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Las frases más polémicas de Trump sobre la COVID-19: de inyectar "desinfectante" al "desaparecerá con el calor"

CRISTINA PÉREZ
6 min.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y la primera dama, Melania, han dado positivo por coronavirus y tendrán que hacer cuarentena en la Casa Blanca, en medio de la campaña electoral. En los últimos meses, el mandatario ha pasado de subestimar la pandemia a argumentar que ocultó su gravedad para que no cundiera el pánico y de rechazar el uso de mascarilla a usarla en público.

Entre las frases más polémicas de Trump sobre la enfermedad está aquella en la que sugirió inyectar "desinfectante" para intentar combatir el coronavirus o exponer el interior de los tejidos humanos a luz ultravioleta. En concreto, propuso "golpear el cuerpo con una luz tremenda, ya sea ultravioleta o simplemente muy poderosa". Siguió su argumentación, sin ninguna base científica, sobre la posibilidad de inyectar "desinfectante".

Horas después la Casa Blanca tuvo que matizar las declaraciones pero ya era demasiado tarde. El Centro de Control de Envenenamientos de Nueva York recibió una treintena de llamadas relacionadas con la exposición a lejía, el desinfectante Lysol y otros productos de limpieza tras las palabras de Trump. A la semana siguiente, el presidente apuntó que no se sentía responsable por ese aumento de intoxicaciones y dio carpetazo al asunto diciendo que había sido "sarcástico".

Trump señala que fue sarcástico al sugerir inyectar desinfectante en los enfermos por coronavirus

El equipo de verificación de RTVE tuvo que aclarar que no es buena idea inyectarse desinfectante para combatir la enfermedad.

"Es más mortal que la gripe más ardua"

Trump decía una cosa en público y otra muy diferente en privado. En un libro, el periodista Bob Woodward revela que el presidente conocía la gravedad de la situación desde finales de enero. "Esto se transmite respirando el aire. Así que es muy complicado, es muy delicado. También es más mortal que incluso la gripe más ardua (...). Esto es más mortal, esto es una cosa mortal", confesaba al reportero el 7 de febrero.

El presidente justificaba su doble discurso sobre la pandemia para evitar el pánico entre los estadounidenses: "Siempre he querido restarle importancia, todavía me gusta restarle importancia, porque no quiero crear pánico".

Trump reconoce que minimizó la gravedad de la pandemia para evitar "infundir pánico"

En el aniversario de los atentados del 11-S, Trump usó frases de su predecesor Franklin D. Roosevelt "lo único a lo que debemos temer es al miedo mismo" para justificar por qué ocultó el peligro que suponía el COVID-19 y también recordó que hay que "mantener la calma y seguir adelante", como decía el ex primer ministro británico Winston Churchill durante la Segunda Guerra Mundial.

"Podríamos tener tres millones de muertos"

La autocrítica brilla por su ausencia a la hora de hacer balance de la gestión de la pandemia y Trump sostiene que es "una pena" haber superado los 200.000 muertos por coronavirus en Estados Unidos pero afirma que sin él podría haber sido mucho peor: "Creo que hicimos lo apropiado y lo hicimos bien. Tendríamos dos millones y medio de muertes o algo en ese entorno. Tendríamos un número que sería sustancialmente mayor. Podríamos tener dos, dos y medio o tres millones (de muertos)".

Trump asegura que "si no fuera por él habría millones de muertos de COVID-19 en EE.UU."

En numerosas ocasiones, Trump ha anunciado que pronto habría una vacuna para el coronavirus, lo hizo el 25 de febrero: "Estamos muy cerca de conseguir una vacuna". El 2 de marzo: "Creo que tendremos una vacuna relativamente pronto" y el 18 del mismo mes anunciaba avances "en uno de los desarrollos más rápidos de la historia". La OMS no comparte su optimismo y retrasa hasta 2022 la generalización de la vacuna.

Desaparición milagrosa

A principios de julio, Trump confiaba en que el virus "simplemente desaparecerá" y rechazaba ofrecer una estrategia nacional para hacer frente a los repuntes de casos en el sur y oeste del país. "Creo que estamos haciéndolo muy bien con el coronavirus. Creo que, en algún momento, esto simplemente va a desaparecer. Eso espero", decía en una entrevista con la cadena Fox.

No era la primera vez que utilizaba este argumento, lo había hecho también en febrero manifestando que la pandemia se evaporaría "como un milagro" y más adelante el 10 de marzo: "Desaparecerá. Mantengan la calma. Desaparecerá. Van a pasar muchas cosas buenas. El consumidor está preparado, es muy poderoso gracias a lo que hemos hecho con los recortes fiscales y en normas reguladoras. El consumidor nunca ha estado en una mejor posición que ahora".

Trump también ha asociado la desaparición del virus con el calor, en una entrevista el 10 de febrero en Fox Business, el presidente aseguraba que "en abril, supuestamente, morirá con el tiempo cálido y esa es una buena fecha para tener en el punto de mira". A continuación, añadía que China "estaba trabajando muy duro" para controlar la pandemia.

"Virus chino"

Sin embargo, en mayo acusó a China de haber creado el virus en un laboratorio, contradiciendo los informes de inteligencia. "Podrían haberlo parado, ellos (China) son una nación muy brillante, científicamente y en otras cosas. Se escapó, digamos eso, y ellos podrían habérselo guardado, podrían haberlo parado, pero no lo hicieron", dijo a la prensa en la Casa Blanca.

En repetidas ocasiones se ha referido al coronavirus como "virus chino" o "chinavirus" y ha repetido la misma idea: "China tendría que haberlo parado (el virus) en su frontera. No deberían haberlo dejado extenderse por todo el mundo y eso es terrible", reiteraba en un mitín celebrado a finales de septiembre.

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Mascarilla, donde dije digo...

El uso de la mascarilla también ha sido otro caballo de batalla de Trump, ya que pasó de negarse a usarla por considerarla poco efectiva contra el virus, a no querer ser inmortalizado con ella para "no dar esa satisfacción a la prensa".

Trump evita llevar la mascarilla en público: "No voy a dar e

Finalmente, el presidente cedió a la presión de sus asesores, con la cifra de contagios disparada, y apareció por primera vez con la mascarilla puesta en la visita a un hospital militar. "Creo que llevaré una mascarilla, ¿sabéis? Creo que cuando vas a un hospital, especialmente un sitio en el que uno está hablando con soldados y con gente que acaba de salir del quirófano, creo que en ese caso es algo que es genial ponerse", explicó

Donald Trump aparece por primera vez en público llevando mascarilla

El último paso en este sentido, fue en julio cuando Trump recomendó "firmemente" el uso de las mascarillas para controlar la pandemia. La sugerencia se produjo de cara a un mitín al aire libre porque varios miembros de su equipo habían dado positivo tras un evento similar en Oklahoma.

Trump aparca el negacionismo y recomienda las mascarillas contra el coronavirus

"Muchos doctores creen que funciona muy bien". Con estas palabras, el presidente Trump defendía a finales de julio el uso de la hidroxicloroquina como remedio frente el coronavirus, un medicamento experimental que confesó estar usando en mayo pero que a la vista de su reciente positivo por coronavirus parece que no ha funcionado.

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