Desde que estalló la guerra en Ucrania las redes sociales y los canales de mensajería se han llenado de vídeos del conflicto. Algunos de ellos muestran a soldados rusos o ucranianos capturados por fuerzas enemigas. Según el derecho internacional, estos soldados son considerados prisioneros de guerra y con su exhibición se está violando lo previsto en los Convenios de Ginebra sobre el trato humano a los militares cautivos.
En concreto, se han difundido imágenes de militares detenidos por el bando contrario hablando con familiares, dispuestos en fila de cara a la pared, siendo interrogados e, incluso, compareciendo ante los medios de comunicación.
Los derechos de los prisioneros de guerra están regulados por el III Convenio de Ginebra de 1949. Estos convenios internacionales se aplican “en casos de guerra declarada o de cualquier otro conflicto armado que surja entre dos o varias de las Altas Partes Contratantes”. Tanto Rusia (1989) como Ucrania (1990) están adheridos a este tratado. Al formar parte de las fuerzas armadas de sus países, los soldados rusos y ucranianos “que caigan en poder del enemigo” son considerados prisioneros de guerra “hasta su liberación”.
Dentro de la protección a estos militares capturados, se contemplan los límites a su exhibición. Según el artículo 13, "los prisioneros de guerra deberán ser protegidos en todo tiempo, especialmente contra todo acto de violencia o de intimidación, contra los insultos y la curiosidad pública".
Con motivo de la guerra de Irak en 2003 el Comité Internacional de la Cruz Roja aclaró oficialmente su postura. Criticó la exposición de imágenes de prisioneros de guerra afirmando que estos “no debían ser mostrados de ninguna manera”. Amnistía Internacional también ha emitido durante la primera semana de marzo un comunicado de condena de la exposición pública de cualquier soldado prisionero sea del bando que sea.
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