El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ingresado este viernes en el hospital militar de Walter Reed, Maryland, como medida de precaución tras haber dado positivo por coronavirus el jueves por la noche. Allí ha empezado una terapia con el antiviral Remdesivir.
Trump ha salido caminando de la Casa Blanca para coger el helicóptero presidencial, en su primera aparición pública tras conocerse la noticia.
El mandatario iba con una mascarilla, saludando a las cámaras y levantando el pulgar.
En un vídeo que ha publicado minutos después de despegar ha afirmado que está bien, pero que quiere asegurarse de que "las cosas funcionan".
"Quiero dar las gracias a todo el mundo por el apoyo tremendo. Voy al Hospital Walter Reed. Creo que estoy bien, pero vamos a asegurarnos de que las cosas funcionan. La primera dama está bien", ha dicho en la grabación hecha dentro de la Casa Blanca y en la aparece visiblemente pálido.
Terapia con el antiviral Remdesivir
La portavoz de la Casa Blanca, Kayleigh McEnany, ha informado de que el presidente, de 74 años, trabajará desde las oficinas presidenciales del hospital Walter Reed los próximos días.
Poco después de ingresar en el centro hospitalario, Trump ha empezado una terapia con el antiviral Remdesivir para la COVID-19, ha informado la Casa Blanca.
"El presidente está muy bien. No requiere oxígeno adicional, pero en consulta con especialistas hemos optado por iniciar terapia con Remdesivir. Ha completado su primera dosis y descansa cómodamente", ha explicado el médico presidencial, Sean Conley.
Trump ha recibido Remdesivir después de que este mismo viernes todavía en la Casa Blanca se le administrase una dosis de ocho gramos del cóctel experimental de anticuerpos de la farmacéutica Regeneron.
"Me va bien, ¡creo! Gracias a todos. ¡¡¡AMOR!!!", ha tuiteado Trump desde el hospital.
La Casa Blanca ordenó en junio la compra de prácticamente toda la producción hasta septiembre del tratamiento de Redemsivir, de la empresa estadounidense Gilead, una de las dos medicinas que han probado ser útiles contra la COVID-19.
El mandatario, de 74 años, reúne varios de los factores de riesgo para desarrollar síntomas más graves de COVID-19, debido a su edad, su género y la obesidad que padece.
Biden dice que rezará por Trump y pide no politizar el coronavirus
Por su otro lado, el candidato demócrata a la Presidencia de Estados Unidos, Joe Biden, ha asegurado este viernes en un acto de campaña en Grand Rapids (Michigan) que reza por la "rápida recuperación" del presidente Donald Trump tras su positivo por coronavirus y ha pedido tomarse en serio la pandemia de la COVID-19 y no politizar la estrategia para combatirla.
"Quiero enviar mis oraciones al presidente Trump y a la primera dama, para que tengan una rápida recuperación", ha afirmado Biden que en su corto discurso tuvo siempre puesta una mascarilla quirúrgica y que sigue manteniendo su calendario de campaña, mientras que Trump se encuentra desde este viernes en cuarentena y bajo vigilancia médica.
El candidato demócrata, que confirmó que ha dado negativo en la prueba de la COVID-19, ha solicitado a la población que sea patriota y use las mascarillas siempre que haya riesgo de transmisión y se faciliten pruebas regulares no solo para la gente en la Casa Blanca o para los miembros de su campaña, sino también para los trabajadores, especialmente los de más alto riesgo como los de la industria cárnica.
Biden, que el martes compartió escenario con Trump durante los 90 minutos del debate presidencial, ha asegurado que si llega al poder tras las elecciones del 3 de noviembre ampliará los beneficios médicos para los más mayores, abaratará las guarderías y hará gratuita la enseñanza universitaria pública para las rentas de menos de 125.000 dólares anuales.
El mensaje iba dirigido a trabajadores, familias de clase media e indecisos, que en 2016 votaron en gran medida a Trump y le concedieron la Presidencia.