A partir de este domingo, 21 de junio, los ciudadanos españoles podrán volver a retomar sus viajes por España y la Unión Europea. Será entonces cuando decaiga el estado de alarma y con él las restricciones a la movilidad decretadas el pasado 14 de marzo para frenar la expansión del coronavirus, por lo que muchos ciudadanos han comenzado ya a planificar sus vacaciones de cara a los próximos meses.
Sin embargo, con la rápida evolución de la pandemia, es habitual que en el proceso surjan dudas relacionadas con la seguridad, los protocolos de higiene o las garantías de cancelación en caso de rebrote.
Es por ello que desde la Confederación Empresarial de Hostelería de España han lanzado el ‘Sistema Integral para la preparación de Bares, Restaurantes, Alojamientos y Ocio Nocturno’, una iniciativa para acreditar los locales que ofrecen una “hostelería segura” frente a la COVID-19 y dotarles de un pack integral de servicios y productos que les permiten cumplir y hacer un seguimiento de los requisitos de establecimiento seguro. Más de 5.500 empresas de hostelería a nivel nacional ya se han sumado al programa.
Además, la Secretaría de Estado de Turismo, en coordinación con el Ministerio de Sanidad, ha elaborado una serie de guías con especificaciones de servicio, limpieza y desinfección, mantenimiento y gestión del riesgo para los diferentes subsectores del sector turístico. El objetivo es reducir al máximo los contagios, no solo entre los visitantes, sino también entre sus trabajadores.
Pero, ¿qué debemos tener en cuenta a la hora de reservar?
- Cancelación gratuita
Una de las mayores garantías para recuperar íntegramente el dinero invertido en un alojamiento, es contratar una tarifa con cancelación gratuita. A pesar de que esta opción suele encarecer el precio final, es la más conveniente en el caso de que haya un rebrote y se vuelva a restringir la movilidad.
- Tarifas sin pago por adelantado
Muchas plataformas de viajes y agencias, incluso los propios hoteles, ofrecen tarifas en las que además de la cancelación gratuita se acuerda el pago directo en el establecimiento, sin que el consumidor deba adelantar el pago de las noches contratadas.
Esta opción permitirá al consumidor no solo cancelar sin penalización, sino también no tener que esperar a que le devuelvan el dinero ya abonado, circunstancia que durante esta pandemia del coronavirus se ha demostrado que en una gran mayoría de los casos no es inmediato.
- Contrata un seguro si viajas en avión
A pesar de que muchos viajeros optarán por los desplazamientos en coche este verano, el avión sigue siendo uno de los medios de transportes más recurrentes a la hora de viajar, sobre todo si el destino es internacional o una isla. Tanto los expertos como las propias aerolíneas han confirmado que el riesgo de contagio al viajar en avión es mínimo, pues el aire se filtra cada pocos minutos, además se han establecido nuevos protocolos para garantizar la seguridad durante los viajes.
Sin embargo, en este caso las aerolíneas no suelen ofrecer billetes con cancelación o cambio gratuito, por lo que puede ser recomendable contratar un seguro de viaje que te permita cancelar y recuperar tu dinero si finalmente no puedes volar. Y es que miles de viajeros se han visto afectados durante los últimos meses por cancelaciones y, a pesar de haber solicitado el reembolso del billete, la aerolínea aún no ha procedido a su devolución.
- Atento a las restricciones
El levantamiento de las restricciones de España a los turistas procedentes del espacio Schengen a partir del 21 de junio y el 1 de julio a aquellos de terceros países no implica que estos abran sus respectivas fronteras a los ciudadanos españoles. En muchos las cuarentenas o las prohibiciones siguen en vigor.
Por ello, con el objetivo de facilitar información sobre la reapertura de las fronteras, los requisitos exigidos a nivel sanitario en cada Estado miembro y otros datos para ayudar a los ciudadanos que quieran viajar este verano por la Unión Europea, la Comisión ha puesto en marcha la plataforma ‘Re-open EU’ con información actualizada.
¿Qué garantías tienen que dar los alojamientos?
