Los combates se suceden en las afueras de Kiev, donde las fuerzas ucranianas dicen que están logrando avances y que están consiguiendo que las tropas rusas se retiren al mismo tiempo que siguen ganando terreno.
Pero lo que va quedando tras esos enfrentamientos es destrucción y sobre todo, civiles afectados. Porque hay muchos pueblos semivacíos, pero hay también familias que han decidido quedarse.
En Boiarka, a 26 km de Kiev, se ven las columnas de humo en el cielo y se escuchan las explosiones muy cerca. "Ya no tengo miedo, tengo muchos años y ya ni siquiera estoy sorprendido", cuenta Vassilli mientras camina con TVE en medio de los escombros de lo que hasta hace poco era su casa.
Y era en pasado porque su domicilio fue alcanzado por un misil ruso en los últimos ataques que se han producido recientemente. Boiarka es una zona muy humilde y afortunadamente, dice, ya no quedan familias con niños en la aldea.
Casi 5.000 edificios han sido dañados, según Ucrania
A pesar de eso, se lamenta de que la guerra haya derrumbado su vida. Aquí estaba todo lo que tenía, y de la noche a la mañana ha desaparecido, reconoce mientras nos enseña fotos, cuadernos y cartas que ha podido recuperar entre los escombros.
Y es que desde el inicio de la guerra en Ucrania los combates han sido más intensos en la periferia de la capital del país que dentro de la ciudad.
Anna ha venido a ayudar a su padre, pero los escombros se acumulan y no saben ni por dónde empezar. "No sabemos cómo vamos a pagar todo esto ni cómo vamos a reconstruirlo", se lamenta.
Vasili, dice que ahora duerme en el garaje del edificio, pero que espera poder volver a vivir aquí algún día. Según el Instituto de Economía de Kiev, desde el inicio de la guerra los ataques han dañado casi 5.000 edificios en el país y los daños en infraestructuras rondan los 60.000 millones de euros.