Los titulares de la vacunación en España han sido copados por concejales, miembros diversos de la administración y curas. Cargos que, gracias a la prevaricación, han conseguido vacunarse, aunque haya personas que lo necesiten más que ellos. Lamentablemente, la llegada de la vacuna a nuestro país ha traído otro mal (más) del que preocuparse: los estafadores que usan la vacuna como cebo de sus acciones. Un equipo de investigación de ‘La Hora de la 1’ se ha introducido en el mundo de las “vacunas estafa” para comprobarlo.
La estafa telefónica
Una simple llamada de teléfono es suficiente para consumar la estafa. Las residencias de mayores son su blanco, y un supuesto envío de vacunas es el cebo. La estafa telefónica reclamando dinero por la vacuna es el nuevo fraude que las autoridades policiales se están encontrando desde que la vacuna llegó a nuestro país.
El subinspector de los Mossos D'esquadra, Sergi Martínez, explica su modus operandi: “Normalmente llaman por la noche, hablan con un vigilante o con una persona que no está acostumbrada a este tipo de interacción y les coaccionan para hacer una transferencia de manera inmediata” con el objetivo de que lleguen las vacunas al centro en el que trabajan. Según el subinspector, se aprovechan haciéndoles creer que “están poniendo en juego la vida de muchas personas”.
Otra variante del mismo fraude es la de intentar hacer pagar por material de almacenaje para guardar las vacunas. De esta manera han conseguido estafar 800 euros en una residencia de Galicia. Así lo corrobora una empleada de una residencia, “nos llamaron a las cinco de la mañana con algo relacionado con una nevera, e hicieron ver que por la otra línea hablaban con la dirección del centro y al final una enfermera hizo una transferencia desde la misma cuenta”. Los casos también se han registrado en residencias de Baleares, Sevilla, y Cataluña.
El gran engaño de las vacunas falsas
La estafa telefónica no es el único caso de fraude respecto a las vacunas. Si nos adentramos en la ‘web oscura’, comprobamos que hay muchos vendedores dispuestos a hacer negocio con supuestas vacunas y gente dispuesta a comprar. Así lo explica Enrique Serrano, experto en ciberseguridad, que nos muestra un anuncio de la vacuna de Pfizer: “Viene su logo y podemos ver en la parte derecha que ya tienen entre 100 y 500 ventas, es decir, la gente lo está comprando”, afirma. ¿El precio de esta supuesta vacuna? 1000 bitcoins.
El equipo de investigación de 'La Hora de la 1' se pone en contacto con uno de los vendedores que afirma que “en tres o cuatro días como máximo tendremos nuestras dosis” debidamente congeladas. Por un precio que asciende hasta los 600 dólares podemos tener “diez vacunas cubiertas con una funda de rayos x” que otorgará discrección a la hora de viajar por las diferentes aduanas.
El experto en ciberseguridad Enrique Serrano nos advierte que encontrar a estos vendedores es “tremendamente complicado” puesto que las aplicaciones que utilizar para contactar con ellos protegen su anonimato.
“Sabemos lo que pedimos, pero no sabemos lo que nos manda”, quien habla es Luis González, presidente del Colegio de Farmacéuticos de Madrid, que nos advierte de los peligros de comprar un producto tan delicado en un mercado tan opaco. “El envase puede venir perfecto y lo de dentro puede venir adulterado”, además “puede suponer desde tener un choque anafiláctico a una reacción de salud mayor”, avisa.
Turismo de vacuna
Junto a la proliferación de estafas y falsificaciones también ha surgido otra irregularidad dentro de las vacunas: el turismo de vacunación. Ciudadanos de otro país que acuden a lo que están ofreciendo campañas de vacunación para aprovecharse de ellas. Fue el caso de una presentadora argentina que acudió a Miami con su madre para que la vacunaran al tener más de 65 años. “Cualquier persona que estuviera en Miami en ese momento y se pusiera a la fila era susceptible de que le pusieran la vacuna”, así lo corroboraba la corresponsal de la agencia Efe en Miami, Ana Mengotti. Después de este tipo de casos, las autoridades de Florida exigen presentar un certificado de residencia en el estado para adherirse a la vacunación.