Diez meses han sido necesarios para volver a ver reunidos a los presidentes del Gobierno, Pedro Sánchez, y de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès. Ha sido un encuentro de casi dos horas en La Moncloa, donde ambos Ejecutivos han tendido puentes en sus relaciones, deterioradas en los últimos meses a raíz del caso Pegasus, y han acordado que la próxima reunión de la mesa de diálogo se celebre en Madrid la última semana de julio.
El encuentro, que ha comenzado pasadas las 12:00 horas, se ha desarrollado en "un ambiente positivo y correcto", ha dicho la portavoz y ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, quien ha recalcado que se ha recuperado "la normalidad de lo que tiene que ser la relación entre distintas instituciones". Y, aunque ambos Ejecutivos están "en posiciones muy distintas" en asuntos como la amnistía o el referéndum, ha reiterado que comparten que "la única manera de acercarse es el diálogo".
Aragonès ha sido recibido por Sánchez y, flanqueados por las banderas de España y Cataluña, han estrechado sus manos antes de acceder al interior del edificio. Era una "reunión importante" para el Govern, marcada "por las dificultades del momento, que son muchas y de origen diversos", ha dicho Aragonès. Si bien ha advertido, en contra de Rodríguez, que "la normalización" de las relaciones entre ambos Gobiernos no es tal y "solo se producirá si hay acuerdos concretos".
"Hoy hay una apuesta ratificada para avanzar en el diálogo. A partir de aquí, si hay avances con acuerdos concretos, que permitan resolver el conflicto en cuestiones como la represión o la negativa a que Cataluña pueda decidir su futuro, entonces se va a poder normalizar la relación, que a día de hoy no lo está", ha señalado. Y ha confiado en que en la próxima mesa de diálogo se cierren, "si es posible, los primeros acuerdos parciales", además de "consensuar líneas de trabajo" para la "desjudicialización".
Precisamente la última reunión formal de ambos presidentes tuvo lugar el pasado 15 de septiembre de 2021, en el marco de la mesa de diálogo. Este foro se ha celebrado un total de dos veces desde su puesta en marcha: en febrero de 2020, durante la presidencia de Quim Torra, y la ya mencionada de hace diez meses. Sin embargo, el contexto de esta cita es muy diferente al de entonces a causa del presunto espionaje del sistema Pegasus a líderes independentistas, que supuso la congelación del diálogo entre ambos Ejecutivos y la retirada del apoyo parlamentario de ERC desde el pasado mes de abril.
"Es un paso importante para restaurar la confianza y ofrecer las garantías de respeto a los valores democráticos y a los derechos fundamentales que el gobierno catalán necesita para retomar el proceso de diálogo y negociación", ha destacado Aragonès, quien sin embargo ha dicho que sigue el malestar por el caso de Pegasus y que no se conforman con el cese de la exdirectora del CNI Paz Esteban, contra quien se ha querellado. En este sentido, ha dicho que Sánchez le ha expresado su compromiso "de colaborar de forma absoluta con la justicia en el marco de los procedimientos que están en marcha".
Piden que Junts esté presente en la reunión
A falta de conocer los detalles de la mesa de diálogo, tanto el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, como su homóloga en la Generalitat, Laura Vilagrà, acordaron en la última reunión preparatoria que este foro se reuniría hasta en dos ocasiones antes de que finalice el año. La primera de ellas, por tanto, tendrá lugar antes de verano y a ella no acudirán los dos presidentes. Así lo ha señalado Rodríguez, quien ha justificado la decisión asegurando que ambos ya "han hecho su trabajo" con el encuentro de este viernes y han tenido la oportunidad de conversar sobre las cuestiones más importantes.
Y, sobre el resto de representantes, la titular de Política Territorial ha apuntado que los dos presidentes han convenido que, para el buen desarrollo de los trabajos, sería "muy deseable" que se sentaran en ella las distintas formaciones que representan a los dos gobiernos, esto es, tanto líderes del PSOE y Unidas Podemos como de ERC y de Junts. "Y quien no esté deberá explicárselo a los catalanes", ha señalado en relación a esta última, que tampoco participó en la cita del pasado mes de septiembre.
La amnistía se queda fuera de la reunión
Sánchez y Aragonès han abordado también la situación económica derivada por la guerra de Ucrania, el plan de recuperación y el despliegue de los fondos europeos en Cataluña, así como la ejecución de las inversiones en infraestructuras. Si bien, uno de los asuntos más polémicos, la amnistía, según Rodríguez, no ha sido abordada; ni la reforma del delito de sedición, por el que fueron condenados los líderes del 'procés'.
Tampoco las conclusiones del abogado general del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE), que este jueves afirmaba que los Tribunales belgas se extralimitaron al denegar la entrega a las autoridades españolas del exconseller Lluis Puig, lo que despeja la posible entrega del expresidente catalán Carles Puigdemont a la justicia española. Según la portavoz, los presidentes no han conversado sobre este asunto y ha reiterado que la respuesta del Gobierno es la del "respeto" a todas las administraciones de Justicia. Aragonès, por su parte, ha mostrado el "máximo respeto a los represaliados", al tiempo que ha dejado claro que "no negociará la situación de Puigdemont con el Gobierno".
Y frente a las críticas de la derecha, la portavoz ha destacado el compromiso del Ejecutivo en el "perfeccionamiento del Estado autonómico", tanto con Cataluña y como con el resto de las autonomías. En este sentido, ha anunciado que Sánchez tiene intención de reunirse con los presidentes que se han visto refrendados recientemente en las urnas, como es el caso del Alfonso Fernández Mañueco (Castilla y León) o de Juanma Moreno (Andalucía).