El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha proclamado la victoria en la región de Lugansk después de que las tropas rusas se hicieran con el control de Lisichansk, el último reducto ucraniano en el territorio, mientras el Ejército ucraniano toma nuevas posiciones.
La toma de Lisichansk este domingo ha puesto fin a una de las batallas más grandes en Europa durante generaciones y completa la conquista de Rusia de Lugansk, uno de los dos territorios que Moscú ha exigido que Ucrania ceda a los separatistas prorrusos en la región del Donbás.
La batalla es lo más cerca que ha estado el Ejército ruso de lograr uno de sus objetivos declarados desde que sus fuerzas fueron derrotadas al intentar capturar Kiev en marzo y marca la mayor victoria de Rusia desde que se hizo con el control de Mariúpol a finales de mayo.
Putin felicita a sus militares y pide repetir los éxitos de Lugansk
El mandatario ruso ha felicitado en una reunión con su ministro de Defensa, Serguéi Shoigú, a los militares y las milicias prorrusos por su victoria en Lugansk y ha exigido a su Ejército los mismos avances en los otros frentes.
"Las unidades que participaron activamente en las acciones de combates y que consiguieron éxitos, la victoria, en la dirección de Lugansk sin duda deben descansar, aumentar su capacidad combativa", ha indicado Putin, quien ha añadido que las agrupaciones de tropas Oeste y Este "deben cumplir sus tareas según los planes establecidos".
"Confío en que en las otras direcciones sucederá lo mismo que ha ocurrido hasta ahora en la de Lugansk", ha recalcado el presidente ruso.
En la reunión, el ministro de Defensa ha informado a Putin de que durante la ofensiva que permitió tomar el control de las ciudades de Severodonetsk y Lisichansk y otras 22 localidades en Lugansk, las Fuerzas Armadas ucranianas sufrieron 5.469 bajas, de las cuales 2.221 fueron mortales. Además ha detallado que "en estos momentos se lleva a cabo el desminado de Lisichansk, se suministra ayuda humanitaria y asistencia médica a la población civil".
Ucrania quita hierro a la caída de Lisichansk y avanza en tres frentes
El gobernador de Lugansk, Serhyi Gaidai, ha afirmado este lunes que las fuerzas ucranianas se han retirado de Lisichansk sin sufrir pérdidas y ha subrayado que los militares "podían haber mantenido la ciudad durante mucho tiempo, pero Rusia tiene ahora una enorme superioridad en artillería y pertrechos". "Hubieran destruido la ciudad a distancia. No tenía sentido quedarse", ha admitido.
Por ello, Gaidai ha añadido que se decidió una retirada a posiciones fortificadas situadas al oeste de Lisichansk para continuar la lucha contra el Ejército ruso desde ahí. "Para mí, personalmente, es duro y doloroso, pero no se ha perdido la guerra. Hemos perdido solo una batalla. Tenemos que conservar nuestro Ejército para que, cuando llegue en cantidades suficientes el armamento que suministra Occidente, podamos contraatacar", ha recalcado.
Por su parte, el asesor de la Oficina de la Presidencia de Ucrania, Oleksiy Aretóvych, ha señalado que la defensa de la aglomeración Lisichansk-Severodonetsk "ha sido una operación militar exitosa" en la que se han cumplido cuatro objetivos fundamentales: contener las principales fuerzas del enemigo, infligirles numerosas bajas, ganar tiempo para recibir armamento occidental y perfeccionar la segunda línea de defensa, y preparar las condiciones para acciones ofensivas en otros frentes.
Aretóvych también ha destacado que hace un mes Rusia atacaba en cinco direcciones y Ucrania en una o dos, y ahora los rusos atacan en tres frentes -Járkov, Izium y Bajmut- y los ucranianos también en tres -Vuhledar, Zaporiyia y Jersón-.
La portavoz del Mando Sur de las Fuerzas Armadas de Ucrania, Nataliya Gumenyuk, ha afirmado que las tropas ucranianas en el sur del país avanzan "lentamente pero de forma segura" y ha desmentido informaciones de que las fuerzas de Kiev se encuentran ya a las puertas de Jersón, una ciudad ocupada por Rusia desde hace cuatro meses.