"Al límite de nuestras fuerzas", con "todo lo que teníamos", "salíamos del hospital cargadas de emociones"... Muchas han sido las referencias al arduo trabajo que han realizado durante estos meses de pandemia los trabajadores del sector sanitario para tratar de frenar el avance del coronavirus en España con las que la enfermera supervisora del servicio de urgencias del hospital Vall 'd'Hebron de Barcelona Aroa López ha intentado trasladar su esfuerzo a los 400 asistentes al acto en homenaje a las víctimas de esta enfermedad presidido por el rey que se ha celebrado este jueves en Madrid.
"Quienes había detrás de los EPI éramos personas", ha manifestado López, que ha reclamado la defensa de la sanidad púbica para fortalecer a los cientos de profesionales que han cuidado a las más de 125.800 personas que han ingresado con COVID-19 en los hospitales españoles. También a los más de 52.000 que se han contagiado, aunque, afortunadamente, ese no fue su caso.
"Hemos sido mensajeros del último adiós para personas mayores que morían solas, hemos hecho videollamadas, hemos dado la mano y nos hemos tenido que tragar las lágrimas cuando alguien nos decía: 'no me dejes morir solo'", ha recordado. "Hemos vivido situaciones que te dañan el alma", ha dicho la supervisora, que cree que esta difícil experiencia "nos marcará para siempre".
"¿Quién cuidará de nosotros si los que cuidan no pueden?"
Más allá del recuerdo de lo vivido, la especialista también ha tenido un momento para pedir a los poderes públicos "que defiendan la sanidad de todos". "No hay mejor homenaje a los que nos dejaron que velar por la salud", ha solicitado López a los políticos y representantes institucionales presentes en el evento. "¿Quién cuidará de nosotros si la persona que cuida no puede hacerlo?", se ha preguntado. No olvidemos nunca la lección aprendida", ha concluido.
“Participar en este acto hoy es un privilegio triste“
"Ojalá nada de esto hubiera ocurrido, ojalá no estuviera aquí pronunciando estas palabras", ha confesado la enfermera al inicio de su intervención en el Patio de la Armería del Palacio Real de Madrid, donde ha reconocido que "participar en este acto hoy es un privilegio triste".
Sus palabras han sido escuchadas con atención por los reyes y sus hijas, que han presidido el acto, y todos los miembros del Gobierno y los presidentes autonómicos. En el homenaje, también ha habido representantes de todos los poderes del Estado y de la Unión Europea, como la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen; el presidente del Consejo, Charles Michel; el del Parlamento, David Sassoli y el alto representante para la Política Exterior, Josep Borrell, así como altos cargos de la Organización Mundial de la Salud, la OTAN y la OMT.
"Por favor, que su esfuerzo nunca sea en vano"
Como minutos antes hacía el hermano del periodista fallecido con coronavirus José María Calleja, ha dedicado palabras de recuerdo a todos los trabajadores de la llamada "primera línea" frente al coronavirus. Agricultores, transportistas, cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado y todos los que se quedaron en casa: "Es imposible citarlos a todos, porque fueron miles de hombres y mujeres los que cuidaban con su trabajo a los millones de españoles confinados".
López también ha querido "agradecer de corazón los aplausos que nos daba la ciudadanía" cada día a los 20.00 de la tarde, pero ha pedido a todos los ciudadanos "que no se olviden de aquello". "Por favor, que su esfuerzo nunca sea en vano", ha reclamado.
“Nos hemos sentido impotentes, con una sensación brutal de incertidumbre“
Cobijada por la bandera de España, las de las 19 comunidades y ciudades autónomas y las de las instituciones internacionales, esta enfermera que ha recordado la única parte de su cuerpo que quedaba libre bajo los equipos de protección: la mirada. Esa era la herramienta que servía para comunicar los Abrazos prohibidos de la canción de Vetusta Morla que ha citado. "Nos hemos sentido impotentes, con una sensación brutal de incertidumbre, y la presión de tener que aprender y decidir sobre la marcha", ha recordado.
Entre los representantes de la sociedad civil, Gobierno y comunidades autónomas han designado a cuatro personas de cada comunidad, y el acto ha dado representación a una docena de confesiones.
"A nivel emocional estamos agotados"
Más tarde, en el set de TVE, López ha ahondado en el agotamiento emocional que sienten los sanitarios en este momento. "A toro pasado, mentalmente es complicado", ha reconocido en una entrevista con Ana Blanco.
La responsable de urgencias ha recordado como desde el principio los protocolos eran "muy estrictos" porque se encontraban ante "una enfermedad muy desconocida" y como poco a poco se han tenido que ir adaptando a las recomendaciones y directrices de las autoridades sanitarias. "La sensación de incertidumbre y no saber a lo que te estaba esperando ha sido lo peor", ha afirmado al rememorar ese "miedo a no saber lo que tenías delante".
Nuevamente, ha vuelto a insistir en la necesidad de cuidar a los que cuidan: "Necesitamos implicación y que se garanticen los derechos de los profesionales". Por último, ha reclamado prudencia en el momento presente. "Ahora se sabe más, pero estamos más relajados", ha lamentado la especialista, que ha insistido en la necesidad de seguir el "pack" de recomendaciones: "Higiene de manos, mascarilla y distancia de seguridad".