Estados Unidos ha vuelto a romper este miércoles su récord diario con 250.458 casos de COVID-19, según datos del recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins. Así, el balance total a las 20.00 hora local (01.00 GMT del jueves) era de 16.931.636 casos y 307.076 muertos.
El país se ha enfrentado durante más de un mes a un espectacular repunte de la pandemia. Unas 113.000 personas están actualmente hospitalizadas a causa del virus, según los datos del Departamento de Salud y Servicios Humanos de EE. UU. Esta es la tercera vez que ha superado la cifra de 3.000 muertes diarias en una semana. El récord anterior de muertes en 24 horas se estableció a finales de abril, en el punto álgido de la primera ola.
El estado de Nueva York sigue como el más golpeado del país por la pandemia con 35.927 muertos, seguido por Texas (24.896), California (21.654), Florida (20.204) y Nueva Jersey (18.003). Otros estados con un gran número de fallecidos son Illinois (15.777), Pensilvania (13.109), Michigan (11.588), Massachusetts (11.513) o Georgia (10.228).
En cuanto a contagios, California, que suma en total 1.683.606, ha reportado este miércoles un récord de 53.711 nuevos casos, el número más alto de contagios que el estado ha visto en un solo día desde que comenzó la pandemia. Le siguen Texas con 1.531.067, Florida con 1.155.335, Illinois con 870.600 y Nueva York con 804.555.
Las cifras superan las estimaciones
El balance provisional de fallecidos -307.076- supera con creces la cota más baja de las estimaciones iniciales de la Casa Blanca, que proyectó en el mejor de los casos entre 100.000 y 240.000 muertes a causa de la pandemia.
El presidente Donald Trump rebajó esas estimaciones y se mostró confiado en que la cifra final estaría más bien entre los 50.000 y 60.000 fallecidos, aunque luego auguró hasta 110.000 muertos, un número que también se ha superado.
Por su parte, el Instituto de Métricas y Evaluaciones de Salud (IHME) de la Universidad de Washington, en cuyos modelos de predicción de la evolución de la pandemia se fija a menudo la Casa Blanca, calcula que cuando Trump abandone el poder el próximo 20 de enero habrán muerto 380.000 personas y para el 1 de abril 500.000.
Pence se vacunará el viernes y Biden la próxima semana
El Gobierno estadounidense ha anunciado que el vicepresidente Mike Pence se vacunará "públicamente" contra la COVID-19 el viernes con el fin de "generar confianza de su eficacia ante el pueblo estadounidense". También recibirá la vacuna su esposa Karen Pence en un "evento" que se celebrará en la Casa Blanca. A ambos se unirá el cirujano general Jerome Adams, según indinca un comunicado emitido por el Gobierno de Washington.
Este lunes, EE. UU. ha comenzado a suministrar la vacuna desarrollada por la farmacéutica Pfizer y que fue aprobada por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, en inglés). La primera inoculada ha sido una enfermera de cuidados intensivos del hospital Jewish Medical Center situado en el barrio neoyorquino de Queens, Sandra Lindsay.
Se espera que el presidente electo Joe Biden, quien está en la categoría de alto riesgo por su avanzada edad, reciba la inyección la próxima semana. Se comprometió a hacerlo en público, al igual que Barack Obama, George W. Bush y Bill Clinton.
Por su parte, Trump, que se contagió de coronavirus el pasado mes de octubre, no ha dado hasta ahora ninguna indicación de cuándo podría ser vacunado. "El presidente está listo para ser vacunado y lo hará tan pronto como su equipo médico lo considere apropiado", ha dicho la portavoz Kayleigh McEnany. "Pero su prioridad son los trabajadores que están en la línea del frente".
Estados Unidos dio luz verde a la vacuna Pfizer-BioNTech el pasado viernes por la noche, preparando el camino para una campaña de vacunación masiva a nivel nacional. También se espera que la FDA dé la aprobación de emergencia a la vacuna Moderna este fin de semana.