El Gobierno de Finlandia prevé tensiones en su frontera con Rusia si solicita el ingreso en la Alianza Atlántica, así como consecuencias "a gran escala y difíciles de predecir", aunque considera que mantener el "statu quo" y no reaccionar a la nueva situación tras el ataque ruso a Ucrania también conlleva riesgos.
El Ejecutivo finlandés ha hecho estas consideraciones en la presentación en el Eduskunta, el Parlamento del país, de un libro blanco sobre los cambios en el entorno de seguridad a raíz de la invasión rusa de Ucrania, que servirá de base para el debate sobre el posible ingreso del país en la OTAN.
El informe ofrece un análisis sobre los efectos de la invasión rusa de Ucrania en la política exteriores, de seguridad y de defensa de Finlandia, así como sobre sus consecuencias económicas y las reservas estratégicas de suministros del país nórdico. También sobre la preparación civil y militar, la seguridad fronteriza y las potenciales amenazas híbridas.
La primera ministra de Finlandia, Sanna Marin, explicó que el objetivo del informe es tomar una decisión antes de finales de junio, poco antes de la cumbre de la Alianza Atlántica que se celebrará en Madrid.
Consecuencias "a gran escala difíciles de predecir"
El documento constata que el efecto más significativo de la posible membresía de Finlandia en la OTAN sería que el país nórdico pasaría a formar parte de la defensa colectiva de la Alianza y contaría con las garantías de seguridad que establece el artículo 5 sobre la defensa conjunta.
"El efecto preventivo de la defensa de Finlandia sería considerablemente mayor que en la actualidad, ya que detrás estarían las capacidades de toda la Alianza", indica el informe.
El texto también advierte de que una solicitud para entrar en la OTAN también podría tener consecuencias "a gran escala y difíciles de predecir", como el aumento de las tensiones en la frontera entre Rusia y Finlandia, para las que el país debe prepararse.
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"En una situación en la que Rusia está tratando de construir su esfera de influencia mediante acuerdos y medios militares, la falta de reacción ante el cambio en el entorno de seguridad podría provocar un cambio en la posición internacional de Finlandia y una reducción de su margen de maniobra", añade.
Fuentes del Parlamento finlandés afirman que está previsto que los partidos políticos debatan el contenido del informe el 20 de abril en una sesión plenaria. Después, un comité parlamentario elegirá la opción que crea más conveniente para la seguridad del país y presentará una propuesta en el Eduskunta, donde será debatida y votada. No obstante, si el Gobierno y el presidente lo consideran necesario, podrían acelerar el proceso y someter a votación su propuesta en cualquier momento, sin esperar a que concluya la tramitación parlamentaria.
Finlandia y Suecia estrechan contactos
Las jefas de Gobierno de Suecia y Finlandia, Magdalena Andersson y Sanna Marin, respectivamente, se han reunido este miércoles para discutir sobre un hipotético ingreso en la Alianza Atlántica. Ambos países son aliados, pero no miembros de la OTAN. Mientras la finlandesa ha sido más explícita sobre los plazos de una futura decisión y ha abogado por las ventajas de que fueran coincidentes, la sueca ha rechazado hacer especulaciones.
"Debemos analizar la situación para ver qué es lo mejor para la seguridad de Suecia y del pueblo sueco, y no hay que apresurarse. Hay que hacerlo de forma muy seria y minuciosa", ha indicado Andersson, quien ha aclarado que no tiene sentido demorar el proceso.
Suecia también elaborará un informe, que deberá estar listo antes del 31 de mayo, aunque la primera ministra sueca ha resaltado que esa es una fecha límite y que podría ser presentado antes.
Aunque una decisión de Finlandia a favor de ingresar en la OTAN parece más cercana, la situación ha cambiado en Suecia en los últimos días. El gobernante Partido Socialdemócrata inició este lunes un debate interno sobre la situación de seguridad en Europa y su postura frente a la Alianza, hasta ahora contraria a un ingreso.
El ultraderechista Demócratas de Suecia, tercera fuerza parlamentaria y escéptico ante la entrada a la OTAN, también decidió este lunes que Suecia ingrese si Finlandia lo hace antes.