Myo Aung y Aung Thura Zaw, condenados de haber matado a una mujer por ser supuestamente confidente de los militares.
Las víctimas fueron juzgadas, condenadas y sentenciadas por un tribunal militar el 21 de enero sin derecho a apelación y, al parecer, sin asistencia legal.
Ante estos hechos que han provocado estupor dentro y fuera del país, el secretario de EE.UU., Antony Blinken, y la presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, han expresado su desaprobación y han solicitado respetar los derechos humanos de los birmanos, algo a lo que se ha unido también la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y Human Rights Watch.
EE.UU.: "un nuevo ejemplo" del desprecio a los derechos humanos
La Junta militar birmana se impuso en el poder hace un año y medio tras un golpe de estado y desde entonces, según el secretario estadounidense, "ha perpetuado la violencia contra su propia población, matando a más de 2.100 personas", y ha provocado que haya "más de 700.000 desplazados" y miles de detenidos inocentes.
En ese sentido, EE.UU. ha considerado que las ejecuciones son "un nuevo ejemplo" del desprecio del régimen de ese país a los derechos humanos. "La farsa de juicios y estas ejecuciones son intentos flagrantes de acabar con la democracia. Estos actos nunca eliminarán la valentía de la población de Birmania", ha recalcado en un comunicado.
Por último, desde Washington se ha pedido a la Junta que "respete las aspiraciones democráticas" de los birmanos, quienes "han demostrado que no quieren vivir ni un día más bajo la tiranía del régimen militar".
UE: La pena de muerte es "inhumana" y "debería ser abolida en todo el mundo"
Por su parte, la presidenta del Parlamento Europeo (PE), Roberta Metsola, ha asegurado estar "horrorizada" por la ejecución. "Condeno esta escandalosa violación de los derechos humanos en los términos más firmes posibles", ha escrito la política maltesa en su perfil en la red social Twitter.
Asimismo, Metsola ha añadido que la pena de muerte es "inhumana" y "debería ser abolida en todo el mundo".
El régimen castrense ya advirtió a principios de junio que retomaría la aplicación de la pena capital, ejecutada tradicionalmente mediante el ahorcamiento.
La ONU urge a la comunidad internacional a actuar de forma "contundente"
El relator especial de Naciones Unidas sobre los Derechos Humanos en Birmania, Tom Andrews, ha condenado también las ejecuciones y ha urgido a la comunidad internacional a actuar de forma "contundente".
Se ha pronunciado igualmente al respecto la alta comisionada de la ONU para los derechos humanos, Michelle Bachelet, quien se ha mostrado "consternada" por "un cruel paso atrás de un régimen militar que es un paso más en su campaña represiva contra su propio pueblo".
"Las ejecuciones constituyen crueles violaciones en los derechos a la vida, la libertad, la seguridad y el juicio justo de las personas", ha añadido la expresidenta chilena, que ha asegurado que estos actos "no hacen sino complicar una crisis que los propios militares han creado".
Por ello, Bachelet ha pedido al país a reinstaurar su moratoria de facto en el uso de la pena de muerte y ha recordado que más del 30 % de las 2.100 personas asesinadas desde el golpe de estado de febrero de 2021 murieron bajo custodia militar, en su mayoría a causa de maltrato.
Human Rights Watch pide a la UE y a EE.UU. "mostrar que habrá consecuencias"
La directora de Human Rights Watch para Asia, Elaine Pearson, ha reaccionado también ante las ejecuciones de este lunes al denunciar "el acto de crueldad" y pedir a la Unión Europea, a Estados Unidos y otros gobiernos a "mostrar a la junta que habrá consecuencias por estos crímenes".
Japón, por su parte, las ha definido como "deplorables" y ha solicitado a los militares que trabajen "para una resolución pacífica de la situación".