En marzo de 2020, Europa se enfrenta a la pandemia del COVID-19, una de las mayores crisis de su historia. La Unión debe impulsar un rápido y eficaz plan de recuperación económica. Sin embargo, las divergencias Después de tres meses de reuniones por videoconferencia y tras una cumbre de 92 horas no exenta de bloqueos, desavenencias y amenazas; el 21 de julio, el Consejo Europeo llegaba a un histórico acuerdo que algunos calificaron de momento hamiltoniano.
Los frugales frente a los beneficiarios
La pandemia del COVID-19 cayó como un jarro de agua fría sobre la Unión Europea. Nadie estaba preparado para afrontar una situación semejante. En Europa, se instaló el sálvese quien pueda: cierre de fronteras descoordinado, material sanitario requisado, falta de ayuda mutua. "Era una catástrofe, cada país actuaba por su cuenta. Fue una guerra abierta", afirma el periodista, Jean Quatremer.
Ante esta emergencia, Europa necesitaba ofrecer a sus miembros una solución lo más rápida posible. Pero la evidente desunión de los países no auguraba un final feliz y mucho menos a corto plazo.
“Era una catástrofe, cada país actuaba por su cuenta. Fue una guerra abierta“
Y así fue. Francia propuso la idea de un fondo europeo de rescate, España, un plan Marshall, e Italia, la creación de coronabonos. Pero los estados austeros, con Países Bajos a la cabeza frenan cualquier iniciativa financiera extraordinaria.
El giro inesperado de Alemania
El discurso de los países frugales es el de la austeridad. El canciller austriaco, Sebastian Kurtz, dice que "mutualizar la deuda no conduce a la riqueza de Europa". "Era una cuestión de débiles y fuertes", asegura el periodista David Herszenhorn, mientras se pregunta: "¿Iban a permitir que solo algunos países de la Unión Europea sobreviviesen a la pandemia?".
“¿Iban a permitir que solo algunos países de la Unión Europea sobreviviesen a la pandemia?“
Alemania, no. En un giro inesperado, la canciller Merkel afirma con contundencia que "Europa tiene que ser solidaria", e insiste, "por eso, queremos crear un fondo temporal de 500.000 millones de euros". Las conversaciones bilaterales del eje franco-alemán en mayo concluían con este golpe de efecto. Ante la incredulidad de los países frugales, Alemania ha aceptado el principio de deuda conjunta. Los austeros acaban de perder a su aliado más poderoso.
La cumbre hamiltoniana de 92 horas
Comienzan las negociaciones. "La propuesta elaborada por la Comisión es un fondo europeo de recuperación de 750.000 millones de euros", explica Ursula Von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea.
“La verdadera negociación comienza cuando se mencionan los importes y entonces se producen las tensiones“
Ahora tocaba acordar si los 500.000 millones propuestos por Macron y Merkel irían a fondo perdido y qué cantidad se destinaría a préstamos. Para Charles Michel, el presidente del Consejo Europeo, no iba a ser fácil poner de acuerdo a 27 intereses nacionales diferentes.
Se avecina una cumbre rara, sin prensa y con mascarillas. “La verdadera negociación comienza cuando se mencionan los importes y entonces se producen las tensiones”, asegura el asesor de Michel, Frédéric Bernard. “Con Mark Rutte se puede dialogar, sin embargo, con Kurz no ha sido fácil, lo ha rechazado todo”, se quejan Charles Michel y Macron. Hay mucho de qué tratar: La forma de financiación, el reparto de ayudas, las condiciones del pago de las ayudas vinculadas a reformas. Pero el nudo gordiano es el importe del fondo de recuperación y el reparto de ayudas y préstamos.
“Lo hemos hecho, Europa es fuerte, Europa está unida“
92 horas de tira y afloja, bloqueos, amenazas de última hora y desavenencias concluyeron con un acuerdo histórico: 390.000 millones de euros se destinarían a ayudas y 360.000 irían en forma de préstamos.
“Lo hemos hecho, Europa es fuerte, Europa está unida”, dijo satisfecho Charles Michel. La Unión acordaba que se asumiera la deuda común. Lo mismo que en 1792 había logrado el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Alexander Hamilton, en su país. De ahí, que ese 21 de julio de 2020, muchos lo calificaran como de momento hamiltoniano de Europa.