La crisis sanitaria y económica derivada del coronavirus ha aumentado la pobreza de las familias más vulnerables en España. Así lo recoge el informe de Save the Childen, Aniversario Covid-19: ¿Qué nos cuentan las familias?, presentado este miércoles, y en el que se pone el foco en la situación de este colectivo durante la pandemia. El estudio, basado en encuestas a familias vinculadas a la organización, revela que la masiva reducción de empleo ha mermado drásticamente las rentas en los hogares más vulnerables poniendo contra las cuerdas el futuro de niños y niñas.
"El informe muestra una realidad marcada por la pérdida de empleo, la caída drástica de los ingresos familiares, y por una situación de privación material muy grave", advierte el director general de Save the Children, Andrés Conde.
Medidas para evitar el aumento de pobreza infantil
La organización recuerda que antes de la pandemia la pobreza infantil afectaba a 2,3 millones de niños y niñas en España (el 27,4% del total) y que, según sus estimaciones, la tasa ha podido incrementarse hasta el 33,3% por la pandemia. Un dato significativo, denuncian y que podría suponer que uno de cada tres niños y niñas crezca en situación de pobreza.
Para evitar este pronóstico, Save the Children propone una mejora del Ingreso Mínimo Vital (IMV) que, en sus palabras, "permita igualar el umbral de acceso establecido al de pobreza moderada o, como mínimo, severa", la inclusión de colectivos que quedan fuera de esta ayuda como las familias con menores en situación irregular o los jóvenes extutelados o una nueva ayuda a la crianza.
“Con los Fondos Europeos tenemos una oportunidad única para solucionar este grave problema“
Las propuestas, recogidas en un documento llamado Acabemos con la normalidad de la pobreza infantil, han sido enviadas a diferentes grupos políticos e instituciones, para, según destacan, "plantear medidas y sus vías de encaje en los Planes de Recuperación, Transformación y Resiliencia" que actualmente elabora el Gobierno con el objetivo de paliar el impacto de la pandemia.
"Con los Fondos Europeos tenemos una oportunidad única para solucionar este grave problema", señala la directora de Políticas de Infancia en Save the Children, Catalina Perazzo.
La alarmante falta de empleo y las carencias de la infancia
El dosier alerta de una preocupante "emergencia social" que, actualmente, tiene como enemigo a batir las altas cifras de desempleo. Un deterioro laboral que se ha cebado con la mitad de las familias atendidas golpeando duramente los ingresos de estas personas y, con ello, la calidad de vida de los niños y niñas en aspectos como su propia alimentación. Hogares atendidos, como el de Fátima, confirman el dato: "Con la pandemia me quedé en paro y tampoco podía renovar contrato porque era de seis meses. El pescado, que es caro, a lo mejor lo puedo coger cada dos semanas, ya no puedo cogerlo cada semana como hacía antes", dice. Situaciones que, tal y como indica la organización, exponen una dependencia muy alta de los bancos de alimentos y de ayudas económicas para que los más pequeños puedan recibir alimentación equilibrada de forma habitual.
Según el estudio, un 12,2% de las familias encuestadas no tiene ningún ingreso frente al 7,5% de hace un año (un aumento del 63 %), mientras que observan un descenso del 23,3% al 15,9% familias que ingresaban más de 1.200 euros al mes. Algo que deja a 6 de cada 10 familias en dificultades para hacer frente a la hipoteca, proporción que se eleva a 7 de cada 10 si hablamos de afrontar el pago de suministros básicos.
En lo relativo a educación, Save the Children también observa una importante carencia en los menores y asegura que el 70% de los niños y las niñas de las familias encuestadas no ha recibido ningún tipo de atención educativa extra más allá del envío o supervisión de los deberes durante las cuarentenas en el presente curso escolar. Una cuestión que, avisan, "dificulta enormemente continuar con su aprendizaje" en un país, subrayan, que antes de la pandemia tenía la tasa de abandono escolar temprano más alta de la Unión Europea (17,3 %).