La crisis sanitaria y económica provocada por el coronavirus ha incrementado notablemente la pobreza en España. Este es una de las conclusiones del último informe de Cáritas con los datos recogidos por la organización durante la pandemia. El estudio asegura que, durante la crisis, una de cada tres personas (33%) que solicitó ayuda es nueva o hacía más de un año que no acudía a este auxilio. Un dato que se apoya en un aumento del 57 % en las demandas de ayuda, tal y como ha confirmado la secretaria general de Cáritas Española, Natalia Peiró, quien añade que "esta crisis ha provocado que 500.000 personas hayan llamado por primera vez a nuestras puertas”.
Un año de carencias continuadas con grave deterioro del empleo
"El drama de hogares sin ingresos sigue en alza", ha lamentado el coordinador de Estudios de Cáritas, Raúl Flores, que ha querido incidir en el ascenso del número de personas que no ha percibido ninguna cantidad económica durante la evolución de la pandemia y que en cifras supone una subida de 75.000 respecto a datos prepandémicos.
“El drama de hogares sin ingresos sigue en alza“
Asimismo y según el documento del Observatorio de la Realidad Social de Cáritas, la severidad con la que el coronavirus ha actuado en la sociedad deja un panorama desolador en el empleo que ha acelerado la necesidad de ayuda en miles de personas. Algo que también se ha traducido en un ascenso de hogares atendidos en situación de pobreza severa (55 %) y que ya alcanza al millón de personas viviendo con ingresos "claramente insuficientes para llevar una vida digna", recalca el dossier. Un dibujo que resulta asimétrico si atendemos al tipo de hogar y que, en mayor medida, ha afectado a aquellos con menores (61 %), de origen inmigrante (59 %) y monoparentales (59 %).
El Ingreso Mínimo Vital en el punto de mira
El informe de Cáritas pone el foco en lo que consideran "un sistema de garantía de ingresos que brinda poca protección". En ese punto, Raúl Flores ha subrayado que la falta de información está retrasando el cobro del Ingreso Mínimo Vital (IMV).
La baja tasa de cobertura se une, según el análisis de los datos de Cáritas, al hecho de que el 39% de las familias que percibían la renta autonómica de inserción han dejado de hacerlo, algo que, advierten, "sitúa a miles de familias en una clara situación de desprotección".
Desamparo con afectación a la vivienda que, como han señalado en rueda de prensa, ha provocado que el 16 % de las familias atendidas hayan tenido que cambiar de vivienda en este período y que casi un 50 % haya afrontado "graves dificultades para afrontar los gastos de alquiler o hipoteca, así como los gastos de suministro".
Familias con menores, mayores solos y personas sin hogar los más golpeados
La presentación del informe, en la que también se ha recordado a las víctimas que deja la COVID-19, ha querido prestar atención a las distintas necesidades que han sufrido algunos de los colectivos más damnificados por el desarrollo de la pandemia. En esa línea, el texto destaca un alarmante aumento de la brecha digital: "el 52 % de las familias están en una situación de cierto apagón tecnológico al no contar con conexión ilimitada, dispositivo o competencias suficientes", asegura Peiro. Asimismo, preocupa también su afectación al ámbito educativo y que, dicen, ha provocado que menores de edad tuvieran dificultades para terminar el curso en más del 60 % de hogares sin plena conectividad.
Por otro lado, el estudio también aborda la preocupación por la soledad y el aislamiento padecido de forma más dura por los mayores y personas sin hogar que se han encontrado con problemas para acceder a un techo en el que pasar el confinamiento inicial. Para intentar mitigar los efectos adversos de la crisis, Cáritas ha puesto en valor la labor de 70.666 donantes, cuyas aportaciones han sumado 65 millones de euros, una colaboración que ha agradecido el presidente, Manuel Bretón, quien ha señalado al apoyo social como clave para seguir combatiendo la vulnerabilidad en la sociedad.