Dos agentes de policía de Buffalo (Nueva York) están siendo investigados por posible responsabilidad criminal por empujar a un manifestante de 75 años al suelo este jueves, quedando herido de gravedad. Los dos oficiales implicados han sido ya suspendidos de empleo y de sueldo.
El hombre, que fue herido durante las protestas contra la muerte del ciudadano afroamericano George Floyd en una detención policial, evoluciona favorablemente dentro de la gravedad, según ha confirmado el Gobierno local.
"La Oficina del fiscal del Condado de Erie continúa investigando el incidente capturado en un video fuera del Ayuntamiento el jueves por la noche", ha comunicado el portavoz, Kait Munro, en una declaración enviada por correo electrónico.
El gobernador de Nueva York, a favor de las sanciones a los agentes
El incidente fue recogido por las cámaras y viralizado en las redes sociales. En las imágenes se puede ver cómo dos policías, ahora suspendidos y pendientes de investigación, empujan al hombre, que cae de espaldas, estrellando su cabeza contra el suelo, antes de comenzar a sangrar por un oído sin recibir ayuda inmediata.
La Policía de Buffalo había indicado, en un comunicado inicial, que el hombre se "había tropezado" antes de retractar inmediatamente su versión en el momento en que empezaron a difundirse las imágenes.
Ahora, la víctima se encuentra "alerta y orientada", según el reponsable del condado de Erie, Mark Poloncarz, aunque "sigue en estado grave, pero estable".
El gobernador del estado de Nueva York, Andrew Cuomo, ha dicho que acababa de hablar con el hombre por teléfono y que "afortunadamente está vivo", pero ha subrayado que el episodio fue innecesario y muy preocupante.
Por ello, ha defendido la decisión del alcalde de Buffalo, que ha suspendido sin sueldo a los dos agentes mientras se completa la investigación, y se ha mostrado a favor de que sean despedidos e investigados por la vía penal.
Nueva York propone nuevas leyes contra los abusos policiales
Cuomo, ha anunciado este viernes que espera que la próxima semana se apruebe un paquete de reformas para combatir los abusos policiales, una medida que llega después de más de una semana de protestas tras la muerte a manos de agentes del afroamericano George Floyd en Mineápolis (Minesota).
La propuesta, que debe pasar por el legislativo estatal, consta de cuatro medidas, empezando por la modificación de una ley que ahora mismo mantiene secretos los historiales disciplinarios de los policías.
Además, plantea una prohibición de las inmovilizaciones que pueden provocar asfixia, un problema que se ha denunciado durante años en Nueva York, sobre todo tras la muerte en 2014 de Eric Garner, un hombre negro que falleció a manos de agentes y cuyas últimas palabras, "I can’t breathe" ("No puedo respirar") se convirtieron en un lema de protestas en todo Estados Unidos y que ahora vuelven a cobrar fuerza por el caso de George Floyd.
El paquete ha sido bautizado como "Say their names" ("Di sus nombres", en inglés), en referencia a la "larga lista de personas que han sido objeto de abusos de policías y del sistema de justicia".
El governador de Minnesota ha confirmado que la ciudad de Mineápolis ha aprobado una orden para restringir el uso de asfixiantes por parte de la policía y ha requerido que el cuerpo informe e intervenga en caso de que se utilicen. La orden de restricción es temporal y aún necesitará la aprobación de un juez antes de ser promulgada.
Una medida similar ha sido anunciada también por el gobernador de California, que ha puesto fin a la técnica de restricción de la carótida. Esta práctica, parecida a la que acabó con la vida de Floyd, bloquea el flujo de sangre al cerebro, llevando al detenido a perder el conocimiento.
Cambian el nombre de una calle frente a la Casa Blanca a "Black Lives Matter"
El Ayuntamiento de Washington ha cambiado este viernes el nombre de la sección de la calle 16, frente a la Casa Blanca, al del movimiento antiracista "Black Lives Matter" ("Las vidas negras importan"), nombre que también ha pintado en amarillo sobre la calzada de este tramo, como muestra de apoyo a las protestas contra los abusos policiales sobre la comunidad negra del país.
Así lo ha anunciado oficialmente Muriel Bowser, la alcaldesa de esta ciudad que no forma parte de ningún estado sino que es un distrito autónomo.
"Queremos llamar hoy la atención para asegurarnos de que nuestra nación es más igualitaria y justa y de que las vidas negras y la humanidad negra importan en nuestra nación", ha expresado la alcaldesa durante la inauguración de la nueva denominación de ese tramo de calle.
Es precisamente en esta calle donde el pasado lunes las fuerzas de seguridad rociaron con gas pimienta y desalojaron violentamente a cientos de manifestantes que protestaban pacíficamente ante la Casa Blanca para dejar vía libre para que el presidente, Donald Trump, pudiera ir caminado a posar ante los fotógrafos ante la cercana iglesia de St. Johns, vandalizada la noche anterior, con una biblia en la mano.