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Festival de San Sebastián

Carlos Saura: "La Guerra Civil no ha sido convenientemente tratada en el cine"

ESTEBAN RAMÓN (San Sebastián)
3 min.

Si la cantidad de proyectos que alguien maneja al mismo tiempo es un indicador de vitalidad, Carlos Saura la tiene disparada. La semana pasada presentó en el Museodel Prado el cortometraje Goya. 3 de mayo, pronto estrena El rey de todo el mundo (otra de sus películas musicales), trabaja en una serie sobre Lorca y completa un guion sobre la Guerra Civil. Junto a su hija, Anna Saura, productora en sus últimos trabajos, repasa su agenda de los próximos días: “Mañana a Santander, luego México, Sitges…”.

“Ahora estoy trabajando en los orígenes del arte con José Luis Arsuaga y Pedro Saura, expertos en el paleolítico”, añade el cineasta, de 89 años, a un grupo de periodistas. “Estoy estudiando las cuevas y veo que el hombre no ha parado de guerrear entre sí. Es algo innato, no para la violencia. No hemos aprendido nada”.

De esos conflictos trata también el cortometraje con el que acude a San Sebastián: Rosa, rosae, un homenaje a José Antonio Labordeta y un ejercicio de memoria de la Guerra Civil que sufrió como niño. Sobre la música de Labordeta, Saura despliega fotografías de la posguerra intervenidas con dibujos y añade sonidos que rememoran bombardeos y ruidos de aquellos colegios en los que creció y que refleja el comienzo de la canción: “Rosa, rosae. Y también el valor de PI. Y el recuento de todos los muertos, de la última Guerra Civil. Así, así, así crecí”.

“Labordeta era un tipo estupendo, me parece uno de los grandes cantautores y le admiro muchísimo”, explica el director, que ya utilizó la canción en Jota, de Saura, y afirma que “hay una identificación muy grande” con lo que él vivió. El tema no es ajeno a la obra del cineasta, que trató el conflicto, ya fuese alegóricamente durante la dictadura (La caza), o en democracia en la película por la que ganó el Goya (¡Ay, Carmela!).

"La posibilidad de que haya otra Guerra Civil no está tan lejos"

“Pienso que la Guerra civil española no ha sido convenientemente tratada en el cine”, opina sin embargo. “Lo que me da miedo es pensar que esto se pueda reproducir. Los conflictos entre partidos, las expresiones de violencia: la posibilidad de que haya otra Guerra Civil que no está tan lejos”. ¿Estamos condenados al enfrentamiento? “Eso lo decía Unamuno, que España es un país cainita. No creo en esas grandes palabras. Pero es verdad que hay un germen de confrontación ideológica en lugar de resolver las cosa con entendimiento”.

¿Tenemos, como muestra Almodóvar en su última película, una deuda pendiente con las víctimas vivas del franquismo? “Hay dos soluciones. Olvidarlo todo o recordarlo. En el equilibrio está la solución. Dejemos a cada cual en su sitio".

El festival le ha otorgado al cineasta un lugar preeminente, como corresponde a uno de los grandes cineastas vivos, junto a Almodóvar y Erice, de la historia de nuestro cine. “A veces me dicen que soy un genio. Doy cuatro pasos y me digo: ‘eres un imbécil si te crees un genio’. Soy un ser afortunado porque he hecho 50 películas y eso es un milagro”.

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