Las lluvias torrenciales en Bélgica han dejado 20 personas fallecidas y otras 20 desaparecidas, así como miles de afectados y enormes daños materiales en la región sur de Valonia, cuyo Gobierno va a declarar el estado de desastre natural, al igual que han hecho en los vecinos Luxemburgo y Países Bajos.
La ministra belga del Interior, Annelies Vanlinden, ha informado de que nueve de los fallecidos aún no han podido ser identificados y que "sigue sin descanso la búsqueda" de los desaparecidos.
Las inundaciones provocadas por las fuertes lluvias, que comenzaron el miércoles y han ido amainando a lo largo de la jornada de hoy, han obligado además a evacuar a "miles de personas" y "muchas más" han sufrido daños materiales que solo podrán ser cuantificados en los próximos días, según la ministra.
El primer ministro belga, Alexander de Croo, quien ha comparecido también en la rueda de prensa, ha anunciado que se ha declarado duelo nacional en el país el próximo día 20 y que se reducirán las celebraciones por la fiesta nacional de Bélgica, que se celebra el 21. El jefe del Gobierno ha dicho que estas inundaciones "podrían ser las más catastróficas que haya visto" Bélgica.
En Alemania, el país más golpeado por el temporal que ha asolado esta zona de Europa, hay ya más de 100 muertos, mientras que 1.300 personas siguen desaparecidas.
Miles de hogares sin luz
Las inundaciones han dejado sin electricidad a más de 41.000 hogares en Bélgica, y han obligado a cortar carreteras y el tráfico ferroviario el sur del país, e igualmente han provocado el derrumbe de al menos una decena de viviendas y amenazan con hacer colapsar otras infraestructuras.
El Gobierno belga, que ha iniciado el proceso para declarar las áreas inundadas zona catastrófica, ha advertido de que llevará aún varios días restablecer totalmente el servicio de transportes y energético. Aunque la crecida del agua ha aminorado a lo largo de la jornada, la situación "sigue siendo crítica" en algunos puntos de la provincia de Brabante Valón y de Limburgo, ha explicado el ministro-presidente de Flandes, Jan Jambon.
A falta de cuantificar los daños, el ministro-presidente de la región de Valonia, Elio di Rupo, ha anunciado ya varias ayudas a los afectados: un préstamo inmediato a cada siniestrado de hasta 2.500 euros a través de los ayuntamientos, préstamos de hasta 50.000 euros sin intereses para autónomos y empresas, una dotación de 2,5 millones que canalizarán los municipios para las acciones más urgentes y el desbloqueo de 5 millones para actividades de limpieza de las zonas afectadas.
"Desastre natural" en Luxemburgo y Países Bajos
En el vecino Luxemburgo, donde en algunas zonas se llegaron a registrar hasta 100 litros de lluvia por metro cúbico, el Gobierno de Xavier Bettel declaró en la tarde del jueves el estado de desastre natural por la "dramática situación" que vive el país, en el que por ahora no hay que deplorar víctimas mortales.
También el Gobierno neerlandés de Mark Rutte declaró en la noche del jueves el estado de catástrofe natural en la provincia de Limburgo, limítrofe con Alemania, donde la ruptura de un dique en Meerssen ha obligado a evacuar varios vecindarios por temores al desbordamiento del río Mosa, que ha alcanzado ya su nivel de agua más alto desde 1911.
Más al norte de Limburgo, varias unidades del Ejército se están trasladando a la zona para prestar ayuda a las áreas más afectadas y reforzar los diques, mientras que, en el sur, en el municipio de Valkenburg, un centenar de soldados siguen activos, entre otras cosas, construyendo un puente temporal sobre el río Geul.
En Venlo, un hospital está siendo evacuado como medida de precaución “para evitar cualquier posibilidad de inundación” debido al alto nivel de agua alcanzado por el río Mosa, y en torno a 200 pacientes de urgencias serán trasladados a hospitales cercanos a partir de esta tarde, según un comunicado del comité regional de seguridad. El hospital permanecerá cerrado hasta el próximo lunes.