Emmanuel Macron ha ganado la segunda vuelta de las elecciones en Francia y volverá a ser presidente de la Quinta República. El líder centrista de La République En Marche! ha cosechado el 58,5% de los votos y se ha impuesto a su rival, la ultraderechista Marine Le Pen, que ha logrado el 41,5% de los votos.
Macron se convierte así enel primer presidente de Francia que revalida el cargo en dos décadas, pero lo hará en un país muy polarizado en el que la ultraderecha se erige en la segunda fuerza y se declara la oposición. Agrupación Nacional ha logrado casi la mitad del apoyo de los franceses por primera vez en la historia, en detrimento de los partidos tradicionales que se desplomaron en la primera vuelta.
Prueba de ello es la diferencia de resultados: si en 2017 Macron ganó con más del 66% de los votos, ahora lo ha hecho con ocho puntos menos y en un escenario donde los extremos han hecho desaparecer a los partidos tradicionales.
Macron pide unidad y promete un cambio de rumbo
Macron llegaba a la cita electoral tras una campaña atípica marcada por la guerra en Ucrania y en la que Le Pen llegó a recortar distancias con él. Ya declarado vencedor, ha celebrado su victoria en las elecciones con un discurso en el que ha pedido unidad a los franceses para los próximos cinco años. A los pies de la Torre Eiffel, el líder socioliberal ha agradecido la confianza a sus electores, pero ha reconocido la división que arrojan estos comicios en el mapa político francés: en la primera vuelta, la suma de la extrema derecha y la extrema izquierda superaba la mitad del electorado.
No solo eso, la abstención de esta cita es la más elevada en medio siglo. Consciente, Macron se ha dirigiado a los ciudadanos desencantados con la política tras agradecer el apoyo a sus simpatizantes y a los votantes que le han escogido para detener a la ultraderecha.
“El voto de hoy nos impone responder a la rabia que se ha expresado“
"El silencio de los que se han abstenido significa un rechazo de elegir al que tendremos que responder. [...] El voto de hoy nos impone considerar todas las dificultades y responder a la rabia que se ha expresado", ha señalado.
Así, el presidente ha prometido ser el "depositario" de todos los franceses que le han votado, por lo que ha prometido trabajar por un país distinto del actual con un mandato que no será la continuidad del primero. "Desde ahora soy el presidente de todos", ha afirmado. Todo tras reconocer que "los años futuros seguramente no serán tranquilos, pero serán años históricos".
Macron: "Los próximos años no serán tranquilos, pero serán históricos. Juntos los escribiremos para nuestras generaciones"
Le Pen celebra su "gran victoria" y peleará en las legislativas
Aunque Le Pen no logra llegar al Elíseo, lo cierto es que el resultado de las elecciones presidenciales de 2022 suponen una victoria histórica para la extrema derecha, que nunca ha estado tan cerca de ganar. Así lo ha constatado Marine Le Pen en su discurso de derrota, que ha utilizado para celebrar la "gran victoria" de la ultraderecha, que ya considera la oposición de Francia. "Siento una especie de esperanza, porque este resultado constituye para los dirigentes franceses y europeos el testimonio de la gran confianza del pueblo francés, que es la aspiración compartida de un gran cambio", ha señalado ante sus seguidores.
“Este resultado constituye la aspiración compartida de un gran cambio“
Le Pen ha anunciado que mantendrá su compromiso "por el bien de Francia", ya que tras la debacle de Los Republicanos y el Partido Socialista, su formación se establece como la segunda opción de los ciudadanos en las elecciones legislativas de junio que supondrán otra prueba para la presidencia de Macron. "No vamos a contribuir a que Macron sea reelegido [...] daremos la gran batalla electoral de las legislativas", ha afirmado.
Pero el otro candidato de la extrema derecha que no pasó a la segunda vuelta, Éric Zemmour, ha cargado contra la derrota de Le Pen y ha hecho un llamamiento para la creación de un bloque de derechas en junio. "Estaremos ahí en ese combate para luchar codo con codo contra ese trabajo que hará Macron", ha advertido.
Marine Le Pen: "Lanzamos esta noche la gran batalla electoral de las elecciones legislativas"
La abstención, el otro gran rival
Macron partía en esta campaña electoral con la ventaja de ser un candidato con imagen presidenciable tanto dentro como fuera de Francia, que podía aglutinar no solo el voto de sus simpatizantes, sino el del resto de fuerzas políticas -casi todos los partidos- que pidieron apoyarle tras la primera vuelta. La mayor incógnita recaía este domingo en la movilización de los simpatizantes del izquierdista Jean-Luc Mélenchon, que el 10 de abril logró el 22% de los votos y que únicamente había pedido el voto en contra de Marine Le Pen. Finalmente, el 42% de sus simpatizantes ha votado a favor de Macron aunque no comulguen con su proyecto.
Macron, liberal en lo económico y más progresista en lo social
Y es que aparte de Le Pen, su mayor rival en estos comicios ha sido la parte del electorado descontenta con su gestión que ha decidido no participar. De hecho, la abstención se ha situado en el 28%, el dato más alto en 50 años.
Las legislativas, tercer asalto
Cinco años después de dar la sorpresa y llegar al Elíseo con un movimiento que ha supuesto la ruptura de la política tradicional francesa, Macron promete ahora centrarse en las prioridades del país con una agenda liberal y un proyecto "humanista, ambicioso, social, republicano y ecológico".
Pero no lo tendrá fácil: en junio los franceses están llamados de nuevo a las urnas para elegir la composición del poder Legislativo, que puede entorpecer su mandato. Actualmente, su partido controla 267 de los 577 escaños y tiene mayoría en la Asamblea Nacional gracias a su aliado MoDem.
Sin embargo, la polarización de estas elecciones presidenciales puede dibujar una Asamblea Nacional distinta. De momento, los partidos que quedaron fuera de la segunda vuelta han lanzado ya sus campañas para la cita: de Mélenchon, que aspira a ampliar su base de izquierda y desplazar a Macron, a Zemmour, que ha pedido un bloque nacional de derechas para frenar las políticas del presidente. También Le Pen, que ya se ha declarado líder de la oposición en Francia. Pero por ahora, Europa respira aliviada tras dos semanas en las que las opciones de Le Pen de llegar a la Presidencia parecían muy reales.