Todos los hoteles y alojamientos turísticos deben garantizar unas condiciones de higiene y limpieza extremas en todas las estancias. En concreto:
- Recepción
Deberá controlarse el aforo y establecer las medias necesarias para asegurar el distanciamiento entre clientes y con los empleados. Los viajeros dispondrán de soluciones hidroalcohólicas a su llegada y existirá un termómetro sin contacto aunque, al menos por el momento, su uso no es obligatorio.
Los alojamientos fomentarán medidas como el check-in on line y las llaves electrónicas, además del pago con tarjeta u otros medios electrónicos, preferiblemente contactless. En el caso de que existan tarjetas o llaves, estas deben depositarse en un recipiente con desinfectante al finalizar la estancia o tras cada uso si se depositan en recepción. También deberán desinfectarse, al menos una vez al día, los mostradores y los bolígrafos en cada uso.
- Servicio de equipaje
Cuando el personal preste el servicio de transporte de equipaje del cliente, debe realizarse en condiciones de seguridad. Para ello, este personal dispondrá de guantes desechables y/o toallitas desinfectantes para limpiar las asas o manillas de las maletas. Además, se recomienda que únicamente el propietario manipule su coche.
- Habitación
Deberán reducirse los textiles en la medida de lo posible, incluidas las alfombras, así como objetos de decoración y amenities. Las mantas y almohadas en los armarios deben encontrarse precintadas y la papelera del baño debe contar con tapa, doble bolsa y accionamiento no manual.
Si se dispone de secador de pelo en la propia habitación se debe limpiar (incluido el filtro) a la salida del cliente, al igual que las perchas, en caso de que no se ofrezcan precintadas.
- Zonas comunes
El hotel debe disponer de solución desinfectante en lugares de paso y en aquellas instalaciones de uso intensivo por los clientes. Asimismo, los aseos de uso común deben contar con dispensadores de papel de secado o secador de manos; se deben evitar las toallas, incluso las de uso individual, y limpiarse al menos seis veces al día.
En cualquier caso se recomienda incluir carteles informativos y marcas en el suelo que indiquen las distancias de seguridad recomendadas.
- Restauración
Se recomienda optar por servicios que reduzcan la manipulación por parte de los clientes para reducir riesgos. En el caso concreto del buffet se deben implementar fórmulas como la instalación de pantallas de protección, a través de emplatados individuales o monodosis adecuadamente tapadas. También deben eliminarse de todas las tipologías de servicio los elementos y equipamientos de uso común (vinagreras, saleros, aceiteras, máquinas de bebidas, azucarillos, etc.) y cualquier elemento decorativo.
Además, el establecimiento debería considerar, atendiendo a sus instalaciones, un itinerario sugerido o predefinido para evitar aglomeraciones en determinadas zonas y prevenir el contacto entre clientes.
- Servicio de habitaciones
El personal nos servirá equipado con guantes, además de mascarilla si no se puede mantener la distancia de seguridad. Todo el material de vajilla será higienizado tras cada uso.
- Ascensores
Se debe determinar e informar a los clientes de la capacidad máxima en ascensores. Se aplicará la norma de no compartirse entre personas de diferentes unidades familiares, salvo que se haga uso de mascarillas.
¿Qué ocurre si no se cumplen estas medidas?
Según el decreto publicado en el Boletín Oficial del Estado (BOE) que regula la nueva normalidad, serán las comunidades autónomas las encargadas de vigilar que se cumplan estas medidas y las responsables de evitar aglomeraciones. El documento también insta a las comunidades a obligar a las empresas a que, si algún trabajador presenta síntomas, avisen de manera inmediata los servicios sanitarios. Los contagiados o quienes hayan tenido contacto estrecho con estos no deben ir a trabajar.
En lo que respecta a las aerolíneas, tal como señalan desde reclamador.es, en el caso de cancelaciones o retrasos, el viajero debe tener en cuenta sus derechos como pasajero aéreo, entre los que se encuentran el derecho a indemnización de entre 250 y 600 euros, en función de la distancia del vuelo, si el vuelo llega a destino con más de tres horas de retraso o bien es cancelado con menos de dos semanas de antelación.
Además de esa indemnización por retraso o cancelación de vuelo, el viajero tiene derecho al reembolso del billete o un viaje alternativo, así como al pago de los daños morales y materiales que se puedan acreditar.